La Ciudad

El presupuesto, primer desafío del oficialismo tras las elecciones

La semana pasada logró convalidar en sesión la prórroga para la presentación del expediente. Será el bautismo de fuego para la nueva conformación del Concejo.

El presupuesto y las ordenanzas fiscal e impositiva, que establecen los aumentos de tasas, se convertirán en el primer gran desafío del interbloque oficialista tras el triunfo en las elecciones legislativas del domingo y en el bautismo de fuego para la próxima composición del Concejo Deliberante.

A principios de mes, el gobierno de Guillermo Montenegro solicitó una prórroga hasta el 30 de noviembre para la presentación del expediente, que de acuerdo a la Ley Orgánica de las Municipalidades debe ser elevado al cuerpo deliberativo antes del 31 de octubre de cada año.

El jueves pasado, en la última sesión antes de los comicios, Juntos por el Cambio logró por mayoría, con el apoyo de Acción Marplatense, convalidar ese pedido, que había sido formulado con tres argumentos: la prórroga solicitada por la facultad de Ciencias Económicas para la entrega del segundo informe para el rediseño de la Tasa por Servicios Urbanos (TSU); la conveniencia de contar con información de recursos provenientes de los distintos regímenes de coparticipación provincial y las tareas adicionales que demanda la implementación de lo establecido en la ordenanza 25195 sobre Presupuesto con Perspectiva de Género.

En el debate, los bloques del Frente de Todos y de Crear Juntos fustigaron los fundamentos del Ejecutivo y consideraron que la demora tenía un solo objetivo: evitar la revelación del incremento de tasas antes de las elecciones. El oficialismo, en cambio, advirtió que es indispensable contar con el presupuesto provincial para establecer el cálculo de gastos y recursos del municipio.

Lo cierto es que, de cumplirse el plazo solicitado, el proyecto recién ingresará al Concejo el último día de este mes o el primero de diciembre. La renovación legislativa está prevista para el 10 del mes próximo, por lo que no habrá tiempo para tratarlo en comisiones y en sesión antes de la asunción de los nuevos concejales.

Esa reconfiguración implica, además, la designación de una nueva mesa directiva (el actual presidente, Ariel Martínez Bordaisco, se irá al Senado bonaerense) y la conformación de las comisiones internas de acuerdo a la cantidad de ediles de cada bloque.

El resultado electoral determinó que, por segunda vez en la historia, una fuerza política se adjudicara ocho de las 12 bancas en juego (la primera vez había sido en 1999, en la reelección de Elio Aprile). Eso le permitirá al interbloque oficialista incrementar su representación legislativa, pero no obtener la mayoría propia: tendrá 11 concejales sobre 24. Por su parte, el Frente de Todos perdió una banca y tendrá nueve, mientras que Acción Marplatense y Crear seguirán con dos cada uno.

Con esta composición, Juntos por el Cambio quedará a solo dos votos de la mayoría simple y, por lo tanto, de la sanción del presupuesto. Sin embargo, se avizoran inconvenientes para la aprobación de las ordenanzas fiscal e impositiva, que requieren el voto de la mayoría absoluta de la asamblea de concejales y mayores contribuyentes.

Esa institución está conformada por 48 miembros: uno por cada concejal. Y responden a la actual composición legislativa, en la que el oficialismo quedó en desventaja por la ruptura con Nicolás Lauría y Alejandro Carrancio, de Crear Juntos. Así, aunque tenga el visto bueno de Acción Marplatense (el partido de Gustavo Pulti ha facilitado en el pasado las herramientas de gestión al intendente), no llegaría a los 25 votos que necesita.

La renovación del listado de mayores contribuyentes, en función de la próxima composición del Concejo, recién se producirá en mayo, por lo que el oficialismo, de no abrochar nuevos acuerdos, estaría impedido de ajustar las tasas hasta mediados de año.

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