El Concejo Deliberante aprobó este jueves por mayoría las rendiciones de cuenta de 2020, el primer año de gestión de Guillermo Montenegro.

Los expedientes de la administración central y los entes descentralizados (Emtur, Emder, Emvial y Emsur) fueron respaldados por el interbloque de Juntos por el Cambio (Vamos Juntos, UCR y Coalición Cívica), Acción Marplatense, la Agrupación Atlántica y Crear, mientras que el Frente de Todos y el Frente Renovador votaron en contra.

Agustín Neme (Vamos Juntos), miembro informante del oficialismo, mencionó que el año pasado, al que definió como “inédito y complejo”, la administración central del municipio había estimado percibir $ 17.148 pero ingresaron $ 13.546, un 78,99% de lo presupuestado.

El edil dijo que en el primer año de la pandemia “hubo que modificar muchos de los objetivos propuestos”. En esa línea, recordó que el Ejecutivo planeaba una cobrabilidad del 65% en la tasa de Servicios Urbanos, pero ese índice se ubicó en el 52%.

Detalló que, en total, las arcas comunales recibieron $ 2036 millones menos, $ 1580 de tasas, derechos y contribuciones, $ 290 millones de coparticipación y $ 335 millones de transferencias de capital de otras jurisdicciones, que fueron compensados en parte por los $ 180 millones de aportes corrientes de otras jurisdicciones por encima de lo previsto.

Neme explicó que “se fue adaptando el nivel de gastos según la situación lo requirió”, lo que permitió “hacer frente a las demandas sin descuidar el equilibrio en las cuentas municipales”. Mencionó que secretarías como las de Salud, Desarrollo Social, Gobierno, Educación y Hacienda tuvieron una ejecución por encima del promedio, que se ubicó en el 84%, y resaltó el “enorme trabajo realizado por los entes”. Eso “permitió al municipio afrontar sus obligaciones y dar respuestas concretas a marplatenses y batanenses”, ponderó el concejal oficialista.

Además, destacó la política económica de “cuidado de los recursos, cumplimiento de las obligaciones de pago y compromiso con la planta municipal”. “La rendición –definió– representa el uso eficiente de los recursos públicos”.

Lejos de esa lectura, la opositora Virginia Sívori (Frente de Todos) sostuvo que las rendiciones de cuenta son un reflejo de las “falencias que se ven diariamente” en la ciudad.

“Es un municipio que no reaccionó, que no proyectó hacia el futuro”, lanzó. Y afirmó que las cuentas también muestran “un orden de prioridades alejado de las necesidades de los marplatenses y batanenses en 2020”.

Sívori consideró que la gestión “no estuvo a la altura de las circunstancias”, al tiempo que señaló que en la pandemia “se necesitaba un Estado presente” como el nacional y provincial. “Pero no nos cuidaron”, disparó.

La presidenta de la comisión de Hacienda recordó que el Concejo le dio la posibilidad al Ejecutivo de desafectar fondos afectados para usar por la pandemia, pero “se usaron para pagar salarios”.

“También nos llamó la atención y nos preocupa que hayamos encontrado resultados de inversiones financieras.
En el año de la pandemia, el gobierno municipal inmovilizó fondos de libre disponibilidad. El dinero que se podría haber destinado a cualquier gasto urgente no se usó”, marcó.

Sostuvo además que, a pesar del contexto, “los contribuyentes siguieron aportando” y se superó “el 80%” de lo proyectado en tasas y derechos.

El jefe del bloque de Acción Marplatense, Horacio Taccone, dijo que los gobiernos nacional, provincial y municipal “tratarán de justificar” lo que no pudieron hacer con la pandemia.

“Creemos firmemente que detrás de la pandemia en Mar del plata no hay un plan”, sentenció, al tiempo agregó: “Vemos un problema cada vez más grave: no sabemos a dónde queremos ir, estamos sin rumbo”.

Taccone también lamentó la “falta de visión estratégica” del gobierno local, y acotó que “Montenegro todavía no pudo mostrar todavía el motivo por el cual quiso el gobierno”.

Antes de la votación, el edil pidió que no se tome el voto a favor de las rendiciones como un aval político a esas carencias de gestión, sino como una decisión sobre “la ausencia de objeciones formales” que poseen los expedientes.

La última rendición de cuentas que se consideró fue la de Obras Sanitarias. A diferencia de las demás, se aprobó por unanimidad, con la abstención del Frente de Todos y el Frente Renovador.