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El Mundo 21 de octubre de 2020

El Papa aseguró que los gays tienen derecho a una ley de convivencia civil

"No se puede echar de la familia a nadie ni hacerle la vida imposible por eso. Son hijos de Dios", dijo Francisco en el documental sobre su vida que realizó el director Evgeny Afineevsky y se estrenó hoy en Roma.

Papa Francisco.

El documental sobre el Papa Francisco, “Francesco”, del director Evgeny Afineevsky, trajo una declaración que podría marcar un hito en la historia católica: el pedido de una ley de convivencia civil para proteger las familias de las personas homosexuales.

En Francesco, nuevo documental sobre el Pontífice realizado por el cineasta ruso nominado al Oscar, Evgeny Afineevsky, que tuvo hoy su estreno mundial en el Festival de Cine de Roma, aseguró que es necesario que los gays tengan una ley que proteja su familia.

“Las personas homosexuales tienen derecho a estar en la familia, son hijos de Dios, tienen derecho a una familia. No se puede echar de la familia a nadie ni hacerle la vida imposible por eso. Lo que tenemos que hacer es una ley de convivencia civil, tienen derecho a estar cubiertos legalmente”, sostuvo.

“Francesco”, que se estrenó este miércoles en el Festival de Cine de Roma, es un documental dedicado a “una Humanidad que crea dramas y desastres, y a él, que con humildad y sabiduría, trata de guiarnos para construir un futuro mejor”, dice Afineevsky en entrevista con Efe.

Un documental sobre todos nosotros

“Yo no lo veo como un documental sobre el papa, es un documental sobre todos nosotros, toda la Humanidad que crea desastres, agrede al medio ambiente, monta todas estas guerras que hacen huir a migrantes, crea el abuso sexual, que no solo lo hay en la Iglesia, también en Hollywood”, asegura el director.

“El trata de ayudarnos a navegar, a cambiar, mostrándonos que estamos ante una línea roja” y que debemos elegir entre “ser víctimas de nuestro pasado o héroes de nuestro futuro”, añade.

El director, afincado en EEUU, nominado al àscar al mejor documental en 2016 con “Winter on fire: Ukraine’s Fight for Freedom” sobre la revolución del Maidán, y a tres Emmy por “Cries from Syria” en 2017, ha tardado casi tres años en filmar esta cinta, que durante dos horas recorre el pensamiento y experiencias de Bergoglio, a través de sus viajes, testimonios de personalidades y amigos y con el hilo conductor de contundentes palabras del papa.

“Me he reunido con él unas cinco veces, siempre en función de su agenda, hemos tenido también dos entrevistas a cámara”, cuenta el director, que grabó las últimas tomas justamente durante la pandemia el pasado junio.

Su documental quiere ser como “una ducha fría”, mostrar al mundo que “estamos en cierto punto en el que debemos reevaluar nuestras acciones, recordar que lo que puede ocurrir es el Armagedón”, insiste, pues como dice Francisco: “la Humanidad vive una crisis que no es solamente económica y financiera, también es ecológica, educativa, moral, humana”.

Una persona humilde

Afineevsky no pretende mostrar a Francisco como una celebridad. “A diferencia de la película de Win Wenders de hace un par de años, es importante para mi no mostrarlo ni como un papa ni como el rey del universo, sino como una persona humilde: hago esto, intento ayudaros, mostraros los desastres que vosotros, como humanidad estáis haciendo, intentemos dejar de cometer errores, cuidar el medio ambiente, ser hermanos, terminar con el odio”.

Las mismas ideas que Francisco puso sobre el papel en su tercera y reciente encíclica “Fratelli Tutti” (Hermanos todos).

“El pone su trabajo y sus pensamientos en su encíclica, yo pongo mi trabajo y mis ideas y mi manera de contar historias como director de documentales, hago un monumento cinematográfico dedicado a nosotros, que creamos drama y desastres, y a él, que le gusta ir a la línea del frente”.

Con imágenes conmovedoras de sus viajes -como su visita al campo de refugiados de Lesbos- y frases de gran impacto -“quien piensa solo en hacer muros y no puentes no es cristiano”, “no hay santo sin pecado ni pecador sin futuro”- el cineasta muestra a un hombre “que llora con la Humanidad”, como dice uno de los entrevistados, el padre franciscano Michael Perry.

Perspectiva no religiosa

En el documental, el director de 48 años, nacido en Kazán (antigua Unión Soviética), que creció en Israel y después emigró a Estados Unidos, no aborda cuestiones religiosas, sino las ideas del papa sobre los grandes desafíos de nuestro tiempo.

“Para mi que no soy católico, que soy judío y nacido como ateo en Rusia, era importante mostrar al mundo que yo, con mi perspectiva no religiosa puedo ver lo que este hombre hace y cómo nos inspira”, señala. Por eso optó por una película “que pueda ser vista por jóvenes y mayores, por diferentes grupos sociales, creyentes y no. Traté de crear una historia cinematográfica que puede se entendida por gente sencilla y gente muy cultivada, algo que pueda quedar después de nosotros y pueda educar a la gente”.

Curiosamente, la elección del argentino Jorge Bergoglio como papa en marzo de 2013 aparece casi al final.

“Tradicionalmente, todas las películas sobre el papa empiezan por su nombramiento, pero yo quiero enfatizar que no hago un filme sobre el papa, quería mostrar ese contraste” empezando con la plaza vacía en junio de 2020 y la plaza abarrotada en marzo de 2013, para hacer pensar al espectador acerca de todo lo que ha sucedido

Aprender de los errores

“Intento decir a la gente que es importante aprender de nuestros errores, como hace él…un líder y un hombre que no tiene miedo de arrodillarse y decir lo siento”. “Bergoglio, y eso es lo fascinante, sigue abierto a aprender de sus errores, de la gente que le rodea”, afirma.

Uno de esos errores, que luego el papa reconoció, es cuando en 2018 no creyó a las víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes en Chile y les pidió pruebas enfadado, pero poco después pidió perdón, recibió a las víctimas en Roma e hizo dimitir a los obispos chilenos.

“Solo dos meses después de la cumbre de los abusos de febrero de 2019 se vieron los primeros frutos, la nueva ley vaticana que obliga a denunciarlos y poco después se abolió el secreto pontificio”, subraya Afineevsky, que incluye entre las entrevistas del documental a víctimas de estos abusos, como el activista chileno Juan Carlos Cruz.

Antes de ser Papa

También se muestra al jesuita Bergoglio en Buenos Aires antes de ser papa, gracias a imágenes antiguas – sentado en el transporte público, por ejemplo- y testimonios de sus allegados y amigos, como uno de sus sobrinos, el padre Pepe, el rabino Skorka, o el imam Omar Abboud, además del premio Nobel Pérez Esquivel o Estela de Carloto, de las abuelas de plaza de Mayo.

“Para mi era importante conocerlo antes de que fuera papa, para entender su carácter y lo que le motivó a ponerse en primera línea, porque va en su personalidad ponerse en primera fila en cualquier desastre”, asegura el realizador.

Sangre migrante

El drama de los migrantes está muy presente con imágenes conmovedoras del papa en Lampedusa o en el campo de Lesbos, en Grecia, y el propio Bergoglio, de origen italiano, habla de su “sangre migrante”. “Yo también soy emigrante”, cuenta Afineevski, que coincide con él en que se debe acoger, pero también integrar a esa gente.

“Estuve en la frontera entre México y EEUU y pienso: la audiencia de EEUU olvida quien limpia nuestras casas, la gente de México, quién trabaja en la construcción cuando vamos contra ellos. Sí, debe haber ciertas reglas, pero eso no significa desunir familias, ponerlas en celdas”, afirma.

La cinta cuenta con entrevistas con el papa emérito Benedicto XVI, el cardenal filipino Tagle, el presidente Sarkissian de Armenia -donde Francisco habló de genocidio causando el enfado de Turquía- entre otras.