El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, anunció un paquete de medidas de austeridad que pretende recaudar más de 2.200 millones de dólares y que plantea, entre otras iniciativas, la fusión de ministerios y el cierre de varias empresas públicas.

El Ejecutivo, que aspira también a obtener créditos adicionales por valor de 2.000 millones de dólares, atribuyó las medidas a tres factores, entre ellas el brote de coronavirus, que “está generando una crisis económica en todo el mundo y que ha golpeado fuertemente a Ecuador”.

En rueda de prensa anoche, Moreno no se privó de acusar a su predecesor y acérrimo opositor Rafael Correa, de “comerse las reservas monetarias” y alertó de la caída del precio del petróleo.

Los presupuestos generales de Ecuador se planearon con un escenario de 51 dólares por barril, pero el precio ha caído en pocos días más de 20 dólares.

“Cada día perdemos algo más de 8 millones de dólares en ingresos”, lo que supondría a final de año un dato acumulado de 2.900 millones de dólares, indicó.

El presidente ecuatoriano advirtió que esta pérdida pone en peligro servicios básicos y “toda la economía nacional”, citaron medios locales y la agencia de noticias Europa Press.

Para mitigar esta situación, el gobierno ha previsto un recorte presupuestario de 1.400 millones de dólares y la eliminación de varias entidades públicas, desde agencias de regulación a empresas, pasando por medios de comunicación.

Se fusionarán, además, los ministerios de Telecomunicaciones y Transporte y de Producción y Turismo.

Por otra parte, los funcionarios cuyo sueldo oscile entre los 801 y los 1.500 dólares aportarán al Estado el 4 por ciento, contribución que se elevará al doble en el caso de quienes perciban ingresos por encima de los 1.500 dólares.

“He tomado esta decisión para no tener que hacer grandes despidos de funcionarios”, alegó Moreno.

Para las empresas, el nuevo plan contempla un incremento del 0,75 por ciento en las retenciones para el impuesto a la renta.