El Gobierno adoptó una serie de medidas para incentivar a la industria automotriz, un sector cuya producción se desplomó 23,2 % interanual en el primer trimestre del año, en un complejo escenario económico en el país suramericano.

Según confirmaron este sábado fuentes oficiales, el Ministerio de Economía adoptó una serie de medidas para mejorar la competitividad e impulsar el crecimiento del sector automotriz, una actividad que emplea a 75.000 personas, que tiene un peso del 10 % en la producción manufacturera total de Argentina y que es el segundo complejo exportador del país, después de la soja.

Entre las medidas adoptadas, se decidió mantener la exención de derechos de exportación al excedente de exportaciones respecto a las realizadas en 2020.

Además, se sistematizará y digitalizará el régimen de reposición de existencias, que permite importar componentes y otros materiales para reponer aquellos previamente importados y ya usados en la fabricación local de partes y piezas para vehículos.

Esa medida permitirá que los proveedores de las terminales les vendan partes a las terminales sin aranceles e impuestos, lo que mejora la competitividad exportadora del sector automotriz.

Asimismo, a partir de junio, se homologarán los ensayos de Licencias para la Configuración de Modelos (LCM) con Brasil, lo que simplifica y reduce los tiempos de evaluación de los nuevos modelos de vehículos, permitiendo a las empresas que operan en ambos países acelerar el lanzamiento de nuevos modelos.

El presidente de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA), Martín Zuppi, calificó estas medidas como una “excelente señal” para “contar con herramientas que contribuyan a mejorar la competitividad exportadora de la industria”.

Según datos de esa entidad, Argentina produjo en el primer trimestre de este año un total de 103.293 automóviles, un 23,2 % menos que en el mismo período de 2023.

En cuanto a las exportaciones, las terminales argentinas exportaron en el primer trimestre 62.370 unidades, un 7,9 % menos respecto de los envíos registrados en el mismo periodo del año pasado.

El sector automotriz está afrontando una sensible contracción en la demanda, en un contexto de caída generalizada de la actividad económica, elevadísima inflación y pérdida del poder adquisitivo de los hogares, una combinación de factores que está golpeando al consumo.

En este escenario, la japonesa Toyota anunció planes de reducción de plantilla mediante retiros voluntarios, mientras que la estadounidense General Motors tuvo paralizada desde el 28 de marzo y hasta el 14 de abril la producción en su planta de Alvear, en la central provincia de Santa Fe, por falta de piezas debido a los inconvenientes de sus proveedores para importar partes y componentes.

EFE.