El Plan de la Mariposa vuelve a Mar del Plata este sábado a las 21, en el marco de la gira más larga que han encarado hasta ahora.

La banda de Sebastián, Camila, Valentín, Máximo y Santiago Andersen y Andrés Nör y Julián Ropero, promete una fecha con “una lista de temas picante” y una “puesta en escena fuerte” para su primer show en el escenario de Once Unidos.

La banda viene de recorrer Costa Rica, México, gran cantidad de ciudades del interior de Argentina, de haber arrancado el año en Cosquín y de llenar su primer Luna Park, con su particular sonido y la especial energía que proponen en vivo.

Sebastián Andersen, el cantante del grupo, asegura no recordar cuántas actuaciones han realizado en la ciudad que consideran “familia”.

“Empezamos yendo a tocar para 30 personas, a barcitos en Alem y ha ido pasando tanto tiempo y tantas fechas, más de 30, y que sigan recibiéndonos con alegría, con amor, con buena onda, es hermoso. Estamos muy entusiasmados, nos alegra un montón tener por delante esta fecha” dijo el artista a LA CAPITAL.

-Están en medio de una gira latinoamericana y, a la vez, preparando disco nuevo. ¿Cómo van combinando ambos aspectos en paralelo?

-Por un lado este es un disco que venimos trabajando hace un montón, haciendo demos, armando las canciones y lo hemos hecho mientras estamos de gira y también cuando hemos estado parados abocados solo a eso. Estuvimos avanzando bastante en el primer semestre y ahora cuando tocó salir de gira, mucho tiempo lo usamos para escuchar los demos e ir pensando qué cosas vamos a modificar.
Tenemos muchas ganas de sacar el disco, de compartirlo, de darle la mejor oportunidad a ese grupo de canciones, de grabarle buenos vídeos que colaboren a contar la historia que queremos contar y de ver para dónde nos llevan las canciones que, creo, son entidades, son fuerzas, son energías que se despliegan cuando salen, manifiestan su propio rumbo y conectan con las personas que tienen que conectar.
Y cuando estamos en gira, estamos concentrados en tocar y disfrutar también del recorrido, que nos gusta mucho. Siempre nos gustó mucho salir de gira y entonces tratamos de poner eso en el centro y cuando hay algún hueco aprovechamos para seguir pensando en el disco.

-En México aprovecharon para hacer unas grabaciones. ¿Qué pueden adelantar de lo que se viene?

-Estuvimos en un estudio grabando, metimos algunos teclados, unas voces, estuvimos reunidos también con un productor para escuchar una opinión de afuera, eso estuvo muy bueno. Y también estuvimos filmando un vídeo para una canción.

– ¿Qué búsquedas concentra el nuevo material?

-Estamos en la búsqueda del audio final de todo el disco, con baterías grabadas en lugares más chicos, con audios más secos y con mucha guitarra eléctrica, con partes más limpias y algunas otras más “podridas”. Es un camino que todavía no terminamos de recorrer pero esa es la búsqueda, polarizando un poco con lo que fue el disco anterior que que tenía “batas” con mucho room y una cosa más orgánica. Este disco va a ser un poco más seco, más compacto y estamos buscando que tenga mucho groove y que las que las canciones floten. Cuando lo tengamos terminado, te cuento un poco más.

-¿Se nutren las composiciones del ambiente, las riquezas culturales, lo que observan, conocen, y la experiencia de esos viajes?

-Creo que los estímulos siempre terminan en la obra. Me parece que viajar es súper estimulante, escuchar música es muy estimulante y todo lo que te va pasando, lo que te va nutriendo, las emociones que te atraviesan en un viaje, cuando salís desde tu zona de confort, moverse en otras culturas que tienen otros códigos, otras otras formas de ver el mundo, todo eso va impactando en la obra, en lo que después quede, porque es la vida y la obra es una parte del reflejo de la vida.
Para nosotros viajar es muy nutritivo, hemos hecho muchísimos viajes, de miles de formas, antes de tener la banda. Y la experiencia a veces se traduce en algo concreto y a veces solo se se traduce en momentos de inspiración. Para inspirarse a veces es necesario correrse del molde. Nos hace bien viajar. Siempre nos hizo bien y a veces las inspiraciones vienen a la vuelta de los viajes o en el medio, eso nunca se sabe, es misterioso y alucinante.

-Se ha dicho que este es el año de la consagración de “El Plan…” ¿Cómo lo ven ustedes?

-No sé si me gusta mucho la palabra consagración, me gusta me gusta el recorrido, como viene siendo y este, eventualmente, es un paso más en la misma dirección y parte de todo el recorrido que venimos haciendo y de todo el amor y la buena onda que nos dan en cada fecha, en cada lugar que vamos. Es algo que no se puede controlar y que a veces pasa y a veces no. Cuando venía menos gente a las fechas para nosotros también era alucinante y era una locura estar Buenos Aires, siendo de Necochea, tocando para 150 personas. Lo disfrutábamos y lo celebrábamos de una forma parecida a la que después fue hacer un Obras. Esa capacidad de sorprendernos o de agradecer, que fue sembrada por la manera en que nos educaron nuestros viejos o por por la forma en que nos relacionamos con nuestros amigos, con nuestros seres queridos, es la manera en la que encaramos la vida y la música, que fue y sigue siendo siempre creciendo despacito, tejiendo lazos sólidos. Creo que este año es parte de ese recorrido, no se trata de llegar a un lugar, es parte de un camino, al menos me gusta verlo así.

-¿Creen que una de las claves de la conexión que tienen con su público es esa cercanía, intimidad que transmiten, tanto en las presentaciones espontáneas, pequeñas o en un estadio enorme?

-No sé si es la clave, es la forma en que a nosotros nos gusta relacionarnos con las personas. Nos sentimos cómodos relacionándonos desde ese lugar cercano donde podemos compartir la música, sea en la calle, en el subte o en el colectivo. Lo hemos hecho mucho tiempo, en muchos lugares y tiene adrenalina, tiene algo de verdadero y de mágico que no lo reemplaza otra cosa. Nos gusta seguir haciéndolo y también es exponerse porque en la calle está están todas las personas. Nos gusta tocar para cualquiera que anda por ahí. Es divertido de hacer porque es un momento diferente, de otro tipo de intimidad. No sé si eso fue o es una clave pero sí siento que es la forma que nos gusta.

-¿Y la experiencia del primer Luna Park?

-La verdad que no lo tenía tan claro, tan presente, pero es un templo que se conoce en toda Latinoamérica. Colabora en ese sentido, da como un respaldo, genera algo. Yo no tenía idea que podía ser así. En México, en Colombia, Costa Rica, al menos la gente que está en los medios o que es del palo conoce en Luna y valora que hayamos hecho uno junto con todo el público que nos acompañó, cantó a pleno, saltó, agitó y por suerte lo pudimos grabar y colgar en youtube, para que se comparta esa experiencia que para nosotros fue increíble. Mucho tiempo se veía lejos, no se sabía si iba a suceder algún día y sucedió y ahora el 4 de noviembre va a pasar de nuevo. Es hermoso poder hacer algo que nos gusta con nuestra vida, con nuestro tiempo, en este mundo que está tan hostil, tan injusto. Es una bendición, es un gran regalo.