La Ciudad

El municipio ejecutó apenas el 12,1% de la inversión en obras que había previsto

El dato surge de la ejecución presupuestaria disponible hasta mediados de octubre. La mayoría de las obras anunciadas para este año no se realizaron o tuvieron un nivel de avance muchísimo menor al prometido.

La gestión del intendente Carlos Arroyo ejecutó una mínima porción de las obras públicas que se había comprometido a realizar durante este año.

De los 436 millones de pesos que fueron asignados en el presupuesto de la administración central para construir o remodelar edificios o para mejorar los espacios públicos, hasta mediados de octubre sólo habían sido devengados 52,8 millones.

La cifra representa apenas el 12,1% de lo que el Ejecutivo había prometido invertir durante todo el ejercicio.

Este bajísimo nivel de cumplimiento se explica porque muchos de los proyectos incluidos dentro del presupuesto no se iniciaron y porque los que sí dieron comienzo tuvieron hasta ahora escasísimo nivel de avance.

Por ejemplo la remodelación del microcentro, cuyo presupuesto total asciende a más de 58,8 millones de pesos, registraba hasta hace pocas semanas una inversión ejecutada de apenas 12,3 millones, es decir, de sólo el 21,1%.

Esos fondos fueron utilizados para realizar una mínima parte de las obras previstas, que consistieron en remodelar la calle San Martín, entre La Rioja e Hipólito Yrigoyen y poner en valor de la plazoleta Jorge Luis Borges.

En este caso los trabajos iniciados en abril demoraron seis meses y recién fueron concluidos hace dos semanas.

Para ello el intendente Carlos Arroyo protagonizó un modesto acto de inauguración, sin brindar precisiones sobre lo que sucederá con las obras que todavía resta realizar.

El proyecto original contemplaba llevar adelante una intervención mucho más amplia que la realizada hasta ahora, la cual incluye mejoras sobre la calle Hipólito Yrigoyen y una reforma integral de la Diagonal de los Artesanos.

De hecho, tras una intensa polémica, en marzo pasado los artesanos fueron obligados a retirar sus puestos para permitir así la llegada de las máquinas y de los obreros.

Pero las máquinas y los obreros nunca aparecieron.

En este caso la obra cuenta con un financiamiento parcial del Ministerio del Interior de la Nación. Meses atrás, al advertir que en el marco del recorte del gasto el flujo de fondos de la Nación estaba registrando demoras, la Secretaría de Planeamiento Urbano de la comuna tomó la decisión de acotar el proyecto.

Así, se dispuso que la remodelación del microcentro quedara circunscripta sólo a una cuadra, dejando en suspenso las intervenciones previstas para la calle Yrigoyen y para la Diagonal de los Artesanos.

Plazas inconclusas

Otro de los planes de obras que exhibe una notorio retraso es la remodelación de plazas. En este caso, con un monto superior a los 111 millones de pesos, el proyecto aparecía como la principal inversión en obra pública que la gestión de Arroyo pretendía concretar durante este año.

Pero según los datos oficiales, hasta mediados de octubre la Municipalidad apenas llegó a concretar el 2,2% de la inversión prevista para el ejercicio.

De hecho, en las cuatro plazas sometidas a obras, ubicadas en los barrios La Herradura, Colinas de Peralta Ramos, Cerrito y Termas Huinco, todavía existen trabajos pendientes mientras que algunas de las mejoras ya realizadas en esos lugares fueron vandalizadas.

Otras obras que avanzan con notoria lentitud son la remodelación y ampliación del Centro de Salud Nº 1, ubicado en Colón y Salta; la refacción de jardines de infantes, escuelas y salas de salud o la puesta en valor y mantenimiento de edificios en general.

Cero gasto

Pero así como existen obras con notables retrasos en su ejecución, en el listado de inversiones que la gestión de Arroyo se había comprometido a realizar, figuran varios proyectos que ni siquiera fueron puestos en marcha.

El caso más notorio, por el volumen de la inversión comprometida, es el de la remodelación del paseo costero norte.

En este caso la obra había sido anunciada con bombos y platillos con la promesa de, mediante una inversión de 75,5 millones de pesos, remodelar por completo el tramo de la costa que va desde el Instituto Unzué hasta la avenida Constitución.

Sin embargo, los trabajos nunca se iniciaron.

El mismo destino tuvieron otras obras que si bien figuran en el presupuesto no parecen contar con un respaldo demasiado entusiasta de parte de la gestión de Arroyo.

Una de ellas es la terminación de los polideportivos barriales que quedaron inconclusos en los barrios Centenario y Camet.

Otra es la construcción del nuevo centro de salud de Batán, cuya losa había comenzado a ser levantada en 2015 y permanece en ese mismo estado desde aquél entonces.

Este año el gobierno local había prometido terminar el edificio realizando una inversión superior a los $18 millones, de los cuales no ejecutó ni un solo peso. Por eso el lugar luce actualmente abandonado y rodeado de pastizales.

Otra de las inversiones previstas para este año en la que no se aplicaron gastos es la construcción del Polo Tecnológico.

En este último caso el proyecto difiere bastante del que en su momento había sido acordado entre la Municipalidad, las universidades y las empresas del sector, el cual ya tenía un compromiso de financiamiento del Ministerio de Ciencia y Técnica de la Nación.

A raíz de los cambios introducidos por el actual gobierno municipal, lo que originalmente sería un Parque Informático, ubicado sobre la avenida Jorge Newbery, se transformó en un edificio que podría estar emplazado detrás del Museo MAR.

Para tratar de avanzar con esta nueva iniciativa la gestión de Arroyo estableció una partida de 28 millones de pesos dentro del presupuesto de este año, de los cuales no ejecutó ni un sólo centavo.

En ese contexto, en los últimos días varias empresas tecnológicas de Mar del Plata ya hicieron saber que iniciaron tratativas para radicarse en el Partido de Mar Chiquita.

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