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Opinión 7 de junio de 2022

El elefante en la habitación: el sistema previsional argentino

Opinión.

 

*Por Johanna Panebianco

¿Qué hacemos con el “elefante en la habitación” que en la Argentina tiene nombre y apellido y se llama Sistema Previsional? ¿Qué hacemos con este tema difícil, complejo y necesario que todos conocemos, pero del que nadie se atreve a hablar? O mejor dicho, se habla pero no se resuelve.

Hoy, ante un escenario de suma fragilidad económica y elevados índices de informalidad, con la combinación de constantes decisiones políticas discrecionales e injustas (como fue la suspensión de la movilidad, los aumentos insuficientes por decreto, los bonos para la jubilación mínima y una permanente política de devaluación de los haberes), es necesario reflexionar sobre la sustentabilidad de nuestro sistema previsional que es lo único que va a garantizar jubilaciones dignas sostenidas en el tiempo.

En este sentido, tenemos dos opciones: 1) repensamos las reglas del sistema o 2) repetimos los errores del pasado, como se hizo en los últimos 25 años donde se impulsaron distintas reformas sin un solo cálculo serio, ni pensando en lo que se venía.

Lamentablemente los cambios a las apuradas, el intento de achicar el gasto de golpe mostrando alguna señal rápida y la falta de reglas claras nos llevaron a un país dónde:

12 millones de trabajadores, que representan al 27% de la población, sustentan a un 40% que recibe de asignaciones y prestaciones.

De las 7 millones de personas jubiladas y pensionadas de ANSES, la mitad accedió a través de la moratoria; es decir, sin aportar todo lo que se necesitaría, y en algunos casos, nada.

Una cobertura previsional de casi el 100%, pero inequitativa e insostenible.

Y un sistema previsional que no se condice en absoluto con su otra cara que es el mercado laboral: este sistema se pensó hace más de 100 años y no toma en cuenta los cambios demográficos ni las transformaciones que sufrió el trabajo.

La pregunta entonces es ¿por qué se privilegió el parche y no la discusión profunda? ¿Por qué no repensar de verdad las reglas para que sea sustentable? Tal vez la respuesta más escuchada es: “porque es Argentina y todo, absolutamente todo, se puede atar con alambre”. Ejemplos, sobran: déficit fiscal, inflación, coparticipación, y más.

El problema es que todos los puntos anteriores dependen en definitiva de cómo se fortalezca la calidad del Estado, y la calidad del Estado solo se fortalece si discutimos, de una buena vez, la institucionalidad y las reglas claras de nuestro país. Algo que Mauricio Macri logró establecer, pero que quienes lo sucedieron se encargaron de demoler.

Todo esto nos debe interpelar a nuestra generación. Porque es nuestra responsabilidad entender que este sistema así como está no va a caminar mucho más, y quienes gobiernan parecen ofrecer los incentivos equivocados.

Vivimos discutiendo moratorias y bonos, pero no el problema de raíz. El problema no es la solidaridad del sistema, que quien trabaje sostenga a los jubilados actuales; sino que hay cada vez menos empleo y más empleo informal y esto hace que los aportes para sostener el gasto sean cada vez menores. Un gasto que, a su vez, es cada vez mayor porque, afortunadamente, las personas cada vez vivimos más años. Pero, además, porque con ese ingreso también se sostienen otras prestaciones no contributivas. Así, el mecanismo es imposible de garantizar.

Entonces, o generamos las condiciones para producir empleo formal a los fines que el sistema vigente funcione, o lo adecuamos a la realidad de nuestro país, acompañando a todos los sectores. Y esto hay que asumirlo, entenderlo y enfrentarlo.

El presente de muchísimas personas mayores está en juego. Pero también el nuestro, y el de futuras generaciones ¿Cuánto más vamos a sostener que ese no es “mi problema”? ¿Cuánto más vamos a hacer una excepción? ¿Hasta cuándo vamos a alimentar a este “elefante” que gasta cada vez más en jubilaciones, pero no ofrece mejores prestaciones, sino, todo lo contrario, es cada vez menos equitativo, menos sustentable y menos solidario? Si no despejamos la habitación, el problema será cada vez mayor.

*Diputada de la Provincia de Buenos Aires (Juntos).



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