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El Mundo 6 de diciembre de 2025

El Papa recibió a los nuevos embajadores y les comunicó: “No seremos un espectador silencioso ante las graves disparidades”

También subrayó que la paz “no es simplemente la ausencia de conflicto”, sino “un don activo y exigente construido desde el corazón”.

El papa León XIV recibió a los nuevos embajadores en la Basílica de San Pedro y les comunicó que la Santa Sede no permanecerá impasible ante la desigualdad y los conflictos mundiales.

El Papa León XIV recibió este sábado las cartas credenciales de trece nuevos embajadores acreditados ante la Santa Sede, en representación de Uzbekistán, Moldavia, Baréin, Sri Lanka, Pakistán, Liberia, Tailandia, Lesoto, Sudáfrica, Fiyi, Micronesia, Letonia y Finlandia.

Al darles la bienvenida durante el Año Jubilar de la Esperanza, el Pontífice recordó el tema de este tiempo y destacó su llamamiento a recuperar “la confianza que necesitamos, en la Iglesia y en la sociedad, en nuestras relaciones interpersonales, en las relaciones internacionales y en nuestra tarea de promover la dignidad de todas las personas y el respeto por el don de Dios que es la creación”.

El Papá relacionó este pedido con sus primeras palabras como obispo de Roma, cuando invocó el saludo de Cristo resucitado, “La paz esté con vosotros”, y renovó su invitación a trabajar por lo que él ha llamado una “paz desarmada y desarmante”.

Además, subrayó que la paz “no es simplemente la ausencia de conflicto”, sino “un don activo y exigente… construido en el corazón y desde el corazón”. Requiere el compromiso de renunciar al “orgullo y la venganza” y resistir “la tentación de utilizar las palabras como armas”.

Al referirse a las consecuencias de la inestabilidad mundial, León XIV señaló que “los pobres y los marginados son los que más sufren estas convulsiones”, al tiempo que recordó a los diplomáticos que “la medida de la grandeza de una sociedad se encuentra en la forma en que trata a los más necesitados”.

En este contexto, el Pontífice afirmó que “la Santa Sede no será un espectador silencioso ante las graves disparidades, injusticias y violaciones de los derechos humanos fundamentales en nuestra comunidad global”.

La diplomacia de la Iglesia, añadió, “se orienta constantemente al servicio del bien de la humanidad”, y presta especial atención a “los pobres, los que se encuentran en situaciones vulnerables o marginados por la sociedad”.

El Papa instó así a los nuevos embajadores acreditados a unirse a la Santa Sede para fomentar una cooperación multilateral renovada “en un momento en que es tan necesaria” y expresó su esperanza de que juntos puedan ayudar a la comunidad internacional a “sentar las bases para un mundo más justo, fraternal y pacífico”.