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Deportes 15 de marzo de 2025

El recuerdo en primera persona de uno de los grandes hitos del triatlón

A 30 años del debut de la disciplina en los Juegos Panamericanos, precisamente en Mar del Plata, Oscar Galíndez, Silvana Calcagno y María Virginia Coronel revivieron aquel momento único.

Oscar Galíndez, Silvana Calcagno, Ariel Islas y María Victoria Coronel, durante la muy buena charla acercas del debut del triatlón en los Juegos Panamericanos.

En el marco de un fin de semana súper activo propuesto por ISSports, los triatletas Oscar Galíndez, Silvana Calcagno y María Virginia Coronel recordaron su participación en el estreno de esta exigente disciplina en los Juegos Panamericanos de 1995.

El cordobés Galíndez, una leyenda viviente del triatlón argentino, obtuvo nada menos que una medalla de bronce. Y las marplatenses Calcagno y Coronel se llevaron para siempre el privilegio de haber sido parte de un hito histórico, al margen del impresionante e inolvidable aliento del público local.

La charla, moderada por el animador y relator Ariel Islas, se desarrolló en el local de Golden Bike, en la previa del Rower Half ISS Triatlón, a correrse este domingo.

“El triatlón se corrió el último día de los Juegos, el 26 de marzo, pero para nosotros, el impacto fue desde el primer día, porque Silvana y yo participamos en el recorrido de la antorcha, por la costa. Fue impresionante y muy emocionante. Ahí se empezó a tomar dimensión de todo lo que iba a pasar, de la cantidad y calidad de deportistas que iban a venir. Los mejores de todas las disciplinas. Y también del triatlón”, expresó Coronel sobre aquella experiencia formidable.

En referencia a la increíble cantidad de público apostado en las tribunas naturales de la geografía costera marplatense, Calcagno rememoró: “Fue muy lindo. Éramos tres argentinos y tres argentinas, dos de ellas marplatenses, y toda la gente nos alentaba a nosotros. Fue maravilloso. Lo único que cambiaría es que me hubiese gustado compartir más tiempo y vivencias con los demás deportistas. Nosotros no concentrábamos y no estuvimos en la Villa Panamericana en Chapadmalal. Fuimos apenas una vez a cenar. Estábamos muy enfocados en entrenar y tampoco pudimos ir a ver otros deportes”, confesó.

Numeroso público, especialmente los integrantes del "semillero" del triatlón, se acercaron a compartir la charla.

Numeroso público, especialmente los integrantes del “semillero” del triatlón, se acercaron a compartir la charla.

A su turno, Galíndez indicó que “lo más impactante era que había un marco de gente impresionante y eso era lo que nos incentivaba. Mar del Plata fue el corazón del triatlón en Argentina, siempre se llenaba de gente. Casi como que tenía la obligación moral de ganar un medalla. Pero 46 días antes de los Juegos me lesioné el hombro, una luxación. Desde el punto de vista médico era casi imposible que pudiera competir. Nunca consideré no correr. La final del fútbol y el triatlón fueron los dos eventos que llevaron más público en los Panamericanos. Así de simple. Fue algo fantástico. Lamentablemente, por diversas cuestiones, eso se perdió. Me hubiese encantado que eso continuara así, pero se ha desmasificado. Disfrutábamos muchísimo de todo el aliento de la gente”.

Y agregó a continuación: “La primera prueba para el hombro fue al terminar la natación. Era todo un desafío por la lesión, pero salí bien del agua. Me costó más la parte de bicicleta porque la ITU dispuso una regla que fue la antesala del drafting. Eso me perjudicó muchísimo porque mi fuerte era el ciclismo. Pero era tanta la cantidad de público que había, que sentí que corría para ganar una medalla y también para la gente, que me empujaba de una manera espectacular. Logré bajarme primero de la bici, pero sin la distancia que hubiese necesitado para sostener ese puesto, aunque ganar la medalla de bronce fue excelente. Yo siempre digo que recuerdo a ese triatlón panamericano como una de mis mejores carreras”.

Galíndez, también, se llevó una medalla de plata por equipos, junto al paranaense Ariel Garrigó Paraná y el mendocino Raúl Lemir.

El triatlón de los Juegos Panamericanos Mar del Plata 1995 se corrió sobre lo que hoy se conoce como distancia olímpica (1,5 kilómetros de natación, 40 kilómetros de ciclismo y 10 kilómetros de pedestrismo). Fue el inicio del camino de la disciplina rumbo a los Juegos Olímpicos, que no pudo cristalizarse en Atlanta 1996, pero sí cuatro años más tarde, en Sydney 2000.

La natación se realizó en Playa Bristol, en un circuito de dos vueltas de 750 metros. El ciclismo comprendió 4 vueltas de 10 kilómetros entre el playón de Las Toscas-Paseo Hermitage y la Base Naval. Finalmente, los 10 kilómetros pedestres completaron 4 vueltas entre Playa Chica y Las Toscas, donde miles de personas recibieron a los triatletas.