“Los submarinistas del mundo son hermanos y hermanas con un enemigo en común: el mar”. Así lo cree Edward Michael, ingeniero mecánico y ex submarinista de la Armada de los Estados Unidos, que por segundo año consecutivo realizó una colecta para que los hijos de la tripulación del ARA San Juan reciban regalos especiales esta Navidad.

En 2017, en medio del profundo dolor e incertidumbre por la búsqueda del submarino y cuando aún estaban latentes las esperanzas de los familiares de encontrar a los tripulantes con vida, Michael se contactó desde Estados Unidos con una de las esposas para manifestarle su deseo de ayudar a las familias. Paola Costantini fue el vínculo directo y con quien organizaron la recaudación del dinero, y también que los regalos lleguen a los chicos.

En ese entonces, Michael vendió insignias submarinas hechas de madera y logró enviar a Mar del Plata un aporte de 1000 pesos para cada uno de los hijos de los tripulantes.  “Acá en Argentina nadie se acordó de nosotros”, dijo a LA CAPITAL Costantini el año pasado.

Este año la recaudación se triplicó. Cada uno de los 59 entre niños y adolescentes recibieron 3000 pesos. Esta vez Michael no debió vender ningún tipo de mercadería, todo lo recaudado fue donado por personas que querían apoyar a las familias desde Estados Unidos de alguna forma.

El formato para hacer llegar los regalos fue el de “gift cards” (tarjetas de regalo), que pueden cambiarse en la juguetería Educando y la firma de indumentaria Tiza. Estos comercios también colaboraron aportando 500 pesos a cada chico.

Este año, Costantini repitió a LA CAPITAL lo mismo que dijo en el 2017, nuevamente nadie del país se contactó con los familiares u organizó una iniciativa similar a la de Michael. Respecto al ex submarinista, la madre de tres hijos comentó que los acompañó “desde el primer día”. Y agregó: “Siempre me escribe para ver cómo estoy, cómo están mis hijas. Es un hombre de un gran corazón”.