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Deportes 17 de mayo de 2020

El gran desafío del rugby argentino tras una década de su profesionalización

Emiliano Boffelli, el polifuncional tres cuartos de Jaguares, en acción ante Reds. Foto: Prensa Jaguares.

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por Fernando Czyz

Con un horizonte incierto producto de la pandemia mundial de coronavirus, el rugby argentino atraviesa un escenario de impás en su proceso de internacionalización que comenzó hace diez años, pero que estará marcado por la ausencia de Agustín Pichot, que viene de perder la carrera por la presidencia de la World Rugby.

En la búsqueda de crecimiento, el rugby albiceleste fue lentamente sumándose a los certámenes del hemisferio sur, junto con representantes de las potencias sudafricanas, neocelandesas y australianas.

Detrás de estos pasos que se fueron dando desde 2010, siempre estuvo el impulso de Agustín Pichot en los vínculos con la Sanzar (luego devenida en Sanzaar) y la World Rugby (Federación Internacional).

El primer paso en el camino del amateurismo al profesionalismo del deporte fue la inclusión del equipo Pampas XV en la Vodacom Cup. Se trataba de un campeonato con base en Sudáfrica que incluyó este representante argentino entre 2010 y 2013, con un título obtenido en 2011.

“Como dirigir Los Pumas fue cumplir un sueño el de toda mi vida, dirigir aquel equipo y el título fue una alegría inmensa. La oportunidad de poder plasmar en forma directa una idea de juego, que es por lo que siempre luché”, recordó el tucumano Daniel Hourcade sobre aquel título de 2011 que luego lo catapultó a la conducción del seleccionado mayor: Los Pumas.

Apenas un año antes del comienzo de la inclusión de los Pampas XV en la Vodacom Cup, el rugby propuso un certamen continental: el Americas Rugby Championship, que le sirvió más al resto de las selecciones que a los Jaguares, que se impusieron en todos los certámenes entre 2009 y 2014. Desde 2016 la representación albiceleste es con un equipo inicial del profesionalismo denominado Argentina XV.

En 2012 se produjo el gran quiebre histórico para el rugby argentino cuando fue aceptado por la Sanzar para disputar el Rugby Championship con los seleccionados de Sudáfrica (Springboks), Nueva Zelanda (All Blacks) y Australia (Wallabies).

Desde ese momento y por ocho temporadas consecutivas, Los Pumas -la selección mayor y más importante argentina- se aseguraron competencia del más alto nivel en todos los segundos semestres de cada año.

A pesar de ser cuarto y último en siete ediciones y tercero apenas en una (2015 por delante de Sudáfrica), el elenco albieceleste adquirió un rodaje internacional impensado anteriormente ya que su competencia se reducía a los amistosos internacionales (test matchs) y los Mundiales cada cuatro años.

Con cinco victorias, un empate y 36 derrotas, Los Pumas han crecido año tras año y logran encuentros mucho más parejos y competitivos con el paso del tiempo ante las superpotencias que marcan el ritmo y el pulso de este deporte a nivel mundial, junto con los británicos y Francia del hemisferio norte.

A nivel de continuidad, en 2016 la franquicia-equipo denominada Jaguares fue incluida en el Super Rugby, torneo donde compiten además equipos sudafricanos, neozelandeses, australianos y un japonés.

El coronavirus le puso freno a todas estas competencias internacionales, así como también a los seleccionados de Rugby 7 que participaban del Circuito Mundial, cuyo equipo masculino además está clasificado para los Juegos Olímpicos de Tokio, reprogramados para 2021.

Esta semana la World Rugby determinó la cancelación de los amistosos programados para la ‘ventana’ de julio, donde Los Pumas tenían previsto enfrentar dos veces a Francia (4 y 11 de julio) y una vez a Italia (18 de julio).

“Esta decisión es la más lógica en este contexto y es el resultado de un trabajo en conjunto con World Rugby, de que cada unión exponga el día a día de cada país y de evaluar los diferentes escenarios”, expresó Marcelo Rodríguez, presidente de la Unión Argentina de Rugby (UAR).

Mientras tanto, la UAR continúa en la elaboración de un protocolo sanitario para presentar ante el Ministerio de Turismo y Deportes con el fin de avanzar en las condiciones de salud necesarias que requerirá la vuelta a la actividad del rugby cuando las condiciones de la pandemia lo permitan.

“Seguimos trabajando para la vuelta del rugby, pero todos coincidimos en que eso será cuando estén dadas las garantías desde el punto de vista sanitario y en concordancia con los gobiernos nacionales, priorizando la salud y el bienestar de los jugadores”, explicitó Rodríguez al respecto.

Por su parte, el técnico de Los Pumas, Mario Ledesma afirmó: “Si vos te ponés como objetivo pensar en el Mundial 2023, allí hay una certeza aunque queda muy lejos. La planificación del año va a ser muy distinta por el contexto”.

A este contexto hay que sumar la salida del escenario público mundial y local de Agustín Pichot, que luego de perder las elecciones para presidir la World Rugby ante el inglés Bill Beaumont decidió dejar su cargo en la entidad internacional y en su rol de representación tanto de Sudamérica como de Argentina en la misma.

“He decidido no continuar como representante de UAR en el Council de World Rugby, como así tampoco como miembro del Board de RWC, ni como presidente de Américas Rugby. Si bien, ahora estaré dedicado exclusivamente a cuestiones familiares y personales, esto no significa que me aleje del rugby”, manifestó Pichot, que fue una pieza fundamental y basal en esta transformación del rugby argentino en la última década.

EFE



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