Por Bruno Verdenelli
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Entre los empleados y los funcionarios judiciales que caminan Tribunales hay quienes creen que la acusación de la actriz Thelma Fardin contra Juan Darthés, a finales de 2018, marcó el quiebre. Otros consideran que el fenómeno ya había comenzado tiempo antes. Lo cierto es que las frías estadísticas marcan un fuerte incremento de denuncias de casos de abuso sexual en Mar del Plata durante el año pasado.

El aumento de las investigaciones, en su mayoría iniciadas por la Comisaría de la Mujer y la Familia, y luego continuadas en las distintas fiscalías del departamento judicial, trajo consigo graves inconvenientes en el desarrollo de las tareas habituales de quienes trabajan en las múltiples causas.

Si bien el momento y el motivo de la suba de los números registrados pueden ser materia de discusión, las fuentes consultadas por LA CAPITAL coinciden en algo: resulta imperiosa y urgente la necesidad de la creación de una oficina de instrucción especializada por parte del Ministerio Público. Y también sostienen que los recursos que existen en la actualidad para lograr esclarecer este tipo de hechos son escasos y, en detrimento de ello, además, se encuentran en parte desorganizados.

Estadísticas

Las estadísticas oficiales existen pero acceder a ellas, por razones absolutamente burocráticas, se vuelve un proceso complejo. Tanto tras consultar al Ministerio Público Fiscal dependiente del Poder Judicial de la provincia de Buenos Aires, como al Ministerio de Seguridad bonaerense, no es sencillo obtener los datos precisos sobre la cantidad de estas denuncias, primero, y sus derivaciones o no en causas penales efectivamente instruidas después.

Sin embargo, fuentes contactadas por este medio manifestaron que a mediados de 2019 la cantidad de expedientes formados por delitos contra la integridad sexual en Mar del Plata y alrededores había aumentado aproximadamente un 30 por ciento respecto del año anterior.

De todas maneras, cabe destacar que la cantidad de causas creció en el plano general, aunque la curva no es tan pronunciada si se analizan otro tipo de delitos. En total, abarcando todas las fiscalías existentes en el departamento judicial -que intervienen para investigar todo tipo de hechos-, hasta junio de 2019 se habían confeccionado oficialmente 25.809 instrucciones, contra 16.985 del mismo período del año anterior.

“El aumento de investigación de los casos tiene que ver con que estamos viviendo una época donde hay más canales de denuncia y la gente, sobre todo las mujeres, se animan a denunciar más los hechos“, confiesa uno de los fiscales consultados para la realización de esta nota.

Otro, en tanto, se atreve a ir más lejos y atribuye el incremento estadístico al revuelo que generó la acusación contra el actor Juan Darhés y su salida del país: “Aumentaron en general las causas en los últimos años pero sobre todo hubo un boom después del caso Thelma Fardín”.

Un detalle que no es menor, y a pesar de que llama la atención está estrechamente vinculado con la lucha feminista que tomó mayor notoriedad desde que el movimiento Ni Una Menos irrumpió en 2015, es que el número de casos de abuso sexual ocurridos u originados en la vía pública ha disminuido notablemente. Es decir, según las fuentes contactadas “ya casi no existe eso de que un hombre rapta a una mujer en la calle o la viola en un descampado, o existen muy pocos casos aislados”. Eso, aducen, tiene que ver con que hay mayores prevenciones por parte de la sociedad en general y todo lo que se vincula a cuestiones de violencia de género está absolutamente visibilizado porque “se ha producido un cambio cultural” en cuanto a la perspectiva de la gente.

Por el contrario, algo que no resulta menos grave es que creció sobremanera el número de causas por abusos sexuales intrafamiliares. Para los investigadores, se trata de hechos que “quizás ocurrieron siempre” pero que en el pasado “no se denunciaban”.

“En mi oficina, cada vez que estoy de turno -una semana cada cinco- tengo de tres a cinco denuncias de abuso sexual por día. Y la mayoría son casos que ocurren en el seno familiar“, confiesa otro de los fiscales.

Movilizaciones Ni Una Menos.

Recursos y organización

Como ocurre en la mayoría de los departamentos judiciales del país, los recursos investigativos en Mar del Plata suelen ser escasos. O al menos de eso se quejan los fiscales, con argumentos sólidos.

Principalmente, lo que más aqueja a los instructores judiciales y complica el desarrollo rápido y eficaz de las causas de abuso sexual cuyas víctimas son menores de edad, es que sólo hay una psicóloga a cargo de realizar todas las cámaras Gesell que habitualmente se necesitan para esclarecer los hechos de esta ciudad.

Se trata de Florencia Manterola, quien lleva a cabo aproximadamente seis de estas diligencias por semana. Hay que tener en cuenta que cada una de ellas, además, requiere entrevistas previas con los menores para determinar si están o no en condiciones de declarar, sumadas al análisis de las actuaciones previas de cada caso en particular.

Tribunales Mar del Plata.

En este momento, los fiscales que piden realizar cámaras Gesell en el marco de los expedientes que llevan adelante reciben turnos recién para marzo. Por ese motivo, muchas veces el trámite de las causas se demora.

A pesar de que Manterola suele contar -extraordinariamente- con la asistencia de otras psicólogas que pertenecen al Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil (es decir, otra área del Ministerio Público Fiscal), las distintas fuentes con las que dialogó LA CAPITAL coinciden en la necesidad de que se incorporen más especialistas como ella y así se repartan las tareas.

En la misma línea, uno de los fiscales consultados explica también que sería muy valioso para el proceso de las investigaciones que las dependencias a las que las víctimas tienen que concurrir durante el proceso estuvieran ubicadas todas en un mismo edificio.

“Para denunciar, las víctimas tienen que ir a la Comisaría de la Mujer, en Juan B. Justo y 20 de Septiembre, y para que les tomemos declaración tienen que venir a Tribunales. Después, deben concurrir al departamento médico en otro sector de la ciudad y más adelante al lugar donde se hacen las cámaras Gesell cuando se trata de menores. Si esas dependencias estuvieran en un mismo lugar, y ni hablar si existiera una fiscalía especializada, se le facilitaría todo a la víctima y eso serviría también para agilizar y mejorar las investigaciones en sí”, esboza el instructor judicial.

Así como en situaciones límite de inseguridad se han tomado medidas para mejorar las instrucciones -en casos de asaltos violentos en viviendas o robos a comercios, por ejemplo-, el cambio cultural que fomentó, al menos en 2019, el fuerte aumento de denuncias por delitos sexuales debe motivar también, más temprano que tarde, nuevas modificaciones en la Justicia. O no será justicia.

La necesidad de contar con
una fiscalía especializada
“En el examen estadístico correspondiente a los años 2000, 2001 y 2002 se observa un importante incremento de delitos contra la integridad sexual, que podemos estimar en un 16 por ciento en el período 2001-2002”. Ese fue, entre otros, el párrafo con el que la Fiscalía General de Mar del Plata motivó la orden de creación de una unidad de instrucción especializada en casos de abuso en mayo de 2002.

La medida fue celebrada entonces por los funcionarios y los empleados de Tribunales. Sin embargo, no llegó siquiera a cumplir un año: en marzo de 2003 la oficina que estaba encabezada por María de los Angeles Lorenzo quedó disuelta tras el escándalo originado por el caso Fernando Melo Pacheco, el profesor de Educación Física acusado de abusos sexual infantil en el colegio Nuestra Señora del Camino que luego resultaría absuelto de culpa y cargo.

Como queda de manifiesto en la nota central de este informe, ahora los fiscales del Departamento Judicial Mar del Plata consideran necesario volver a contar con una unidad de investigación del mismo tipo. Inclusive, remarcan que en otras ciudades de la provincia de Buenos Aires, como Necochea, por ejemplo, dicha dependencia existe desde hace mucho tiempo y nunca dejó de funcionar.

A pesar de que el reclamo local tiene ya algunos años, durante los últimos 15 meses, aproximadamente, los investigadores notan que la situación se ha complejizado. Mientras tanto, el fiscal Fabián Fernández Garello no se ha pronunciado públicamente al respecto.