Cada vez son más las ferias que se abren en la ciudad y en el mundo. Podemos identificar dos motivos por los cuales adquieren el valor de tendencia: cuidado del medio ambiente y de la economía familiar.

Con un contexto atravesado por los cambios climáticos y las crisis, las ferias americanas vuelven a ser una opción para las cazadoras de ofertas y medioambientalistas. Así lo define Yohanna, dueña de la feria Ay Amor “La gente tomó conciencia y la importancia de darle una segunda vuelta a la ropa y porque es mucho más barato.” Con el precio de 1 prenda nueva se pueden adquirir 2 o incluso 3 prendas usadas.

Ella se interiorizó con la venta de prendas de segunda mano hace 7 años cuando las customizaba con su toque personal. Compraba los mom jeans vintage y los convertía en shorts, interviniéndolos con anilinas, tachas y dibujos a mano. Para luego comercializarlos en una feria de diseño.

Tras un largo viaje descubrió su fascinación por las ferias y no se limitó en comprar para traer a la Argentina. Sin embargo destaca “Yo ya me vestía de feria desde los 15” pero el amor por la ropa vintage la hizo tomar la desición de convertir su marca en una feria vintage.

¿A qué llamamos vintage?

El vintage tiene características singulares. La calidad, ya que los productos son artesanales o están hechos con materias primas de primer nivel que actualmente ya no se utilizan, la exclusividad, fueron creados sólo algunas unidades a diferencia del fast fashion que se produce en cantidad, la historia, cuánto más antiguo más se aprecia su valor y conservación y el estilo, que suele ser sofisticado.

A pesar de sus miedos y ser consciente del riesgo que asumía, esta nueva iniciativa fue muy aceptada por sus clientas. Es una forma de que las personas “le den una segunda vuelta a su ropa y busque venderla, canjearla o regalarla y no vaya a parar a la basura.”

Aclara que siempre es más conveniente en cuanto al precio. El valor varía y se acuerda entre la dueña de la ropa y la vendedora. En su local, “Un jean vintage no pasa los $800 y una campera no pasa los $1000, muchas veces de marcas”.

Es importante que si deseas vender o canjear tu ropa está debe estar limpia, en perfecto estado y ser de temporada.
Como si fuera poco, una vez al mes realiza la “Gran Barata” con descuentos del 10% al 30% donde la ropa arranca desde los $50 y no supera los $800. La renovación de prendas es constante y no suelen estar más de un mes a la venta.

Pero para abarcar otro tipo de público encontramos ferias que son conocidas por sus prendas actuales y en su mayoría, de marca. Feria Infinita colecciona gran variedad de indumentaria, zapatos y carteras de última moda que se agotan apenas son publicadas en su cuenta de Instagram. Además posee un sector de niños y hombres.
De estilo vintage o actual coinciden en algo fundamental: precios totalmente accesibles.

Por Karin Lourdes Bach para Pibexs