El Día del Padre, el frío y la cercanía del próximo feriado impactaron negativamente en la llegada de visitantes. La ocupación hotelera rondó el 40%.
Mar del Plata cerró ayer un fin de semana largo “tranquilo” para algunos operadores y “flojo” según otros, con una ocupación hotelera que, en promedio, no logró superar el 40%.
Las bajas temperaturas, el cielo gris y la celebración del Día del Padre hicieron que muchos postergaran su escapada a la ciudad, mientras que otros ya piensan en viajar el próximo fin de semana largo, que comenzará el viernes 20 de junio por el feriado del Día de la Bandera.
Durante el lunes feriado, en conmemoración del Paso a la Inmortalidad del General Martín Miguel de Güemes, se registró un aumento en el tránsito en las rutas 2 y 11, sobre todo entre la mañana y el mediodía, como consecuencia del regreso de quienes eligieron pasar estos días en la ciudad. La vuelta a casa se concretó sin demoras y con tránsito fluido.
Muchos, sin embargo, eligieron quedarse algunas horas más. Siempre, incluso con cielo cubierto, Mar del Plata tiene su encanto. Abrigo mediante, en horas del mediodía y la tarde de ayer se vio a varias familias caminando por la costa y recorriendo los paseos comerciales en busca de aprovechar al máximo su estadía en la ciudad.
El clima claramente no acompañó al primer fin de semana largo de junio. Solo el domingo hubo momentos con el cielo despejado y un tibio sol asomándose, pero el frío se impuso y también hubo precipitaciones. Naturalmente son condiciones propias de la época, y el próximo fin de semana largo coincidirá además con el inicio formal del invierno. Por el momento, no se pronostican lluvias a partir del viernes que viene.
Desde la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata (AEHG) indicaron que el nivel de ocupación se ubicó entre el 35% y el 40%, con variaciones según el tipo de alojamiento y la ubicación. Algunos establecimientos superaron levemente ese promedio, mientras otros quedaron por debajo. En general, el sector mostró disconformidad al hacer un balance.
No obstante, a pesar del bajo nivel de visitantes, el movimiento en la gastronomía y los comercios fue mayor al habitual gracias el Día del Padre.
Durante la semana, de la mano de vistosas promociones y descuentos especiales, los locales de indumentaria, tecnología, deportes, bazares, vinerías, joyerías, regalerías, entre otros rubros, vieron repuntar levemente sus ventas en el marco de la búsqueda de regalos para papá.
Asimismo, en general los restaurantes tuvieron buena demanda y, en parte, compensó la reducida afluencia turística con las familias que salieron a comer afuera. De hecho, muchos locales que habitualmente no venían abriendo al público los domingos, esta vez hicieron la excepción, motivados por las reservas previas como así también por la necesidad de facturar más ante el delicado momento que vive la actividad.
Afortunadamente, el turismo siempre da revancha. El año pasado, el segundo fin de semana largo de junio fue mejor que el primero, y muchos operadores turísticos esperan que se repita esa tendencia. Aunque las expectativas tampoco son demasiado altas, algunos empresarios del sector se ilusionan con alcanzar al menos un 50% de ocupación. Por cierto, el porcentaje se saca sobre una base que tiene a varios hoteles cerrados.
Hernán Szkrohal, vicepresidente de la Asociación, señaló que Mar del Plata esperaba “dos fines de semana muy similares” en el que “algunos operadores tenían mejor el primero, y otros el segundo”, así que “veremos cómo se presenta el fin de semana que viene”, comentó el representante de la AEHG.
Desde el Ente Municipal de Turismo y Cultura (Emturyc) destacaron que ya comenzaron a registrarse consultas y algunas reservas para el próximo fin de semana largo. “Hay un montón de actividades para que la gente venga (entre ellas, el show de Lali), disfrute de la ciudad, de sus espacios, y de su gastronomía”, expresaron desde el organismo.
Por lo pronto, la ciudad ya se prepara para recibir a los visitantes que elegirán Mar del Plata como destino para el feriado del 20 de junio, que marcará el inicio del último fin de semana largo antes de las vacaciones de invierno, un período que ya genera expectativas y que se configura como el próximo gran objetivo de los operadores turísticos locales.