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Deportes 27 de mayo de 2020

El paso del “Tucu” Pereyra por la Liga Marplatense

Jugó el torneo de Primera División 2007 con 16 años. "Fue el mejor jugador del proyecto de Cadetes", coinciden sus entrenadores. Debutó con un gol, fue figura en casi todos los partidos y partió a River casi por casualidad.

Pereyra, el segundo de abajo, previo a un partido con Boca (2-2) en cancha de River.

Por Juan Miguel Alvarez

 

Roberto Maximiliano Pereyra pegó el salto a las ligas mayores desde esta ciudad. Su trampolín fue Cadetes, club para el que jugó la Liga Marplatense de Fútbol 2007. El tucumano dejó aquí su huella antes de vestir las camisetas River, Juventus o la Selección Argentina.

A principios de este milenio muchos chicos del interior del país fueron reclutados por Cadetes como parte del ambicioso proyecto de Juan Esnáider. Varios de ellos luego desarrollaron una carrera profesional; entre ellos, “el Tucu” Pereyra, quien continuó su etapa formativa y jugó 14 partidos en Primera División. Hizo 4 goles y tuvo muy buenas actuaciones: su promedio en las calificaciones de LA CAPITAL fue de 6,57.

Pereyra fue captado en un Nacional de Selecciones que disputó con el combinado Sub 15 de Tucumán en Necochea en diciembre de 2016. “Era increíble, podía llevar la pelota de área a área”, dijo Fabio Radaelli, entonces coordinador de inferiores de Cadetes, sobre su primera impresión. La misma noche de la derrota en semifinales contra Río Cuarto lo trajeron junto a otros compañeros para conocer la sede, el predio y la pensión del club. Regresó a su ciudad, su familia dio el visto bueno y se instaló en Mar del Plata el 8 de enero de 2007, al día siguiente de su cumpleaños 16.

El primer mes vivió en una pensión sobre la calle Constitución y después pasó a otra pensión con jugadores más grandes ubicada en la calle San Juan. “Disfrutamos mucho esa etapa porque éramos cuatro tucumanos en el club. Él siempre fue igual, una excelente persona, muy humilde. Y como futbolista te dabas cuenta que tenía un futuro enorme. Empezó a jugar al fútbol fichado por UTA recién a los 12 años y a los 14 ya jugaba en la Primera de la Liga Tucumana”, contó Luis Juárez, con quién forjó una amistad en Cadetes.

El 28 de abril de ese año hizo su debut en la Primera de la Liga Marplatense, en un partidazo ante Quilmes que se disputó en cancha de River. Como Cadetes estaba en plena disputa del Argentino B (por esos días enfrentaba en play-offs a Bella Vista de Bahía Blanca), Radaelli, a cargo de la Primera local, armaba el equipo con jugadores juveniles. Ese día alineó a José Ruiz; Luis Juárez, Sordo, Gaboto y Leandro Ramírez; Pereyra, Schunke, Pedone y Arcidiácono; De Martis y Azurmendi.

A los 27 minutos de juego Pereyra marcó su primer gol; la víctima resultó el arquero Nicolás Zabala. Fue el del descuento, porque su equipo ya perdía 2-0 por los tantos de Cristian Casas y Daniel Martorello. Leonardo Gómez y el propio Martorello ampliaron para el 4-1 parcial de Quilmes. Cadetes despertó con los cambios, descontó con dos goles de Jeremías Vouillioz y estuvo a punto de concretar un empate heroico. Pero finalmente el debut del “Tucu” fue agridulce: con un gol, pero en una derrota 4-3. Fue calificado con 6 puntos por Lucas García, cronista de LA CAPITAL.

“Era un jugador con una velocidad y habilidad increíble. No llamaba la atención si gambeteaba a dos o tres jugadores. Además, no le gustaba empatar a nada, siempre quería ganar. Me acuerdo que después de un partido me hizo una nota el periodista Ernesto Ruiz y le dije ‘disfruten y traten de ver a este jugador porque pronto no estará más en Mar del Plata“, recordó Radaelli.

Pereyra se ganó la titularidad y jugó de forma consecutiva los siguientes ocho partidos: Sudamérica de Miramar (2-0, un gol y 6 puntos de calificación), Chapadmalal (1-3; 6 puntos), Deportivo Norte (1-0; 8 puntos), Alvarado (0-1; 5 puntos), River (0-0; 6 puntos), Boca (2-2; 6 puntos) y Atlético Mar del Plata (3-2; 8 puntos). Contra Alvarado le hicieron marca personal todo el partido.

No estuvo presente en el cierre de la fase de grupos y tampoco en los play-offs porque Cadetes terminó octavo en la Zona B que otorgaba sólo dos cupos a semifinales del Apertura.

En el Clausura, el equipo ya dirigido por Marcelo Zwicker terminó como puntero invicto de la Zona C (16 puntos con 5 victorias y 1 empate) con una notable tarea de Pereyra, quien para este medio resultó figura de la cancha en cuatro de los cinco partidos que disputó: Quilmes (1-0; 7 puntos), Almagro Florida (4-1, dos goles y 8 puntos), Independiente (1-1; 5 puntos), Banfield (3-0; 7 puntos) y Boca (2-0; 7 puntos). Con la clasificación asegurada, no participó en la última fecha del Cadetes 2 -Alvarado 1.

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“En esa época pasaron muchos buenos jugadores por Cadetes, pero ninguno hacía tanta diferencia como él. Tenía habilidad, era rápido y muy potente, con y sin pelota. También era inteligente y tenía desfachatez para jugar. Una conjunción de cualidades que a nosotros nos asombraba”, valoró “el Gancho” Zwicker, quien sabía que el tucumano “tenía futuro inmediato en Buenos Aires”.

Pereyra jugó su último partido en Primera el 13 de octubre, también en cancha de River. Allí Cadetes padeció su falta de peso ofensivo y fue derrotado 2-0 por Chapadmalal. No alcanzó su buena producción (fue calificado con 7 puntos) para evitar la eliminación.

Con 6,83 quedó en la Selección de LA CAPITAL del torneo Clausura, muy cerca del mejor promedio: Federico Moreira (6,87), la figura del campeón San José. El 11 ideal lo integraron: Juan Mujica; Marcelo Aguirre, Alejandro Portillo y Pablo Giordano y Nicolás Randazzo; Roberto Pereyra, Javier Luque y Pablo Torres; Federico Moreira; Leonardo Barros y Leonardo Cabanchik. Lindo equipo…

Después disputó algunos partidos para la Quinta y la clase 1991 de Cadetes, que se consagró campeona de la LMF 2007. Y en diciembre se fue a River casi de casualidad. “Se querían llevar a Manuel Moyano, clase 1996, y tras una charla con Juan (Esnáider) les decimos que aceptamos con la condición que vaya a prueba ‘Maxi’ Pereyra, que además era hincha de River. En la primera práctica ya habían aprobado su incorporación“.

A un año y medio de partir, ya debutó en River. Y después llegó su historia más conocida: jugó en el “millonario” hasta 2011, pasó a Udinese (2011-14), luego a Juventus (2014-16) y estuvo las últimas cuatro temporadas en el Watford inglés. Con la Selección Argentina disputó dos Copas América (Chile 2015 y Brasil 2019) y fue “una fija” en las recientes convocatorias de Lionel Scaloni.

Los que lo vieron, los que jugaron al lado suyo, los que lo dirigieron, no olvidarán su paso por Mar del Plata. Aquí  “el Tucu” Pereyra también dejó su huella.