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Interés general 30 de noviembre de 2023

El crimen de una mujer que encierra una historia familiar de sangre y fuego

La Justicia investiga el ataque a tiros perpetrado por dos hermanos de 20 y 16 años contra su tía, su padre y su abuelo. La mujer Evangelina Elizabeth Sanche (42) murió y se escribió el más reciente capítulo de una familia violenta.

El 19 de noviembre pasado Ernesto Lucas Sánche (20) y un hermano de 16 atacaron a tiros a su tía Evangelina Elizabeth Sanche (42). También a su propio padre, Víctor Sanche (39), que estaba con una salida transitoria en una causa por homicidio. También a su abuelo Ernesto Casilmiro (65). Los dos hombres sobrevivieron, pero la mujer no: se cree que habría sido rematada tras un primer disparo que la había herido.

Los pormenores del brutal y sangriento ataque comienzan a conocerse con el correr de los días y la colaboración de nuevos testigos, como los dos que podrían presentarse en las próximas horas con reserva de identidad ante la fiscal del caso, Mariana Baqueiro, del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil.

Según pudo saber LA CAPITAL, el abogado de las víctimas, Mauricio Varela, acompañaría con más pruebas la continuidad de un expediente que por el momento imputa cargos a los hermanos Sanche por los delitos de homicidio doblemente agravado por el uso de arma y la participación de un menor respecto a la tía de ambos, tentativa de homicidio triplemente agravado por el uso de arma, la participación de un menor y agravado por el vínculo, respecto al padre, y lesiones respecto al abuelo.

Víctor Sánche aún permanece internado en el Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) en estado reservado.

Discusiones
y muerte

El demencial rapto de violencia del 19 de noviembre tuvo como germen iniciador una discusión ocurrida días antes en el cumpleaños de las hijas de Evangelina Sanche. De acuerdo a los datos a los que accedió este medio, en ese esa fiesta los dos hermanos -primos de las cumpleañeras- llegaron sin ser invitados y confrontaron con otros jóvenes.

La situación fue tan violenta que los amigos de la familia no pudieron salir de la casa por temor a ser atacados, ante lo cual alguien del cumpleaños llamó a la familia.

Esto, si bien posibilitó que los amenazaran se fueran de la casa, creó un foco de conflicto mayor: sabido es el rechazo que existe en esos ámbitos de dar participación a la policía en los problemas interpersonales.

Lo que sucedió en los días siguientes fue que las amenazas se multiplicaron hasta que llegó la noche del 19. Ese día se encontraba en la casa de su tía, Víctor Sanche, el padre de ambos. Vale aclarar que este hombre se encuentra cumpliendo una pena por homicidio y que le habían sido concedidas salidas transitorias. Entonces empezó el reproche por haber llamado a la policía, se mezcló en el medio una discusión por River y Boca, y finalmente la violencia se precipitó.

La primera baleada fue Evangelina Sanche cuando salía de la casa. La familia asegura que la hirieron y luego la remataron. Después los hermanos le dieron tres tiros a su propio padre y dispararon también contra el abuelo, quien sufrió una herida menor al forcejear.

Los testigos, entre ellos algunos familiares directos más, indicaron que una de las armas empleadas estaba pintada de rosa y la otra era negra y gris. Casualmente, en fotos subidas a redes sociales se lo ve a Ernesto Lucas Sanche con pistolas similares.

Una historia
de crímenes

La secuencia trágica ocurrió en un sector de la denominada Villa Berutti, un emplazamiento de viviendas precarias y no tanto dentro del extenso barrio Libertad.

La familia Sanche es conocida en esa zona de Mar del Plata porque, al igual que otros clanes, está vinculada directamente al delito. Probablemente haya algunos integrantes que paguen con su apellido la violencia de sus parientes. Pero la realidad es que se trata de un grupo familiar de alta conflictividad y que en la Villa Berutti se le teme.

Si bien desde hace al menos dos décadas el apellido Sanche transita fiscalías y juzgados de Mar del Plata, la primera referencia apareció en el año 2009, cuando con solo 15 años Esteban “Pichi” Sanche participó en el asesinato de Víctor “Puchili” Espinosa (18). El 30 de enero de ese año, “Pichi” Sanche y dos amigos mayores de edad esperaron en una esquina del barrio Aeroparque a Espinosa y lo mataron a tiros. Por ser inimputable, “Pichi” Sanche fue sobreseido y no fue a prisión. Sin embargo, no pasaría mucho tiempo hasta caer preso.

Lugar en donde fue asesinado "Coche" Sanche.

Lugar en donde fue asesinado “Coche” Sanche.

Apenas superó la mayoría de edad, “Pichi” Sanche fue detenido por distintos delitos y recibió una condena de 6 años, pero el 27 de septiembre de 2015 volvió a matar. Esta vez la víctima fue el dolorense Christian Auciello (42), un hombre con problemas de adicciones que al salir de un “point” fue asaltado por “Pichi” Sanche, quien para quitarla la droga lo mató. Auciello murió en Santa Cruz y Calaza, plena Villa Berutti.

En el momento de matar a Auciello, “Pichi” Sanche iba de acompañante en una Yamaha YBR. Para la fiscal María Isabel Sánchez, quien manejaba era el hermano Jonathan “Coche” Sánche y ordenó detenerlo. La fiscal creía que la mecánica era similar a lo que había pasado en agosto de ese 2015, cuando un hombre llamado Rubén Calderón había sido atacado por los hermanos. Y la misma que había sido desplegada contra un joven de Strobel y Calaza que terminó baleado y con una colostomía.

“Pichi” Sanche fue condenado a 11 años de prisión por el crimen de Auciello, mientras que su hermano “Coche” Sanche, en diciembre de 2015, también en las proximidades de la Villa Berutti, asesinó de un disparo a Damián Rodríguez. Por ese crimen “Coche” Sánche recibió en 2017 recibió 14 años de prisión.

A pesar de esta condena, “Coche” Sanche fue beneficiado con el arresto domiciliario, que cumplió, por supuesto, en una casa de las cercanías de la Villa Berutti. Se libró de la cárcel pero no de sus numerosos enemigos, uno de los cuales lo atacó a tiros el 9 de julio de 2021 y lo mató.