El principal sospechoso de haber asesinado de un balazo el domingo a la madrugada a Franco Morales, Matías Suraniti (25), estuvo en conflicto con la ley penal desde su adolescencia y aprendió en la calle a usar una pistola, robar y hasta cómo son los manejos de la droga.

De adolescente era conocido por los fiscales del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil por haber cometido algunos delitos menores, que finalmente escalarían de robos a amenazas, de amenazas a lesiones hasta que, finalmente, quedó acusado de dos homicidios.

Suraniti se ganó su apodo de “Zorrino” allá por el 2014, cuando la “moda” le exigía un corte de pelo particular: rapado prácticamente a cero en los costado y una cresta decolorada que podía ser rubia o plateada.

Para 2014, con 19 años, el “Zorrino” ya tenía causas por amenazas calificadas reiteradas, abuso de armas y robos. Pero ese año pasó una línea y quedó envuelto en el homicidio de Brian Vanegas (24) que por ese entonces disputaba por el control territorial de la denominada Villa Gascón.

Ese crimen ocurrió el 16 de noviembre y se cree que junto al “Zorrino” actuó ese día Brian Juárez (19), quien fue asesinado de varios disparos un mes después, en el barrio Aeroparque. La muerte de Vanegas se produjo en horas de la madrugada, tras bajar de un Volkswagen Bora en la villa “La Palangana”. Entonces se le aproximaron al menos dos individuos y lo atacaron. Vanegas recibió un disparo en la cabeza, otro en la espalda y una puñalada en una pierna.

Suraniti y Juárez fueron señalados como autores de ese crimen. Se los acusa de haber realizado otro violento ataque a tan solo 10 días de ese homicidio, para hacerse del control total de esa zona -y los negocios de venta de drogas que eso significa- y haber baleado en la cabeza a Cristian Gallardo (24), en 186 y Gascón. En este hecho, también fueron heridos los miembros de un matrimonio, testigos de la agresión. Los mismos atacantes dispararon contra ellos antes de escapar.

El 9 de enero de 2015, un hombre de la familia Morales denunció a Suraniti y éste se enteró. La respuesta, según consta en las investigaciones, fue inmediata: el hombre fue herido de bala en una pierna.

En marzo de 2015, Suraniti fue detenido mientras caminaba por Gascón y 184 y pasó una “temporada” en la Unidad Penal 44 de Batán, mientras algunas de sus causas se caían por falta de pruebas, principalmente porque testigos no se animaban a prestar declaración o faltaban en las audiencias para ratificar los dichos.

Fuentes extraoficiales informaron que justamente en la cárcel de Batán el “Zorrino” se encontró con Franco Morales, el joven que fue asesinado ayer a la madrugada, también de la Villa Gascón.

Hay quienes sospechan que los problemas nacieron en los pabellones de la Unidad Penal de Batán y fueron trasladados a las calles de la Villa Gascón. Otra de las hipótesis es que se trató de una discusión por problemas de droga, tanto de consumo como de venta potenciados por el aislamiento obligatorio.

De cualquier manera, el camino de delitos impunes, violencia y sangre del “Zorrino” Suraniti, para los investigadores lo llevó hasta dispararle con un revólver 9 milímetros a Franco Morales y asesinarlo en la Villa Gascón, el territorio que intenta controlar desde hace un lustro.