La cantidad de documentos apostillados en el Colegio de Escribanos de Mar del Plata que tramitan vecinos de la ciudad con el objetivo de validarlos para irse a vivir al exterior, se duplicó en los últimos seis meses y se quintuplicó en dos años.

Desde el 2017, a partir de un convenio que el Consejo Federal de Notariado Argentino firmó con la Cancillería, los Colegios de Escribanos comenzaron a apostillar documentos tanto de origen notarial como de entidades públicas. A partir de entonces, la demanda no paró de crecer.

Juan Manuel Area, presidente del Colegio de Escribanos de Mar del Plata, explicó a LA CAPITAL que “lo que hace el Colegio es apostillar los documentos para darle validez internacional”, proceso que rige tanto para certificados de nacimiento como para analíticos, títulos terciarios y universitarios, libretas de trabajo, licencias de conducir y cualquier otra documentación a presentar fuera del país.

“Para todo lo que tenga que ver con radicaciones y ciudadanías, el país receptor requiere que este documento esté apostillado”, indicó Area y señaló que la apostilla surgió de una convención de La Haya en la que se estableció un sistema universal para legalizar documentos.

“En los últimos seis meses se han duplicado los trámites. Hoy en el Colegio de Escribanos registramos un promedio de casi 100 trámites diarios, mientras que con el primer convenio empezamos a hacer unos 20 trámites por día. En dos años vemos que la cantidad se quintuplicó”, aseguró.

Si bien el Colegio de Escribanos no hace un seguimiento de la documentación, en general “España e Italia son los países que más recepcionan esta documentación que se tramita en Mar del Plata”, detalló.

Hace menos de un mes varío la forma de hacer los trámites. “Las apostillas eran en papel pero ahora se hacen con firma digital desde la página de trámites a distancia”, contó el notario y aclaró que el trámite se resuelve entre las 72 y 96 horas. Cada documento que debe ser apostillado se tramita individualmente y hoy registra un costo fijo de 675 pesos.

El presidente del Colegio de Escribanos de la ciudad precisó que los documentos apostillados no expiran, es decir, no tienen vencimiento y por ende la documentación queda validada para presentar ante cualquier país adherido a La Haya en el momento que sea.

Por último, Juan Manuel Area señaló que “por lo que transmiten los empleados del Colegio de Escribanos, del 100% de los vecinos que hacen este trámite por supuesto no todos se van ya del país; muchos lo hacen para tener la documentación en condiciones por si las dudas, aunque sí vemos que ha crecido mucho la cantidad de trámites”.