El País

Empresas pidieron “no demonizar” el transporte público y atender los temas de fondo

Representantes de las cámaras empresarias de transporte automotor de pasajeros pidieron no demonizar el servicio público y controlar las prestaciones ilegales que -aseguran- “no tienen ningún tipo de protocolo” que garantice las medidas sanitarias requeridas en el marco de la pandemia de coronavirus.

Así lo planteó el presidente de la Cámara Empresaria del Transporte Urbano de Buenos Aires (Cetuba), Mario Vacca, al referirse a la situación del sector y las alternativas que se analizan para un esquema de pospandemia en una charla organizada por la Fundación Metropolitana y la Universidad Nacional de San Martín.

En ese mismo encuentro, el secretario de Transporte Público, Gabriel Bermúdez, dijo que “los protocolos que se han establecido en las empresas funcionaron bien y eso lo demuestran los pocos contagios entre choferes y personal”, por lo que entendió que el sistema está encaminado a “poder decir que el transporte público no es el principal vector de contagio”.

Vacca aseguró que “no hay ninguna evidencia científica que diga que el mayor vector de contagio en las ciudades del mundo sea el transporte público”, al abordar las limitaciones que se imponen a la utilización de los medios públicos de transporte de pasajeros como herramienta par prevenir mayores contagios en la comunidad.

En ese sentido, el directivo de la Cetuba pidió “terminar con la demonización, entre otras cosas porque el transporte informal sustituto no tiene ningún tipo de protocolo o normas que garanticen las medidas de seguridad adecuadas, como sí respeta el transporte público formal”.

Por su parte Luciano Fusaro, vicepresidente de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA) señaló que “los operadores ingresaron a esta pandemia con serios problemas de fondo”.

“La situación previa a la Covid-19 era de máxima fragilidad, debido a que los ingresos de los operadores se calcularon por debajo de la inversión, se recortaron márgenes y se mantuvieron distorsiones fiscales, lo que tuvo un impacto en un deterioro del servicio a todos los niveles”, precisó.

Fusaro aseguró que el Estado está haciendo “enormes esfuerzos para mantener las compensaciones en el marco de una caída de la demanda inédita, con el objetivo de sostener las frecuencias, pero esto no es sostenible en el mediano plazo”.

Al respecto, el secretario de Transporte Público destacó que “la pandemia generó un cambio absoluto y hoy se plantea la misión de generar políticas desde una mirada integral sanitaria, que es la que marca la pauta en esta etapa”.

No obstante, Bermúdez resaltó la “obligación de saber que hay un día después, con cambios en los paradigmas de consumo y nuevas culturas en la vida de las personas”.

“El teletrabajo ha llegado para quedarse, también el e-commerce y esto va a significar un cambio absoluto en la logística: habrá menos transporte de personas y más transporte de cosas”, vaticinó.

“Todo lo coyuntural lo tenemos que ir desandando porque es muy costoso luego desarmar el esquema de transporte ilegal que hace que el Estado deba invertir más luego por los gastos que generan al sistema de salud y por supuesto el perjuicio a los pasajeros”, sentenció.

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