El primer trimestre de 2018 fue el más conflictivo de los últimos siete años en Mar del Plata. Así lo advierte el último informe del Observatorio de Conflictividad Social, espacio de investigación inserto en el Centro de Estudios Históricos de la Facultad de Humanidades y dedicado a confeccionar una base de datos sobre la protesta en la ciudad.

Según el trabajo, cuya muestra surge de las noticias publicadas en LA CAPITAL, durante los meses de enero, febrero y marzo de este año se llevaron adelante 274 acciones, el número más alto de los primeros trimestres desde 2011.

De hecho, el número final arroja unas 77 acciones más que en 2014, año en el que se registraba el índice más alto de conflictividad en un primer trimestre, con un total de 197. Sin embargo, en el balance anual, el periodo con mayor cantidad de conflictos sociales relevados sigue siendo, hasta el momento, 2016.

Vale destacar que por acciones el informe hace referencia a comunicados, manifestaciones callejeras, huelgas, asambleas, cortes, reuniones, acciones judiciales, bloqueos, entre otras intervenciones.

A su vez, el espacio coordinado por el doctor en Historia, Agustín Nieto (Cehis-Conicet), da cuenta en sus investigaciones de una “tendencia creciente en las protestas locales”.

Es que según muestra la base de datos elaborada por el equipo, en 2011 el primer trimestre registró unas 90 acciones, en 2012 unas 161, en 2013 nuevamente 161, en 2014 se alcanza el récord de 197, para luego por primera vez bajar a los parámetros de 164, y volver a subir en 2016 con 177 acciones.

Los registros correspondientes a 2017 tienen una salvedad. Si bien un informe de evolución publicado el año pasado por el OCS advierte el desarrollo de 133 acciones durante los primeros tres meses del año pasado, Nieto aseguró a LA CAPITAL que dicho período fue elaborado, a diferencia de los anteriores, únicamente con las notas publicadas en la versión web del diario.

“Estamos ajustando ese periodo con las notas que solo fueron publicadas en papel y todo parecería indicar que ese número subirá”, señaló.

Un “mapeo” de la conflictividad

De las 274 acciones registradas, el Observatorio identificó que se convocaron a 522 intervenciones de un conjunto heterogéneo de 222 organizaciones. Lo que hace a un promedio de más de dos acciones por organización y una media de dos organizaciones por acción registrada.

Entre estas acciones, la forma más extendida fue la manifestación discursiva con 149 eventos (comunicados enviados a los medios, por ejemplo). Por debajo aparece el grupo de acciones “directas rutinarias y no rutinarias”, entre las que se destacan las manifestaciones callejeras (39), las reuniones entre partes (33) y las huelgas (10). Las siguen acciones judiciales (9), asambleas (8), cortes (7), estado de alerta (4), entre otras.

En lo que respecta a las organizaciones que intervinieron, los investigadores decidieron agruparlas según ámbito de actuación. Así, las organizaciones de tipo sindical fueron en las que más acciones participaron, con 222 eventos en total en su haber. Las siguen las pertenecientes a una política partidaria con actuación en 60 acciones, los actores del mundo empresarial con 47, organismos de derechos humanos con 28 y grupos de fomento barrial con 25. Después quedan las comunidades educativas (18), del ámbito de la economía social (15), de víctimas de siniestros (13), profesionales (12), mujeres (10), étnicas (7).

En cuanto a las organizaciones en particular, lidera el ranking principal de acciones Suteba con 19 intervenciones, ATE con 15, Casinos con 14 y Asociación Bancaria y los familiares del ARA San Juan con 12 cada uno. Detrás quedaron Sindicato de Choferes de Camiones (11), Unidad Ciudadana (10), CTEP (9), STM (9), Oucra (9), Cooperativa a Trabajar (8) y Acción Marplatense, AJB, Apops, Barrios de Pie, Barrios Unidos en Lucha, Corriente Clasista Combativa, Movimiento Argentina Rebelde, Movimiento Teresa Rodríguez y Uthgra (7).

“Un primer cruce entre los tipos de acciones y los tipos de organización distribuidos en función del tiempo nos permite identificar el repertorio de formas de acción que cada grupo ejerció a lo largo del trimestre. Por ser el que más frecuencias de acciones sumó, el formato sindical fue el tipo de organización que más formas de lucha desplegó. Esta diversidad se ve reforzada por la huelga como formato específico de la organización sindical”, señala el trabajo.