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Policiales 31 de mayo de 2021

El cordobés que viajó con Covid para ver a su novia irá a juicio

El joven de 23 años está imputado por la Justicia Federal por violación de medidas sanitarias para impedir la introducción o propagación de una epidemia y falsedad ideológica de un instrumento público. El amigo que le facilitó el documento de identidad también irá a juicio.

El cordobés detenido en Mar del Plata.

La Fiscalía Federal pidió que fuera a juicio el joven cordobés de 23 años que el año pasado, teniendo coronavirus, viajó a Mar del Plata para ver a su novia y recorrió más de mil  kilómetros desde Córdoba con documentación ideológicamente falsa, dado que el DNI, la cédula verde y el registro de conducir –como el auto en que se trasladó- eran de un amigo, quien quedó involucrado como partícipe necesario del hecho.

El principal acusado llegó a Mar del Plata por la ruta 226 el 20 de junio de 2020. En el último control, como en los anteriores, presentó la documentación del vehículo en que viajaba en regla y una Declaración Jurada Excepcional para Circulación de Emergencia Sanitaria, donde constaba que venía a Mar del Plata a cuidar a una señora mayor. Le dijeron que era obligación un aislamiento de 14 días o el hisopado para determinar la presencia o no de coronavirus, y ya que optó por esta última alternativa, lo escoltaron hasta un laboratorio privado. Cuando se conoció que había arrojado resultado detectable para Covid-19, lo llamaron de inmediato. Pero el teléfono lo respondió el dueño de esa identidad, su amigo, que no estaba en Mar del Plata sino en Córdoba.

La investigación, que permitió desentramar los hechos, fue desarrollada por la Fiscalía Federal N°1, a cargo de Laura Mazzaferri, quien formuló la acusación por infracciones a los artículos 205 y 293 del Código Penal, en concurso real. “En orden al delito de violación de medidas sanitarias para impedir la introducción o propagación de una epidemia (art. 205 CP), ha quedado demostrado -con el grado de certeza que en esta etapa se exige- que la conducta desplegada por los acusados ha ido lisa y llanamente en contra de las medidas sanitarias dispuestas”, sostuvo la fiscal en su dictamen.

Fue en el contexto de crisis sanitaria por la pandemia, que el principal acusado se trasladó desde la ciudad de Córdoba hasta Mar del Plata, a fines de encontrarse con su pareja, falseando el Certificado Único Habilitante para Circulación y exhibiendo a cada requerimiento documentación de un tercero. “Ello a sabiendas de las estrictas restricciones impuestas en torno a la circulación interjurisdiccional, puesto que se movilizó, como se indicó, muñido de documentación ideológicamente falsa, a fines de garantizarse su ingreso a la ciudad. Además, se sometió al hisopado preventivo exigido por el Municipio al que intentaba ingresar aduciendo razones de fuerza mayor, para la atención de una familiar, utilizando también los datos de (su amigo), dificultando así cualquier tipo de rastreo epidemiológico y la correcta actividad de la autoridad sanitaria”, acusó la fiscalía.

En este sentido, planteó que a partir de las conductas del joven, que estaban de por sí restringidas por las autoridades sanitarias de control, “se expuso a terceros a un riesgo -sin dudas- evitable”. “Se suma a ello, el dispendio de recursos humanos y materiales desembolsados por la administración pública – consecuentemente por parte de los contribuyentes- con el objeto de dar respuestas oportunas a las secuelas derivadas del accionar ilícito”, explicita el requerimiento de elevación a juicio haciendo allí alusión, no sólo a la actividad desplegada en función de la investigación penal de los sucesos, sino también desde el punto de vista epidemiológico.

Una confesión por teléfono

El joven cordobés había hablado con LA CAPITAL cuando estalló el escándalo a nivel nacional por su conducta y confesó que su viaje había sido para ver a su novia.

En ese momento, su máxima preocupación era poder contarle lo sucedido a su familia y cumplir con el aislamiento junto a su novia y no en un hotel. No sabía lo que venía después: la imputación de un delito grave, el embargo por un millón de pesos y arrastrar a su amigo en el proceso.

En esa charla con LA CAPITAL, el joven había explicado que ingresó a Mar del Plata con el documento de su amigo ya que “como el auto era de él no quería tener problemas”. E incluso reveló que llegó con un permiso a nombre de su amigo, al tiempo que también tramitó otro con su verdadera identidad. “Por eso tengo mi documento también acá”, añadió.

Si bien en un principio sostuvo que había venido a la ciudad para asistir a su abuela, finalmente por teléfono se quebró y reconoció la verdad, que había hecho todo el viaje para estar con su novia.