Desde el primero de septiembre, el intendente municipal Carlos Arroyo y la mayoría de los funcionarios que forman parte de la planta política, perciben un 10 por ciento menos de sus salarios, de acuerdo al decreto que se firmó en las últimas horas. La medida había sido reclamada en más de una oportunidad por las autoridades bonaerenses como “gesto” por parte de los funcionarios en un contexto de emergencia económica y de la crisis de la municipalidad que llevó a pagar los sueldos en forma desdoblaba, tras un paro de ocho días.
El decreto número 1931 establece una “deducción equivalente al 10% del sueldo básico de los funcionarios políticos”.
La reducción de los salarios -oportunamente la habían pedido también los ex coordinadores de gabinete, Gustavo Blanco y Agustín Cinto pero recién se efectivizó tras la reunión de hace dos semanas entre el intendente y la gobernadora María Eugenia Vidal- alcanza a Arroyo, secretarios, subsecretarios, delegados municipales, directores generales, directores coordinadores, al administrador general de la Agencia de Recaudación Municipal, al director de Cálculo y Control de Recursos, como así también presidentes, vicepresidentes, directores ejecutivos, directores generales y directores coordinadores de los entes descentralizados de Mar del Plata.
Cabe recordar que hasta antes de entrar en vigencia este decreto, el intendente percibía un salario básico de 166.523,20 pesos -ver gráfico-, un secretario 93.669,30 pesos al igual que un presidente de ente descentralizado, y un subsecretario 72.853,90 pesos.
El intendente había señalado que la implementación de este medida “demuestra que estamos comprometidos con las políticas de ahorro”.
La propuesta de reducir los salarios de los más de 100 funcionarios designados durante su gestión, fue realizada meses atrás por algunos integrantes del gabinete.
Sin embargo desde un comienzo generó resistencia entre algunos secretarios, subsecretarios y directores. Fue la gobernadora quien pidió este gesto. Lo hizo en la reunión en la que también se acordó la salida de Mario Marchioli -se crearía una dirección a su cargo con relación al arte y la cultura para él- del Ente de Turismo.
Significativa o no, la poda es presentada como un “gesto” en un contexto en el cual los ingresos no alcanzan para cubrir los gastos corrientes, entre los que figuran el pago de los sueldos de los trabajadores o el servicio de recolección de residuos. Este mes, para abonar los salarios de agosto a la Municipalidad le faltaron 70 millones de pesos, es decir casi la mitad de los 150 millones líquidos que son necesarios para cubrir ese gasto. Por eso se decidió abonar sólo 10 mil pesos por agente, a la espera de recibir un Adelanto del Tesoro Nacional por una suma de 50 millones de pesos que llegó tras ocho días de paro de los trabajadores.