Todos los entretelones de lo que es noticia en Mar del Plata
“Alejandro, esto es un quilombo. Tengo a medio Mar del Plata sin gas y nadie me sabe explicar qué pasó. Por favor, te pido que le den prioridad a este tema. Hay que solucionar esto”. El miércoles pasado, poco después de las 19, el intendente Guillermo Montenegro logró ubicar telefónicamente al máximo responsable de Camuzzi, el empresario Alejandro Mac Farlane, minutos después de haber convocado a todo su gabinete de crisis y apretar el quinto “botón rojo” de su gestión. Las luces de alerta comenzaron a titilar dos horas antes de aquel histórico miércoles, cuando amigos de los barrios del sur le avisaban al jefe comunal que ya no tenían gas en sus domicilios. La inquietud se transformó en seria preocupación cuando se recibió el llamado del director del Hospital Privado de Comunidad. “No tenemos gas. Es la primera vez que nos pasa. La situación puede ser grave si esto sigue así”, advirtió. La secretaria de Salud, el de Producción, las autoridades de Defensa Civil y el resto de los funcionarios del gabinete comenzaron a acercarse a la sede del COM, que se convertiría en el búnker de trabajo en otra jornada de “botón rojo”, pero sin ningún tipo de antecedente, manual o guía. Solo en una guerra se queda sin gas una ciudad.
La mayor preocupación giraba en torno a geriátricos, hospitales y centros asistenciales. Rápidamente se tuvo una radiografía, un panorama de lo que sucedió en esos ámbitos, y la preocupación comenzó a crecer. “Hoy lo podemos contar como una buena historia, pero te seguro que esas horas fueron de las más estresantes desde que estoy en el gobierno. Sin gas, sin saber cuándo volvería, en la jornada más fría del año y con la posibilidad también de que saltara por los aires el sistema energético y también nos quedamos sin luz, en una jornada que también marcó récord de consumo”, graficaba este fin de semana uno de los funcionarios de Montenegro, que ya había formado parte de los cuatro anteriores comités de crisis. El primero se conformó cinco días después de asumir Montenegro, el 15 de diciembre de 2019, cuando a las diez de la noche ocurrió uno de los incendios más grandes de la historia de la ciudad. La distribuidora Torres y Liva fue consumida por el fuego y las llamas generaron daños en media manzana, arruinando edificios y dejando sin hogar a más de un centenar de familias. Otra noche, pero dos años después, el 20 de septiembre de 2023, también el fuego obligaba a convocar al gabinete de crisis. El incendio en una concesionaria de vehículos ubicada en la zona de Juan B. Justo y Uruguay hizo presagiar lo peor, debiendo ser evacuadas varias casas linderas y dos geriátricos.
El tercer botón rojo se subió el 17 de diciembre de ese mismo año, con el fuerte temporal de viento y lluvia que azotó a Bahía Blanca, dejando un saldo de 13 muertos y 14 heridos. Hubo voladuras de techos, advirtiéndose que el fenómeno llegaría a Mar del Plata. De hecho llegó, aunque con menor intensidad. No obstante lo cual, previamente, ante la alerta naranja, el municipio suspendió todas las actividades y fiestas masivas —se esperaba una multitud en Sonora Park y en Mute— mientras los medios mostraban imágenes del desastre ocurrido en Bahía Blanca. Y desde esa misma ciudad, el 7 de marzo último, surgió la cuarta convocatoria al comité de crisis ante la catástrofe provocada por las lluvias que dejaron un saldo de 16 personas fallecidas y miles de evacuados. “Una cosa es trabajar sobre un incendio o un temporal, y otra muy distinta es cuando entrás en un terreno desconocido como el de tener una ciudad sin gas en un día de temperaturas bajo cero. Además, cuando comprendimos que no sucedería como en cualquier corte de energía eléctrica, donde el restablecimiento del servicio es masivo e inmediato, y que acá iban a tener que ir casa por casa a reconectar, muchos comenzaron a tomar conciencia de la gravedad de la situación”, reveló una fuente municipal.
De inmediato se decidió “cuidar el poco gas que tenemos” para priorizar hospitales y geriátricos. En consecuencia, se ordenó cerrar el grifo en el Parque Industrial, shoppings, restaurantes y comercios, al tiempo que también se suspendieron las clases para el día siguiente. “Cada molécula ahorrada cotizaba en Bolsa”, gráfico. Afortunadamente, el jueves el gas volvió a llegar a la ciudad con la presión adecuada y comenzaba la etapa de reconexión. “Camuzzi contaba con 14 equipos para ese trabajo. Con veinte barrios damnificados era imposible. Hubo más llamados a los máximos directivos de Camuzzi y reforzaron con 60 equipos más, por lo que se laburó rápido y bien”, reconoció en off the record uno de los hombres de confianza del intendente, quien, pasada la tormenta, no dejó de expresar sus dudas por lo sucedido. “Llama la atención que hayamos sido la única ciudad del país que vivió algo así. La ola polar llegó hasta Tucumán, pero solo acá se cortó el gas. Por eso es necesario saber fehacientemente qué pasó. El Gordo (por Montenegro) fue muy claro y le pidió a Camuzzi un informe claro y completo de lo sucedido. Esto no puede volver a suceder. Creeme que pudo haber sido un desastre”, concluyó.
Mar del Plata se quedó sin gas -miles de viviendas sin ese vital suministro en plena ola de frío en un hecho sin precedentes- y la ciudad fue noticia a nivel nacional. Y en épocas de “todos contra todos”, para la oposición fue un centro al medio del área para fustigar al gobierno nacional y su falta de obras. Hasta la expresidenta aprovechó la contingencia. “Che, Milei, ¿dejaste a Mar del Plata sin gas?”, escribió Cristina Kirchner en sus redes sociales. “Che, Milei… con la ola polar que tenemos… ¿vos qué hacés? ¿Lo único que se te ocurre es meterle otro recargo a las boletas de un 6,4% más?”, preguntó. Y agregó: “Tarifas por las nubes, estufas apagadas, vos hablando de que hiciste buen trabajo en Mercosur… ¿y dejaste a Mar del Plata sin gas? Dale, hermano… seguí vendiendo humo… lástima que no calienta”. Desde Camuzzi, en tanto, se explicó, como lo detalló un claro artículo publicado el domingo por LA CAPITAL, que el sistema “operó al límite” y que las obras “no habrían evitado el corte”.
El Sindicato de Trabajadores de la Industria del Gas apuntó hacia Camuzzi y advirtió sobre la falta de personal, mantenimiento de la red y falta de inversión, mientras que desde el gobierno bonaerense y desde intendencias vecinas se hizo referencia a la planta compresora de Las Armas, obra que está paralizada por decisión del actual gobierno nacional y que originalmente debía estar finalizada y operativa el año pasado. Desde Camuzzi salieron al cruce de estas denuncias, reconociendo la importancia de la planta compresora de Las Armas. “Ayuda, todo ayuda. Pero no hubiese evitado el corte bajo ningún concepto, porque el problema no estuvo en la infraestructura de Camuzzi. Nuestra infraestructura funcionó bien. El problema fue la falta de alimentación en el ingreso”, detallaron, haciendo referencia a que el caño que alimenta a Mar del Plata nace en Tandil, donde se encuentra la planta compresora El Chourrón, desde donde entra el gas desde los sistemas nacionales. “Si en esa puerta de entrada no recibís ni la cantidad ni la presión necesarias, hagas lo que hagas después no podés sostener el sistema”, refirieron los voceros de la empresa Camuzzi.
Un dato no menor: las tarifas de gas natural acumulan un aumento del 1482% en lo que va del gobierno de Javier Milei. Pese a ello, las debilidades del sistema energético en Argentina quedan expuestas en cada ocasión que el consumo se dispara por altas o bajas temperaturas, teniendo que recurrir a cortes en el suministro y medidas de emergencia para lograr el menor impacto posible. En este caso y a pesar de haberse incrementado las facturas de gas un 1482% desde diciembre de 2023 hasta la fecha, según calculó el Observatorio de Tarifas y Subsidios IIEP a cargo de la UBA-Conicet, nuevamente no se exhibe un cambio en la respuesta ante la elevada demanda. Con la última actualización tarifaria, la factura promedio de gas en el país ya ronda los $50.000 en junio, con zonas donde supera los $100.000 para los distintos usuarios, mientras que en diciembre de 2023 el valor promedio no superaba los $5.000 en ningún segmento y el máximo ascendía a $10.574.
La posibilidad de que el gobierno nacional quiera eliminar por decreto de necesidad y urgencia la ampliación del Régimen de Zona Fría, aprobada por ley durante el gobierno kirchnerista de Alberto Fernández, encendió las luces de alerta en Mar del Plata. Abogados del Ministerio de Economía están estudiando las consecuencias legales de un DNU de esas características, según indicó el sitio especializado en energía Econojournal. La ampliación del esquema de subsidios al consumo de gas en zonas frías -que este año le costará al Tesoro unos US$ 300 millones- se aprobó en 2021 a través de la ley 27.637, e incorporó a 3,1 millones de usuarios. El ministro de Economía, Luis Caputo, quiere retrotraer la ampliación aprobada en 2021 del Régimen de Zona Fría, el esquema que subsidia hasta un 50% del costo del gas natural para usuarios ubicados en áreas consideradas por el Estado de ‘bajas temperaturas’. Se trata de un esquema que, cuando se creó, a principios de este siglo XXI, subvenciona ba la demanda del fluido en la Patagonia, una región indefectiblemente afectada por severas condiciones climatológicas, pero que durante el gobierno de Alberto Fernández se extendió a la mitad de los usuarios residenciales de gas natural del país. Por ejemplo, el régimen de Zona Fría no distingue el ingreso socioeconómico ni el poder adquisitivo del hogar beneficiado. “El 76% de los hogares de General Pueyrredon accede a la red de gas natural y si esta ley se elimina, la suba será impagable para la mayoría de las familias”, advirtió el concejal de Unión por la Patria, Diego García.
Nunca como ahora la política partidaria, las roscas, las negociaciones entre las distintas fuerzas, a horas de la presentación formal de las alianzas electorales de cara a los próximos comicios, estuvieron tan alejadas del sentir de la mayoría de la ciudadanía. Ante esa apatía generalizada, con millones de argentinos ocupados o preocupados por otras situaciones, en “la casta”, como le apasiona al Gobierno identificar a la política tradicional, todos corren en estas horas buscando garantizarse un lugar de preponderancia en el menú de boletas al que accederán los bonaerenses el 7 de septiembre próximo. Y todo se mezcla, todo se sobreactúa, y habrá traiciones, premiados, sorpresas y decepciones. Les explotan los celulares a quienes manejan la lapicera a la hora de confeccionar las listas, mientras la gente “mira otro canal”. “La baja participación en las últimas elecciones realizadas en distintas provincias es una clara muestra del hartazgo de la ciudadanía. El horno no está para bollos y mientras menos silenciosa sea la rosca, mejor”, coincidían en señalar este fin de semana un hombre del PRO y un dirigente peronista, ambos marplatenses.
No obstante esa apatía, la política se cuela por todas partes y la grieta triunfa. El fallecimiento de un hombre en situación de calle, el corte en el suministro de gas en miles de viviendas en la ciudad -un hecho inédito en este distrito- o la opinión más sencilla y banal de alguien en redes sociales, desata en forma inmediata una catarata de agresiones, hace florecer posiciones antagónicas irrumpiendo descalificaciones y hasta insultos para quienes piensan distinto. Un clima hostil con campo fértil en las redes sociales y alentado desde la dirigencia -bochornosas las últimas sesiones y grescas en el Congreso, la más reciente protagonizada por legisladoras oficialistas y opositoras con participación de una marplatense, tal el caso de Juliana Santillán- que impide el debate de ideas, de propuestas y mucho menos de acercamientos. “No hay cosa más inútil que un argumento en esta época. No tiene sentido hacer un debate con personas que no oyen”, observó hace pocos días Alejandro Dolina en un reportaje televisivo. Año impar, año electoral, donde todo parece valer en la búsqueda de pescar un voto más. Todo sirve: la muerte de un desamparado o la falta de gas generan reacciones llevadas al extremo para poder nadar en esa grieta que, evidentemente, para algunos no deja de ser un gran negocio.
“Los tiempos cambiaron. Hace algunos años, en épocas preelectorales como estas, el gobernante de turno, intendente, gobernador, presidente, lo único que quería era mostrar obras. Hoy hay pocas, es cierto, pero en el manual del buen político está prohibido terminantemente salir a difundirlas. Si arreglás una calle hacelo en silencio. Si te pasás de rosca con la publicidad se te vuelve en contra. La gente todo lo relaciona con la joda, la malversación y el choreo. Vamos a ver una campaña totalmente distinta, atípica. Apelando a lo sentimental de a ratos, pero cabalgando sobre la grieta con candidatos que van a hablar para los suyos. Políticos y candidatos convertidos en algoritmos haciendo jueguitos para su propia tribuna”. La anterior es una síntesis de la exposición de un reconocido consultor político nacional que este fin de semana compartió discreto encuentro con algunos políticos locales. Prometió hablar en “on” cuando vuelva en octubre, para participar, el 9, en el coloquio PE&RE, séptima edición, a realizarse en Chauvin con cerca de 300 empresarios. Disertará, junto al intendente Guillermo Montenegro, el presidente del Banco de Valores, Juan Nápoles; el CEO de Cabrales, Martín Cabrales; el director de Celulosa Argentina, Juan Urtubey; el presidente de laboratorios Richmond, Marcelo Figueiras; los desarrolladores inmobiliarios Ezequiel Lorenzo y Juan Pablo Reverter; el presidente de la UIA, Martín Rapallini; el coordinador del Inprotur, Alejandro Carrancio; y el economista Juan Carlos De Pablo, entre otros.
Sobre el fin de semana, las principales fuerzas políticas comenzaron a delinear la estrategia electoral. Por un lado, el PRO formalizó su acuerdo electoral con La Libertad Avanza. Por el partido “amarillo”, que ahora aceptará vestirse de violeta y dejar de lado su identificación partidaria bajo el paraguas de La Libertad Avanza -tal como se leerá en la boleta- negociaron Cristian Ritondo, Diego Santilli y el intendente Guillermo Montenegro. Del lado de los libertarios, Sebastián Pareja y Karina Milei pusieron sus condiciones y todo parece marcar que no todo el PRO aceptará mansamente el pase con el objetivo de “erradicar al kirchnerismo de la provincia”. “Los que mejor midan serán las cabezas de listas”, coincidieron en señalar desde ambos sectores.
El 19 de julio próximo es el plazo para presentar las listas de candidatos. Ese día se sabrá si el intendente Guillermo Montenegro encabezará la lista de candidatos a senadores provinciales por la quinta sección electoral, como oportunamente lo adelantó esta sección. Sería una candidatura testimonial aunque nada está confirmado aún. Mientras, se multiplican las versiones periodísticas sobre el rol que puede llegar a tener Montenegro en el gabinete nacional después de las elecciones de octubre. ¿Ministro de Justicia? ¿Ministro de Seguridad? “No hay nada. Es un invento de los periodistas”, no se cansa de responder el jefe comunal ante quienes se animan a preguntarle sobre estas versiones. “En la Casa Rosada -escribió este domingo Ricardo Kirschbaum en su columna política de Clarín- dejan trascender que Guillermo Montenegro, intendente de Mar del Plata y uno de los promotores de la alianza con Milei, sería el reemplazante de Patricia (Por Bullrich). Con un agregado: también le darían al ex PRO la cartera de justicia”.
Mientras, los radicales, otrora aliados al PRO, lejos de aceptar ceder sus sellos y marcas, intentarán explorar otras vías, abriendo las puertas a incorporaciones de los heridos, descontentos y “sin tierra”. En Mar del Plata las miradas, de cara al futuro, apuntarán a la forma en que el PRO y la UCR, encarnados en Guillermo Montenegro y el senador nacional Maximiliano Abad, podrán surfear esta ola local sin “contaminarse” con los cortocircuitos que seguramente aparecerán a nivel nacional entre los exsocios políticos. El “modelo marplatense” de cohesión entre el PRO y la UCR -que de hecho se mantuvo firme en momentos más que delicados- y que siempre se vendió como ejemplo a imitar en otros distritos, entra en un terreno en el que el paisaje parece ser otro.
A todo esto, en el peronismo bonaerense, el sábado se acordó conformar un frente electoral. Los seguidores de Cristina Fernández de Kirchner y Axel Kicillof (más los de Sergio Massa) tendrán una oferta electoral conjunta. Tras una semana de turbulencias, las tribus del peronismo acordaron los delegados que tendrán a cargo la conformación del frente electoral que competirá el próximo 7 de septiembre. La mesa quedó integrada por el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, junto a Mariel Fernández, Federico Otermín, Verónica Magario y Gabriel Katopodis, quien el viernes, en el programa de streaming Mesa Chica, de Canal 8 y LA CAPITAL ya había avisado que se terminó el tiempo de chicanas internas, alegando que “el que habla mal de otro compañero, al diván”. Irrumpirán ahora las roscas y las muestras de poderío de las distintas facciones internas para imponer sus nombres. En Mar del Plata, Fernanda Raverta, Gustavo Pulti y Juan Manuel Cheppi, como referentes locales de Cristina Fernández, Axel Kicillof y Sergio Massa respectivamente, están llamados a tener un rol más que importante a la hora de las definiciones electorales.