La Ciudad

El partido Justicialista expresó un contundente rechazo al DNU

Difundieron un documento tras una reunión del consejo partidario.

El partido Justicialista de General Pueyrredon expresó un claro rechazo al DNU de desregulación de la economía presentado por Javier Milei y se declaró en “estado de sesión permanente”.

El documento, que se acordó luego de una reunión del consejo del partido, rechaza las privatizaciones de empresas estatales al considerar que es “una reedición de la política neoliberal de los 90, que termina poniendo bandera de remate a lo nuestro, basados en el eufemismo de achicar el estado como solución de todos los males”.

Además, repudió el proyecto de reforma laboral que “ataca las bases mismas del derecho protectorio del trabajo, pretendiendo desmontar con saña y alevosía instituciones claves de las relaciones laborales en la Argentina”.

El documento es el siguiente:

Rechazo al DNU.

Recuperación del peronismos desde el Pueblo.

El partido Justicialista de Gral. Pueyrredon se declara en estado de sesión permanente. Junto a miles y miles de argentinos y argentinas a lo largo y a lo ancho de nuestro querido país, al lado de las organizaciones sindicales y los movimientos sociales, en coincidencia con manifestaciones de distintos signos políticos, académicos y jurídicos, expresamos nuestro enérgico rechazo al DNU que el presidente Milei ha firmado y se apresta a enviar al Congreso, que deberá tratarlo.

Nuestra posición es que debe ser rechazado y se lo debe declarar nulo.

El partido de Justicialista de Gral. Pueyrredon participa de la vida política, social y cultural de la ciudad. Basados en los principios y valores del peronismo, hemos sido protagonistas de todas las instancias electorales internas y generales: hemos perdido y ganado, pero siempre hemos respetado la voz de las urnas porque en ellas anida la voz del pueblo. Por ello respetamos los resultados electorales que hicieron presidente a Javier Milei, comprendemos a sus votantes y nos miramos en forma autocrítica para analizar nuestros errores.

Sin embargo, ese respeto tiene como base nuestra concepción y defensa de la democracia, a 40 años de su vigencia ininterrumpida en la Argentina, luego de la dictadura genocida.

La democracia republicana en la que vivimos y a la que tanta alusión hace el actual oficialismo se sustenta en el cumplimiento estricto de la Constitución Nacional y en la división de poderes: ejecutivo, legislativo y judicial. Este DNU pone es serio riesgo la misma democracia, sus poderes y su funcionamiento.

Nuestra evaluación del DNU no recorre sus cláusulas específicas, sino que planteamos una mirada política desde nuestra concepción ideológica. En este sentido, nos oponemos a un proyecto económico que atraviesa el DNU basado en el más rancio liberalismo con apertura indiscriminada de importaciones y la consiguiente caída de PYMES y destrucción de la industria nacional y las economías regionales. Estas recetas ya fueron desarrolladas en la historia reciente de la Argentina y, todas ellas sin excepción, terminaron en un rotundo fracaso con caída del empleo, mayor pobreza e indigencia y enormes dificultades para salir del pozo en el que nos dejaron.

Asimismo, rechazamos las privatizaciones de las empresas a cargo del estado nacional. En una reedición de la política neoliberal de los 90, que termina poniendo bandera de remate a lo nuestro, basados en el eufemismo de achicar el estado como solución de todos los males.

También expresamos nuestro enérgico rechazo y repudio al proyecto de reforma laboral que ataca las bases mismas del derecho protectorio del trabajo, pretendiendo desmontar con saña y alevosía instituciones claves de las relaciones laborales en la Argentina.

La gigantesca transferencia de recursos desde los sectores populares a las elites económicas nacionales y transnacionales incluidas en las derogaciones de leyes que incluye el DNU (Ley de Tierras, Ley de Góndolas, Ley de Fuego, ley de alquileres, entre otras) como el intento de reforma previsional que cae sobre los jubilados, no hace más que poner en evidencia el modelo de país para pocos que pretende desplegar el presidente Milei y los grupos aliados.

Respetamos la decisión de nuestro pueblo, pero afirmamos nuestro compromiso político con otro modelo de país. Así comprendemos la democracia.

Como integrantes del movimiento nacional y popular y del peronismo como su columna vertebral, creemos que debemos en forma profunda y rápida generar un proceso de análisis interno y de re vinculación con nuestro pueblo, tenemos que escucharlo, estar a su lado, acompañar sus angustias y esperanzas; mientras tanto, paso a paso, debemos ir generando nuevas categorías y síntesis que representen los anhelos profundos de nuestra comunidad.

Los hemos expresado, debemos volver a representarlos desde sus legítimas necesidades materiales y espirituales.

El peronismo es una forma de vida, un sentimiento, un cuerpo doctrinario y una política desde, para y con el pueblo. Debemos recuperar su sentido genuino en el marco de las nuevas realidades del siglo XXI que nos interpelan a buscar nuevas formas y nuevas respuestas. Esta tarea solo es posible al lado del pueblo – para nosotros el sujeto de la historia -, en el marco de la comunidad organizada – para nosotros nuestro modelo social – y hacia un proyecto nacional de liberación – para nosotros nuestro proyecto de país -.

En el marco de las festividades de Navidad y Ano Nuevo, con la tristeza y la angustia de estas horas complejas que vivimos, saludamos a nuestros compañeros y compañeras, a las y los marplatenses, a sus organizaciones intermedias y afirmamos nuestra voluntad política de seguir construyendo el país que soñamos y la Mar del Plata que queremos.

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