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La Ciudad 4 de marzo de 2018

El debate por el cobro a extranjeros también se instaló en Mar del Plata

Las autoridades de la Universidad se pronunciaron en contra. La directora de Derechos Humanos del municipio estableció condiciones. La incidencia en la ciudad sería mínima.

El debate por la iniciativa para restringir, vía compensación o arancelamiento, la prestación de servicios de salud y educación universitaria que el país presta a extranjeros no pasó desapercibido en Mar del Plata.

Después de que el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, impulsara un proyecto que prevé el cobro de asistencia médica a extranjeros no residentes, y de que el jefe de Gabinete de la Nación, Marcos Peña, pidiera extenderlo a todo el país, las repercusiones locales no se hicieron esperar.

“Las universidades públicas gratuitas tienen una rica tradición de recibir estudiantes de América Latina. Nos llena de orgullo que nos elijan; enriquece culturalmente nuestras aulas y favorece la integración regional, que debe ser de los pueblos, no sólo de los gobiernos”, escribió en su cuenta de Twitter el rector de la Universidad Nacional de Mar del Plata, Alfredo Lazzeretti.

El vicerrector, Daniel Antenucci, apuntó por la misma vía: “Europa invierte en becas Erasmus, USA en Fulbright, entre otras, para que lleguen estudiantes extranjeros que volverán a sus países e influenciarán en lazos culturales. Nosotros contamos con la universidad pública y gratuita para establecer esos lazos estratégicos para una Nación”.

La matrícula de la Universidad Nacional de Mar del Plata está conformada por un 87% de estudiantes marplatenses, un 10% que provienen de las ciudades vecinas del sudeste bonaerense y un 3% del resto del país y el mundo.

Los del exterior no llegan al 1%. “Son menos de 300 sobre un total de casi 30.000”, detalló el rector, y marcó que en su mayoría son brasileños que se incorporaron a la carrera de Medicina. “Nos va a resultar muy enriquecedor su presencia aquí. Nos parece que no es correcto cobrarles, que hace a la integración latinoamericana y en particular a la integración del Mercosur, que no sólo tiene que pasar por lo comercial, sino que tiene que contribuir a la integración de los pueblos y de la educación superior y las universidades”, definió.

Lazzeretti consideró “un error” el proyecto presentado por un grupo de diputados nacionales de Cambiemos que busca modificar el artículo 6° del régimen de migraciones, que garantiza el acceso igualitario a los servicios públicos de todos los inmigrantes.

“Nos parece una equivocación. La universidad argentina ha sido de alguna manera el faro cultural de toda América Latina. Y creo que es un hecho muy importante que nos elijan. Que vengan a estudiar a nuestras universidades ya es un motivo de orgullo. Además, eso genera una importante riqueza cultural”, insistió.

En el plano sanitario la incidencia que tendría el proyecto no sería mayor. En el Hospital Materno Infantil confiaron a LA CAPITAL que, salvo excepciones, no concurren extranjeros que no sean residentes. “En la mayoría de los casos son bolivianos o chilenos que trabajan en la periferia y son residentes”, mencionaron.

La iniciativa de los diputados de Cambiemos mantiene la gratuidad siempre y cuando haya “condición de reciprocidad”, es decir que el país de origen de los extranjeros que residan en forma precaria o temporaria en Argentina reciba en las mismas condiciones a los ciudadanos argentinos.

Si no hay reciprocidad, el proyecto contempla la posibilidad de acordar una compensación de Estado a Estado, mediante la que el país extranjero pague la atención de su ciudadano en la Argentina. Pero si no hay reciprocidad ni compensación, la tercera opción sería el arancel a pagar por el paciente del exterior.

La directora de Derechos Humanos del municipio, Sonia Rawicki, consideró sustancial hacer una distinción “entre los extranjeros que deciden radicarse en el país” y los que “están ingresando en supuestos tours médicos” a las provincias norteñas.

Los primeros, puntualizó, “tienen el pleno goce y ejercicio de los derechos de todas las personas que residen suelo argentino” establecidos en el preámbulo de la Constitución Nacional y los convenios internacionales firmados por el país, que se convirtieron en ley luego de su aprobación.

No sería el caso de “las personas que, conforme toda esa información que circula, están ingresando al país en supuestos tours médicos”.

También subrayó la necesidad “dejar a salvo, porque es un derecho humano básico, las cuestiones de urgencia”, entre las que ubicó a las que pueden sucederle a alguien que ingresa en carácter de turista. No dejaría de ser una excepción clave para una ciudad que apuesta a una mayor conectividad aérea para captar turismo internacional.

En esa línea, los turistas que en forma urgente necesiten asistencia “deben ser atendidos porque justamente las condiciones de los convenios internacionales es garantizar el derecho humano básico a la salud”, recordó Rawicki.
Con esas salvedades, la funcionaria acompañaría un proyecto como el que presentaron los diputados de Cambiemos.

Menos reparos tuvo Alejandro Capparelli, director del movimiento Salta Ciudad de Bendición, que presentó en la legislatura salteña un proyecto de ley que prevé el cobro de un seguro de salud para la atención de extranjeros.

A su entender, los países de los que provienen deberían “tener la obligación de velar” por su bienestar a través del pago de la atención médica que reciban en los establecimientos públicos argentinos. Esto “generaría mayor ingreso a las arcas de la provincia de Salta y la Nación”, lo que implicaría “una ayuda” a los municipios de esa provincia y la posibilidad de que los hospitales y salas sanitarias puedan “estar en mucho mejores condiciones”.

En 2016, con argumentos idénticos, Capparelli había presentado la iniciativa en el Concejo Deliberante de Mar del Plata, donde fue archivada.