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El femicida de Melina Briz fue beneficiado con el programa “Casas por cárceles”

Ariel Troncoso (51), había sido condenado a 18 años de prisión por el crimen de quien era su pareja y el juez Juan Galarreta le concedió el beneficio de un régimen abierto. Tanto la fiscalía como la abogada de la familia de la víctima, Adelina Martorella, se opusieron a la medida. juez de Ejecución Penal Juan Galarreta.

La Justicia le concedió el beneficio de continuar su condena en el régimen abierto “Casas por cárceles” a Ariel Troncoso (51), el femicida de Melina Briz condenado en 2015 a 18 años de prisión.

El juez de Ejecución Penal Juan Galarreta, concedió a Troncoso el beneficio de poder cumplir parte de su condena en un régimen abierto y ordenó que inicie terapia psicológico, atento a que el año pasado podría estar en condiciones de pedir la libertad condicional.

Por otra parte, Galarreta rechazo “por el momento” concederle salidas transitorias al hombre que fue condenado a 18 años de prisión por el delito de “homicidio agravado por alevosía”. Cabe recordar, que cuando Troncoso cometió el crimen, no existía la figura de “femicidio”.

Troncoso mató a Melina Briz, una joven de 18 años con la que había estado en una relación afectiva durante 3 años y a quien le llevaba 22 años, el día 10 de febrero de 2012 en Balcarce.

Troncoso ahorcó a Melina, le cortó las muñecas para que se desangrara, tiró su cuerpo en un descampado a la vera de una ruta, la dejó desnudó, la tapó con cal, pasó y ramas y tiró sus pertenencias a lo largo del camino. Además, se hizo pasar por ella al mandar mensajes de texto.

El caso había tenido un giro impensado, ya que había ido a foja cero luego que los jueces de la Cámara de Apelaciones y Garantías determinaran que Troncoso se había declarado culpable luego de la coacción del personal de policía que lo había detenido en Balcarce.

Tanto el fiscal Fernando Berlingeri como la abogada de la familia de Melina Briz, Adelina Martorella, se opusieron a que Troncoso recibiera el beneficio de las salidas transitorias y de pasar su condena en un régimen abierto.

“Desde la perspectiva de género, su conducta es de las mas deleznables en el abanico de delitos de nuestra legislación y que ese es el punto de partida para analizar la vida carcelaria que transita este sujeto”, expresó la abogada Martorella en una audiencia ante el juez Galarreta, acompañada del padre de la víctima.

Para la abogada no se trata de aplicar, “cual autómatas”,  los plazos que consagra la Ley de Ejecución Penal, sino que se trata de ver cuál es el resultado de la prevención especial, teniendo en cuenta que desde el Servicio Penitenciario “se le brindaron y se le brindan a este sujeto todas las posibilidades para una sincera rehabilitación, pero ignoró a todas y cada una de ellas”.

Martorella expuso que Troncoso no realizó una vida carcelaria para reinsertarse en la sociedad una vez terminada su condena. La abogada explicó que el femicida no realizó ninguna labor educativa, ni cultural, ni deportiva, espiritual, ni realizó ninguna capacitación para obtener un oficio extra muros.

Además, la letrada resaltó algo insólito: quien se ofreció para ser el tutor conductual de Troncoso es un hombre al que conoció en el pabellón de la cárcel. “Esto es, ni más ni menos, afirmar que un delincuente será tutor de otro delincuente. Es un insulto a la familia de la víctima y a la Justicia misma“, expresó.

A pesar de los argumentos expuestos por el fiscal Berlingeri y por la abogada Martorella, el juez Galarreta dijo que, por el momento, no le concedería a Troncoso el beneficio de las salidas transitorias, pero sí el de estar en un régimen abierto. En octubre del año que viene, el femicida de Melina Briz podrá pedir la libertad condicional, a lo que ya adelantaron que también se opondrán.

Sin culpa ni remordimientos

En un informe psicológico realizado a Troncoso en la cárcel en mayo de este año, la profesional consideró que el condenado se muestra respetuoso, con un despliegue discursivo escueto, desprovisto de correlato afectivo y reticente cuando se abordan tópicos enlazados a su proceder disruptivo.

La psicóloga remarcó que si bien Troncoso reconoce haber asesinado a Melina Briz, “su posicionamiento subjetivo resultaría desprovisto de afectividad sin lograr dimensionar la gravedad de sus actuaciones”. La profesional consideró que el hombre utiliza mecanismos “justificatorios”, con escasas posibilidades de implicarse subjetivamente, así como de involucrarse en un proceso reflexivo y de revisión crítica de su proceder.

“No advertimos indicadores de sentimientos de culpa o actitudes reparatorias por el daño ocasionado”, concluyó la psicóloga que realizó el último informe de Ariel Troncoso, el hombre que asesinó a Melina Briz en 2012.

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