Más de 50.000 personas pasaron por el Museo MAR durante este receso escolar, en el que se implementó el ciclo de actividades Vacaciones divertidas.

Este domingo será la última jornada del programa, que está destinado a las infancias y a sus familias. Con entrada gratis podrá disfrutarse de las funciones en el Auditorio; también de la propuesta educativa de recorridos y diálogos intergeneracionales con el arte contemporáneo y de La Isla, que es un espacio destinado a las infancias más pequeñas. Las entradas para las funciones deberán retirarlas a partir de las 13 en el punto de informes.

Vacaciones divertidas está impulsado por el Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y congregó a lo largo de las dos semanas del receso invernal a un total de 51.322 asistentes en todas las propuestas desplegadas, de acuerdo a las cifras dadas a conocer por el mismo Museo MAR.

Además, este domingo desde las 13 y con inscripción previa, el artista de Sierras Bayas Daniel Fitte -autor de la muestra “Paisaje”– invitará a participar de “Patio Blanco”. Resulta una acción comunitaria que da origen a la obra “Cementados”. Quienes participen deberán llevar dos objetos que puedan ser intervenidos con cemento.

Durante el receso de julio que llega a su fin este domingo, diversas agrupaciones fueron parte de las propuestas: “Ni locos”, “Les Ivans”, “La veredita pequeña orquesta”, “Semillita”, “Sin cordones”, “Kabra de pata” y “La banda de las corbatas”.

En “Ciclorama Perfo 360º“, los asistentes pudieron ser parte de una aventura lúdica e inmersiva. En una de las salas se presentó “Natural” del Colectivo Campo dirigido por Mario Vázquez. Se trata de una investigación sobre los fenómenos físicos que afectan a los cuerpos en el espacio. Vazquez se permite analizar y poner en juego el movimiento en tres áreas: objetos, naturaleza y el cuerpo.

Desde el área de Educación se ofrecieron recorridos participativos “Para pensar lo que vemos (y traducir lo que sentimos)” y el “Circuito de exploración”, un itinerario por las instalaciones del museo que buscó promover el intercambio intergeneracional.

Y también se desarrolló “Instrucciones imprecisas para irse por las ramas”, un abordaje divergente en torno a la obra “Deriva constructiva” de Camilo Guinot.