La flota amarilla de Puerto Rawson dedicada a la pesca de langostino no navega desde hace 17 días por un paro del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos (SOMU) afectando a más de 600 trabajadores embarcados, con pérdidas “de por lo menos 10 millones de pesos diarios de captura desembarcada en muelle”, estimaron los empresarios del sector, situación agudizada ahora con cortes de ruta por parte de los estibadores.

El conflicto comenzó en agosto y se prolongó desde entonces con varias conciliaciones obligatorias de por medio, pero fue subiendo en intensidad hasta que se declaró un paro total de actividades sobre fines del mes pasado y que se mantiene hasta hoy, afectando de manera directa a los trabajadores de abordo pero, por extensión, a más de 5.000 operarios entre estiba, peones de planta, camioneros y puestos de venta.

“Estamos muy preocupados por la situación a la que encima no le vemos una salida rápida porque las partes están lejos de llegar a un acuerdo” reconoció en diálogo con Télam el secretario de pesca de la provincia, Adrián Awstin.

Ocurre que los trabajadores de cubierta de los barcos que perciben hasta ahora 421 pesos el cajón de langostino “en banquina” exigen que se les pague por esa misma cantidad 911 pesos, es decir más del 115%, lo cual “es impagable para nosotros”, explicaron los referentes empresarios del sector que prefirieron mantener el anonimato para “no calentar más el conflicto”.

El delegado local del SOMU, Ramón Vera, explicó a Télam que “nosotros cobramos a la parte y nos hacemos cargo de los gastos de la embarcación, es decir que vamos a pérdida en combustible, comida y avituallamiento pero queremos ir a pleno en las ganancias también, porque el dólar se disparó y no nos quieren reconocer ese aumento que los empresarios cobran”.

“La medida de fuerza fue tomada en asamblea y hasta tanto no haya una respuesta no volveremos a embarcarnos” sostuvo Vera, quien recibió el respaldo del secretario nacional de su gremio, Raúl Durdos.

La cámara empresaria aceptó subir de 23,40 a 37 pesos el pago del kilo de langostino puesto en banquina, es decir recién desembarcado y sin procesar, frente a la pretensión de los marineros de 50 pesos, que los dueños no están dispuestos a convalidar porque “es como pretender firmar una paritaria en dólares y eso no existe”.

El conflicto se potenció hoy porque el SUPA (Sindicato Unido Portuario) que nuclea a los trabajadores de la estiba, es decir los que hacen la descarga en el muelle, cortaron las rutas de acceso a la capital del Chubut exigiendo una solución ya que al no trabajar la flota, ellos están paralizados.

También se sumó a las negociaciones el sindicato de la alimentación (STIA) que representa a los trabajadores de las plantas pesqueras, unos 7.000 en Chubut, que ven un perjuicio sobre el sector porque no reciben materia prima para procesar y por lo tanto también están de paro sin quererlo.

El último intento que hizo la secretaría de Pesca fue convencer a los trabajadores a que “salgan a merluza”, interpretando que si el conflicto es por el langostino, podrían ir a la captura de otra especie que es menos rentable pero que da mano de obra en planta y no perjudica tanto a las cámaras fresqueras ni a la cadena de comercialización, aunque la solicitud fue rechazada.

En Puerto Rawson amarran en lo que se conoce como “los amarillos” unos 50 barcos de la flota costera con un promedio de entre 8 y 9 marineros a bordo, más 35 lanchas artesanales en las que operan 5 trabajadores en cubierta, a los que hay que agregar los que siguen en la cadena de producción.

Durante 2016 se pescaron en Chubut 41 mil toneladas de langostino tipo A, es decir la mejor calidad en color, tamaño y textura.

El año pasado esa marca superó las 50.000 toneladas de captura en lo que se bautizó como el “boom” de langostino, una de las especies mas apreciadas en la gastronomía cuya abundancia no fue aún explicada con datos científicos y con un promedio de exportación que supera los 8 dólares el kilo.