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Arte y Espectáculos 27 de julio de 2022

El MAR suma las performances de Alejandra Veglio y Daniel Fitte

En el marco de las exposiciones “Apenas mundo” y “Ser paisaje”.

El Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, presenta, en el Museo MAR y en el marco de las exposiciones “Apenas mundo” y “Ser paisaje” de los reconocidos artistas Alejandra Veglio y Daniel Fitte, dos “activaciones performáticas”.

Este sábado 30, por orden de llegada, a las 18, la artista de Necochea, Alejandra Veglio presentará “Brillo. Bruma. Abrazo”, una activación performática en su exhibición “Apenas Mundo”. Estará acompañada por Francisca Rosso, Jorgelina Teyseyre, Marilyn Maidana y Veronica Choperena.

Por su parte el domingo 31 desde las 13 y con inscripción previa, el artista de Sierras Bayas, Daniel Fitte, autor de la muestra “Paisaje” invitará a participar de “Patio Blanco”. Resulta una acción comunitaria que da origen a la obra “Cementados”. Las y los asistentes deberán traer dos objetos que serán intervenidos con cemento.

Los interesados podrán inscribirse en el siguiente link.

Las muestras

Las muestras en cuestión se pueden visitar de martes a viernes de 10 a 16 y sábados y domingos de 14 a 20 en sala 2 del Museo MAR con acceso gratuito.

En “Apenas mundo” de Alejandra Veglio (Necochea), curada por Carlos Herrera, la artista propone involucrarnos en sus rituales, en su modo de relación con la naturaleza y con las entidades que la protegen. Veglio vive y trabaja en Necochea; nació en Camilo Aldao, pueblo de la llanura cordobesa; en Rosario realizó su formación en Artes visuales y, paralelamente, de otras disciplinas ligadas a prácticas corporales y técnicas somáticas. Trabaja con la energía y potencialidad que guardan los objetos, la materia, las cosas, los cuerpos, ciertos lugares. Con los modos alquímicos en que esta materialidad sensible se organiza y se conecta. Aborda desde el cuerpo, con acciones más bien íntimas y silenciosas, la precariedad y complejidad de la relación con el otre, los vínculos esenciales, la comunidad, la subsistencia.

En “Ser paisaje” Daniel Fitte investiga el ADN del territorio que habita. Su obra es inventario y catálogo de la vida de los habitantes de Sierras Bayas donde nació y vive. Recolecta objetos e historias de vida como un arqueólogo o antropólogo atravesado por su objeto de estudio. La ciudad del cemento es el rótulo de su comunidad gracias a las fábricas cementeras radicadas en la zona desde hace un siglo. Las cenizas y el polvo de las chimeneas se depositaron por años en los alambrados, en los techos de chapa, en las aberturas de las casas, fraguándose con el entorno. Su pueblo es su taller, su aldea a la que abraza, su lugar en el mundo. La obra, curada por Diana Aisenberg retrata un lugar con su idiosincrasia y su paisaje. Solo la lluvia deja ver el verde de los árboles, limpia el gris de la ceniza que lo cubre todo.

El Cerro Redondo fue un cerro que desapareció por la actividad minera a principios de los años setenta. Se encontraba frente a su casa de la infancia, lo frecuentaba y lo dibujaba sentado en el borde del techo de chapa. Hoy se ven los destapes de la cantera como indicadores de un paisaje que se mueve siendo una referencia fundante en su trabajo. Esta obra es un modo de andar, un homenaje al obrero en las marcas de las palmas de los guantes como una extensión de la piel. Un homenaje al paisaje pampeano en su formato horizontal, y a su gente, el paisaje habitado.