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Deportes 8 de enero de 2017

El consenso es posible para la AFA

La solución empezó a buscarse en Mar del Plata.

La imagen de TyC Sports de la "cumbre" Russo - Tapia en Punta Mogotes. LA CAPITAL adelanta que tras ese encuentro es posible encontrar "un candidato de consenso".

por Vito Amalfitano

El presidente de Lanús, Nicolás Russo, y el titular de Barracas Central y del “Ascenso Unido”, Claudio “Chiqui” Tapia, empezaron a buscar en Mar del Plata la solución para el conflicto de la AFA, que deja a la entidad al borde de la desafiliación y que pone en peligro la reanudación de la actividad oficial para el mes de febrero.

Cuando el propio Maradona advirtió que la FIFA está cerca de desafiliar a la AFA por las últimas diferencias entre Primera División y ascenso, entre otros problemas, Russo y Tapia se reunieron ayer en Mar del Plata y tomaron un café en el Balneario 12 de Punta Mogotes, con la idea de la búsqueda de un consenso que evite el cisma definitivo.

En la semana volverán a reunirse ellos, y con representantes de ambas partes, de primera y del ascenso, en Buenos Aires y quizá también otra vez en Mar del Plata, pero LA CAPITAL, a través de una buena fuente, puede adelantar que ayer se dio “un primer paso” hacia “un consenso posible”. Y que no habría que descartar que esas elecciones a las que llamó unilateralmente “el Ascenso Unido” para el 15 de febrero terminen haciéndose con todos los asambleístas, es decir con la suma de los grandes del fútbol argentino, y que surja de allí un candidato y “un presidente de consenso”.

De la reunión de ayer entre Tapia y Russo en Punta Mogotes, de la que el canal TyC Sports pudo rescatar una imagen, surgió la primera posibilidad de ese consenso.

Dos ex candidatos

Tanto Russo como Tapia fueron candidatos a presidentes de AFA para las frustradas elecciones que estaban previstas para el 30 de junio del año pasado y que fueron abortadas por una intervención de la Inspección General de Justicia (IGJ), inducida por el gobierno nacional, y posterior advertencia de la FIFA. Una crisis provocada que desembocó en un conflicto mayor y una gran incertidumbre para el futuro mediato del fútbol argentino.

También a instancias del gobierno nacional se nombró una Comisión Normalizadora, más allá de que fue designada por la FIFA. Al frente de ella quedaron Armando Pérez, que era el candidato preferido del presidente de la Nación, Mauricio Macri, y Javier Medín, quien “comanda” ahora esta virtual acefalía, cuando no llegan los fondos que le corresponden a los clubes del contrato de Fútbol para Todos.

En una de las pocos puntos en los que coincidieron los dirigentes de los clubes grandes y la mayoría de los de Primera División y los directivos del ascenso es en la inoperancia de esta Comisión Normalizadora, que en medio año de gestión no cumplió con el primer objetivo para el que la nombró la FIFA, darle un nuevo estatuto a la AFA. Además, esta Comisión “DESnormalizadora” trabajó más para operar para el gobierno que para reordenar la AFA.

En este contexto el jueves pasado una autoconvocatoria de clubes del ascenso y Ligas del Interior, más seis representantes de Primera, liderada por el propio Tapia, sumó 50 representantes y convocó a una Asamblea Extraordinaria para el 15 de febrero, a las 18, en Ezeiza, con el objetivo de elegir a un nuevo presidente de AFA.

Pero resulta que hay otros 24 clubes de primera, entre ellos los más grandes, que no tuvieron participación en esta reunión.
Por lo pronto, el medio centenar de asambleístas presentes dio el marco legal que el estatuto vigente exige sobre la presencia de las dos terceras partes del total.

De acuerdo con el artículo 9 del estatuto vigente de AFA se establece que los asambleístas pueden pedir una Extraordinaria si reúnen 50 votos.
Pero la cuestión es que la FIFA había nombrado justamente una Comisión Normalizadora para que las próximas elecciones se hagan bajo un nuevo estatuto, con lo cuál afloró el peligro de una desafiliación.

Lo económico y lo político

Al mismo tiempo a los clubes se les debe 350 millones de una deuda anterior del gobierno y aun no se resolvió la indemnización por la rescisión unilateral del contrato del Fútbol para Todos.

“El problema del fútbol es muy grave y hay clubes que en 15 días no podrían abrir sus puertas, pero el problema paradójicamente es político, no económico, o lo económico está provocado por lo político”, había advertido en la semana Nicolás Russo, presidente de Lanús, y quien era uno de los presidenciables en la AFA antes del virtual “golpe de Estado” que se dio antes de las elecciones previstas para el 30 de junio del año pasado, después de la intervención de la IGJ, el propio gobierno nacional y la FIFA.

“Acá hay un problema inmediato, que es el dinero que nos adeudan a los clubes y otro mediato que es la forma de financiación del fútbol y de que forma el gobierno va a resolver la rescisión del contrato del televisación”, había dicho en la semana Russo desde Mar del Plata en diálogo con el programa Arqueros, ilusionistas y goleadores que se emite por la radio AM 750.

“Acá hay una cuestión que no se termina de resolver, para renegociar un contrato nuevo tenés que tener finalizado y arreglado el otro. Al gobierno le quedaban tres años de contrato, con más de siete millones por pagar y no quiere poner un peso. Y además me quiere decir a quien le tengo que dar el fútbol”, había lanzado también Russo.

Ese es el problema económico. El político empezó a tratar de arreglarlo el propio Russo al reunirse con Tapia ayer en Mar del Plata.



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