Monseñor Giobando celebró la misa de cierre del año jubilar. Estuvo presente el obispo emérito de Chascomús, Carlos Malfa
Con una gran convocatoria y presencias destacadas se realizó la misa de cierre del año jubilar en la Catedral, ocasión en la que se realizó la bendición del nuevo altar del beato Pironio, ex obispo de Mar del Plata.
La tradicional misa que se realiza todos los 28 de diciembre fue celebrada por el obispo Ernesto Giobando y contó con la presencia de gran parte del clero de la Diócesis de Mar del Plata.
Además, estuvieron el obispo emérito de Chascomús, Carlos Malfa y el auxiliar del Arzobispado de La Plata, Gustavo Wechsung.
Miembros de la Diócesis local, religiosos y algunas personalidades como Florencio Aldrey participaron de la tradicional celebración de la Iglesia Católica.
En el cierre del año eclesiástico, Monseñor Giobando expresó en su homilía un agradecimiento “a Dios, también al Papa Francisco que nos haya dado este Año Santo junto con toda la Iglesia y que haya elegido este tema de la esperanza, porque creo que a todos nos atraviesa esta esperanza que no defrauda”.
“En este año hemos tenido la partida del Papa Francisco, lo hemos llorado y hemos agradecido a Dios por su vida”, añadió.
Asimismo, el obispo destacó que “estamos para llevar esperanza a este mundo”. “A tantos jóvenes que necesitan que les mostremos el camino, no de ilusiones sino el camino cierto que es un camino trabajoso, difícil. No le podemos vender espejitos de colores a nuestros jóvenes tenemos que mostrar el camino”, remarcó,
Por otra parte, el obispo destacó la figura de Eduardo Pironio quien “tuvo una gracia hermana que fue la Marcha de la Esperanza en esta ciudad, una marcha que la organizaron los jóvenes para todo el pueblo de Dios”.
“Tenemos que hacer este camino, no termina en este año santo. Sigamos caminando, renovando nuestra confianza en el Señor. Que la presencia del beato Pironio, su reliquia aquí en la Iglesia Catedral, nos ayude para formar una iglesia de comunión”, subrayó en la bendición del altar.
Florencio Aldrey y Carlos Malfa, en el nuevo altar de Pironio.
En el tramo final de la celebración, Carlos Malfa recordó la figura de Pironio en los años previos a la dictadura militar mientras que rescató sus valores humanos y su compromiso con la Iglesia.
Eduardo Pironio fue el segundo obispo de la diócesis de Mar del Plata donde estuvo entre 1972 y 1975. Durante su gestión, se creó la Marcha de la Esperanza que año a año convoca a miles de fieles.
En diciembre de 2023 fue beatificado en una ceremonia que se realizó en la basílica de Luján.