La Ciudad

El conflicto por los residuos generó un fuerte cruce entre un juez y Arroyo

Antes de levantarse la medida de fuerza, el magistrado Daniel De Marco criticó en un fallo al Ejecutivo por su "impotencia para resolver el conflicto". El intendente respondió: "Voy a hacer una presentación ante el Consejo de la Magistratura".

El bloqueo del predio de disposición final de residuos que dejó dos días a la ciudad sin el servicio de recolección de basura generó ayer un fuerte cruce entre el intendente Carlos Arroyo y el juez de Garantías, Daniel De Marco.

La diferencia se generó cuando ayer a la mañana el magistrado rechazó desalojar a los manifestantes que impedían descargar desde el lunes los residuos en el predio con una dura resolución. “La denuncia penal parece expresar la impotencia del Ejecutivo para resolver el conflicto”, sostuvo. Y agregó: “Frente al reclamo de un grupo de no más de 10 personas que sobreviven en los márgenes de la marginalidad, comiendo los desperdicios de restoranes y los alimentos vencidos de los supermercados, la única respuesta de la agencia ejecutiva local no puede ser la solución del conflicto en el campo punitivo, sin transitar previamente el camino del diálogo y del consenso, pues no sólo incurriríamos en aquellos vicios, sino que el problema persistirá y seguramente recrudecerá”.

Si bien la fiscal Lorena Hirigoyen, luego de que el municipio presentara la denuncia, había solicitado el desalojo de los manifestantes ya que no permitían el ingreso y el egreso de los camiones de recolección de residuos, obstaculizando de esta manera el servicio de recolección, el juez rechazó la medida por considerar que aún se debían agotar las vías conciliatorias para arribar a una solución pacífica.

“La denuncia penal parece expresar más la impotencia por parte de las autoridades políticas para resolver un conflicto social con un grupo minúsculo de ciudadanos en estado de permanente supervivencia, que la voluntad de gestionar la conflictividad, haciendo recaer en el poder judicial las consecuencias por el resultado”, concluyó De Marco.

Poco después de la resolución del magistrado, el bloqueo se levantó y la recolección se normalizó (ver aparte).

La respuesta

Ante la contundente resolución de la Justicia, el intendente realizó ayer a la tarde una conferencia de prensa junto al subsecretario de Legal y Técnica Gustavo Gil de Muro para cuestionar la actuación de De Marco.

“El juez interviniente habla en la sentencia de ?una ínfima minoría?, al referirse a las diez personas que cortaron la entrada al predio. Es decir que el juez le da prioridad a la protesta equivocada de diez personas contra la salud de un millón de habitantes. Toda la ciudad ha sido sometida a un chantaje, prácticamente. Esta es la realidad”, dijo. Y adelantó: “Voy a hacer una presentación ante el Consejo de la Magistratura por esto, porque considero que la sentencia no tiene ni pies ni cabeza, es un dislate, no tiene ninguna lógica interna. Así no se puede seguir. Nosotros no hicimos nada. Intervino la policía y la fiscalía: hicieron bien su trabajo. Pero es evidente la intención política de meternos en un campo en el que no tenemos nada que ver”.

En otro tramo de la conferencia, Arroyo declaró que “da la sensación de que hay otro tipo de razonamientos. Los manifestantes dicen que comen basura o que comen alimentos vencidos. Yo no vi que el juez haya tomado indagatoria a nadie para saber qué comen”. “Nosotros queríamos que cesara el corte, porque el impedir un servicio público viola el artículo 194 del Código Penal. Estamos frente a la comisión de un delito. Eso está claro como el agua. De ahí a que no se lo quiera sancionar, es otra historia”, aseguró el intendente. Y agregó: “Yo creo que el derecho de petición a las autoridades existe y es constitucional. Nadie lo negó nunca y lo vamos a respetar siempre, pero protestar no significa generar una situación de salubridad pública peligrosa para un millón de personas. ¿Qué hubiera pasado si se hubiera largado a llover con todas las bolsas de basura en la calle, con los desagües tapados, las calles inundadas y todos los residuos esparcidos por la vía pública? El riesgo que corrió la ciudad fue enorme”.

Finalmente, Arroyo afirmó que “el bloqueo se levantó por una negociación, porque entendieron que esto no daba para más. Había recicladores que querían que se terminara el tema. No todos estaban en esa tesitura. Yo creo que fue una medida irracional: no hay ningún derecho a una ciudad esté sometida a ese tipo de medidas en donde corra peligro la salud de toda una población porque a 10 ó 20 personas se les ocurra”.

Por su parte, Gil de Muro sostuvo que el magistrado hizo “una interpretación de los hechos totalmente ajena a la realidad”. Entendemos que el juez yerra en su decisión, porque falta a la verdad cuando manifiesta que es el Ejecutivo municipal quien impulsó la denuncia buscando una solución punitiva por sobre el diálogo o consenso político”, explicó. Y agregó: “Cuando la fiscal Hirigoyen hace la solicitud de lanzamiento al juez, dice: ?se inician las presentes actuaciones en virtud de haber tomado conocimiento en la Comisaría 5ª de la Policía Departamental de que se estaría llevando a cabo en el predio de disposición final de residuos una manifestación”.

“Esto es la demostración de que no fue el Municipio quien instó la denuncia penal. No fue la comuna quien judicializó la cuestión, ni fue quien buscó la solución punitiva. La policía intervino de oficio y dio intervención a la fiscalía, quien ordenó una serie de medidas, como por ejemplo convocar el 18 a una audiencia de mediación penal. A dicha audiencia concurrió Eduardo Leitao del Emsur representando al municipio. Sin embargo los manifestantes no se hicieron presentes. Esto lo refleja la fiscal en uno de los motivos también para justificar el pedido de lanzamiento, porque considera que el municipio no solamente había cumplimentado con todas las tareas acordadas a la anterior mediación penal, hace unos dos meses”, puntualizó el funcionario. Y continuó: “Este martes ya se había trabajado intensamente en el predio y en el playón. Y se lo acondicionó. Entonces la fiscal argumenta la incomparecencia de los manifestantes a la mediación penal. Esto es otra clara demostración de que el Ejecutivo tenía voluntad de diálogo, de consenso político. Y fueron los manifestantes quienes no concurrieron a dialogar con el Ejecutivo”.

En ese sentido, Gil de Muro afirmó que “no había motivos para mantener el corte”. “Así lo reflejó la fiscal y el juez de Garantías omitió referirse al respecto, haciendo una interpretación equivocada, manifestando que no hubo intento de agotar la vía del diálogo por parte del Ejecutivo”, sostuvo. Y agregó: “Queda demostrado que no es así. Y quiero dejar en claro que, contrariamente a lo que dice el señor juez, el conflicto se levantó por la solución política que llevo adelante esta administración, cuando salió la decisión judicial rechazando la orden de lanzamiento hoy (por ayer), con posterioridad al mediodía, ya se había levantado el corte”.

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