La Ciudad

El peligro de los kayakistas que no respetan las medidas de seguridad

La proliferación de kayaks suele generar cierto descontrol en las playas marplatenses, ya que muchas veces los navegantes no toman las medidas de seguridad recomendadas.

La amplitud del mar permite la convivencia entre bañistas y deportistas, de distinta índole, que comparten el espacio acuático. Así, a los nadadores, turistas que disfrutan de un simple chapuzón, surfers y “supistas”, últimamente se sumaron los “kayakistas”, aunque a veces la falta de dominio de la embarcación genera inconvenientes y hasta accidentes, como los naufragios que algunos protagonizaron durante los últimos meses.

Si bien para navegar se pide el carnet de timonel, al kayak se sube y lo comanda cualquiera, sin ni siquiera tener que cumplir el requisito de saber nadar.

“Hay una cuestión de falta de educación, porque pasó a ser algo recreativo y muchos creen que es simple”, reconoció Víctor Gorostiaga, integrante de la Asociación Marplatense de Kayak.

La prefectura es la encargada de controlarlos, pero “no podemos estar en todas las playas y bajadas”, adujeron desde la entidad.

Muchos de los usuarios de las pequeñas embarcaciones que se pueden conseguir desde 8 mil pesos, e incluso usadas, no toman las medidas de precaución necesarias y por eso “pasan las cosas que pasan”, observó Gustavo, que en la casa de pesca que regentea vendía estas embarcaciones.

“El uso de este tipo de embarcaciones recién se reglamentó el año pasado, ni siquiera se matriculan, y para su uso nosotros recomendamos que lleven elementos de señalización, chaleco salvavidas, silbato, espejo y que aten el remo y utilicen una pita como las de las tablas de surf”, detalló el prefecto mayor Raúl Rodríguez, responsable de la delegación local de Prefectura, autoridad encargada de controlar la costa.

Sin cuidados

Aunque los kayakistas deberían utilizar sólo las bajadas autorizadas, llegan a la playa en cualquier punto de la extensa costa, tanto en el norte como en el sector sur de la ciudad.

En el centro, uno de los puntos más concurridos es Cabo Corrientes, sitio por el cual muchos de los kayakistas llegan al agua. “No hay control y escasean las medidas de seguridad, ni siquiera llevan atado el remo”, contó uno de los guardavidas del sector.

Lo peor es que muchos de estos deportistas no sólo ponen en riesgo su propia vida, sino la de los demás bañistas. “Lo peor es que algunos se largan a surfear olas a las 11 de la mañana, imaginate lo que es esto a esa hora”, añadió señalando el mar.

Si bien existen distintas modalidades de kayak -para rápidos, travesía, canotaje olímpico, entre otros-, la Asociación Marplatense de Kayak imparte sus clases los sábados a partir de las 10 en la Laguna de los Padres, dónde brindan “capacitación y herramientas para deslizarse sobre el agua”, explicó Gorostiaga.

Aunque estos deportistas también suelen meterse en el mar con sus embarcaciones, “en la zona de Punta Mogotes y bien temprano a la mañana para no molestar a nadie”, reconoció que hay descontrol en distintas zonas porque “el kayak se volvió recreativo y falta educación. Nosotros seguimos un protocolo de seguridad y nadie se mete al agua si no lo cumple”.

“Hay muchos inconscientes que no usan ni siquiera el chaleco salvavidas, muchos menos de salir con un espejo o silbato (para emitir señales en caso de emergencia)”, resumió Gustavo.

Esa indiferencia a la hora de la seguridad fue clave para que se generaran los naufragios esta temporada, incluso uno de ellos -en San Clemente del Tuyú- pasó dos días en el medio del mar.

Todos los rescates los realizó Prefectura aunque no pudieron estipular el costo, ya que “es alto, pero se ponen todos los elementos a disposición porque hay una vida en riesgo. Si hubiesen tenido elementos de seguridad los hubiésemos encontrado con más facilidad”, resumió el prefecto mayor Rodríguez.

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