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La Ciudad 12 de diciembre de 2022

El escrache a Luciani en un restaurante del Puerto, la aparición de la grieta y los dichos de los protagonistas

Todos los entretelones de lo que es noticia en Mar del Plata.

Tras varias jornadas agobiantes y estresantes, y habiendo sido uno de los principales actores de la investigación que terminó con una condena a 6 años de prisión para la vicepresidenta Cristina Kirchner -el Tribunal la encontró culpable de defraudación al Estado por el direccionamiento de la obra pública en favor de Lázaro Báez- el hombre optó por “desenchufarse”´el fin de semana largo en Mar del Plata. “Quiero comer buen pescado”, le pidió al influyente político marplatense por teléfono, quien se encargó de hacer la reserva a su propio nombre, aunque finalmente no concurrió a la cena. El sábado pasadas las 22, el fiscal Diego Luciani -que volvía a ser parte de la agenda periodística ya que se estableció que insistirán ante Casación con la acusación por asociación ilícita contra Cristina Kirchner al tiempo que pedirá que investiguen posibles delitos reflejados en los chats entre José López y Máximo Kirchner-, junto a cinco personas más ocupó la mesa reservada en el restaurante Lo de Fran, especializado en cocina de mar, en la Avenida de los Trabajadores al 100.

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Su presencia pasaba inadvertida y la charla en esa mesa era por demás animada. El resto de los comensales, no más de 25 en total, ya disfrutaban algunos de los promocionados platos del lugar. Sin embargo, todos se sorprendieron cuando una mujer se levantó de otra mesa y comenzó a alzar la voz. Su compañero de cena, el reconocido encuestador y analista responsable de la Consultora Equis, el kirchnerista Artemio López, también pareció sorprenderse por la vehemencia con la cual empezó a hablar la mujer, o, mejor dicho, a increpar al fiscal. “Luciani, la historia te va a condenar”, repetía a los gritos la mujer. Recién entonces el resto de los comensales que se encontraban en el restaurante supieron que el apuntado era el “famoso fiscal”. De hecho, muchos lo aplaudieron y hasta algunos expresaron a viva voz un “¡Aguante Luciani!….

 

“Nadie entendía nada”, reconoció ante este medio el privilegiado testigo del acontecimiento. El fiscal Luciani, lejos de amedrentarse, y pese a que desde su mesa le pedían que no reaccionara, se puso de pie y también respondió alzando la voz. “A ustedes los va a condenar la historia, señora”, enfatizó en dos oportunidades. Desde el exterior del local, el custodio de Luciani detectó que algo extraño estaba sucediendo. Ingresó raudamente y buscando poner paños de agua fría, alejó al hombre de la justicia separándolo a una distancia prudencial de la compañera de Artemio. Luciani se sentó y dirigiéndose a sus acompañantes fue categórico. “Nos vamos”, ordenó. Ya todos enterados en el restaurante de la discusión verbal y la identidad de los protagonistas, el fiscal abandonó el lugar junto a sus cinco acompañantes, entre aplausos y gritos de aliento. “No afloje”, “Vaya a fondo” y hasta algún “gracias por hacer justicia” se escucharon en la “retirada”, mientas la mujer, ahora más calmada, se sentó junto al encuestador y siguió cenando.


No dejó de llamar la atención cómo se fueron tergiversando los hechos con el correr de las horas. En momentos en que estas líneas se publicaban en la página web de LA CAPITAL, en determinados medios capitalinos se mencionaba que el fiscal había sido agredido físicamente, lo cual claramente no sucedió. Y lo peor de todo fue que desde la política hubo dirigentes que se hicieron eco de tal situación. De hecho, la presidenta del PRO, la diputada nacional Patricia Bullrich, escribió en su cuenta de Twitter “Todos somos el fiscal Luciani. No queremos más violencia”, ilustrando su posteo con un artículo cuyo título rezaba “Golpearon y agredieron a Diego Luciani, el fiscal que denunció a Cristina Kirchner”. Dicho tuit fue replicado por numerosos dirigentes del PRO e incluso del radicalismo, como Alfredo Cornejo. En cuanto a la accidentada cena en el restaurante portuario, no hay registro fotográfico de la encendida discusión. “Nos tomó de sorpresa”, reconocían quienes, tras lo vivido, tenían una buena anécdota para relatar ante familiares y amigos.

 

Lo que sí se conoció con el correr de las horas fue la identidad de la mujer que increpó a Luciani, confirmándose que se trató de Clara Abelenda. Y también el mismo Luciani, en declaraciones periodísticas, nada dijo de haber sido golpeado. El fiscal describió los hechos en diálogo con el diario Clarín y confió que “el aire estaba enrarecido y no nos sentíamos cómodos. Comimos unas entradas y decidimos irnos. Pedimos la cuenta y el mozo se acercó para saber si queríamos quedarnos y pedir algo más. Le conté que no me había sentido cómodo y ante su sorpresa le expliqué por qué”, sostuvo, y confirmó que la mujer le dijo “a vos la historia te va a condenar”, al tiempo que admitió que le respondió que “a ella la iba a condenar la historia”. Luciani le dijo a Clarín que en ese momento algunas personas empezaron a aplaudirlo y la señora se le abalanzó de manera violenta. “La persona que estaba saliendo conmigo puso su brazo para que no me pegara y otro comensal le gritó que no se metiera con una mujer”, apuntó. En el diario La Nación, en tanto, se reprodujeron declaraciones del propietario del restaurante, Francisco Rosat, quien sostuvo que “no hubo agresiones físicas directas y consumadas”.

No obstante, esta noche, en su cuenta de Twitter, Artemio López escribió que “más allá del anecdotario típico de una sociedad polarizada, sé fehacientemente que Luciani agredió verbalmente a mi mujer, advirtiéndole que la iban a juzgar por motivos que desconozco. Su acompañante la zamarreó del brazo y le quiso pegar frente a lo que comensales le gritaron ‘con una mujer no, con una mujer no’. Amenazas, violencia de género con agresividad manifiesta en el comportamiento de un fiscal de la Nación y su acompañante cuyo nombre por ahora desconozco”, tuiteó. “Cuanta indignación noto en la derecha neoliberal cipaya dedicada a defender misóginos y apretadores. Y hacerlo además en un país donde celebraron el intento de magnicidio de la vicepresidenta”, completó.
El restaurante del Puerto en el que se registraron los hechos emitió un comunicado en el que se solidarizó con el fiscal, como así también con el resto de los clientes, a raíz del “mal momento” que tuvieron que vivir. “Ante lo ocurrido el pasado sábado en nuestro local, Lo de Fran Cocina de Mar quiere expresar su repudio contra todo tipo de acto de violencia verbal y/o física y pedimos disculpas a nuestros clientes por el mal momento vivido”, expresaron desde el local gastronómico ayer a través de un comunicado de prensa que también fue publicado en su cuenta de la red social Instagram. Seguidamente, y en concordancia con lo publicado por LA CAPITAL, quisieron “dejar en claro” que el fiscal Luciani fue a comer con amigos al local tras una reserva previa hecha a nombre de otra persona “como un cliente más y como tantos otros funcionarios, políticos, actores, deportistas y figuras públicas” que “siempre” recibe el restaurante.


“Lo de Fran nació como un lugar donde la única ideología es cocinar para nuestros clientes, para quienes trabajamos y nos esforzamos cada día, entendiendo que la mesa es el punto de encuentro por excelencia de los argentinos. Un sitio de puertas abiertas donde nunca se hizo, ni se hará, ningún tipo de discriminación por ideologías políticas, religiosas, ni de género”, aseguraron. Por ello, repudiaron “todo tipo de violencia” y le hicieron llegar a Luciani públicamente su “solidaridad ante la situación vivida”. Por la tarde, en declaraciones a distintas radios, el dueño del establecimiento recordó que en al menos otras dos oportunidades comensales conocidos debieron retirarse ante agresiones de otros clientes e identificó a la pareja de actores Nancy Duplaá y Pablo Echarri y a “gente de Mar del Plata cercana a Amado Boudou”.

 

La Asociación de Fiscales y Funcionarios del Ministerio Público Fiscal de la Nación (AFFUN) repudió “enérgicamente el ataque” al fiscal Diego Luciani, quien “fue agredido verbalmente por gestores políticos, en un lugar público, en presencia de su familia y allegados, pretendiendo un inmerecido escrache”. La entidad de fiscales responsabilizó “a toda la dirigencia oficial, y directamente al Poder Ejecutivo, como jefe de las fuerzas de seguridad, de cualquier afectación a la integridad física y la salud de los fiscales, sus colaboradores y familiares”. Además, exhortó “a los representantes de la sociedad a ser muy prudentes en las críticas a las instituciones judiciales, debiendo evitar cualquier riesgo de incurrir en injerencias prohibidas en la función jurisdiccional”. “Las controversias pueden ser interpretadas con un sesgo amedrentador ante cualquier decisión adversa a los intereses particulares”, advirtió la AFFUN.