“Hay mucha confusión” en torno al tema de la energía, asegura el doctor Teodoro Halpern, egresado de la primera promoción del Instituto Balseiro, quien desarrolló gran parte de su carrera en Estados Unidos y en nuestro país.

El especialista, quien se encuentra en Mar del Plata, donde la semana que viene dará una serie de cursos para público general sobre el tema, adelantó que “en energía los problemas no son técnicos, son económicos, sociales y políticos”. Y en ese sentido aseguró que dichos problemas no afectan solo a nuestro país, sino también a Estados Unidos.

Halpern es químico por la Universidad Nacional de La Plata, obtuvo su licenciatura en físico química en el Balseiro, se doctoró en Alemania y trabajó en la CNEA, la Universidad de Chicago, Yeshiva University, Ramapo College de New Jersey y en el Balseiro.

Desconocimiento y confusión

El físico experimental asegura que la confusión generalizada en torno a los temas de energía tienen que ver con el desconocimiento, pero que “la responsabilidad no es de los ciudadanos, sino de los gobiernos, que son una cosa muy rara y a veces postergan o relegan cosas que no deberían” además de “no dar información pública que la gente pueda entender”.

“En los dos países en los que pasé la mayor parte de mi vida hay una confusión bastante grande en cuanto al tema energía. Actualmente, en “Estados Unidos, tiene que ver con lo que va a pasar con el gobierno de Trump. Hay mensajes contradictorios, por un lado Trump hablando de cambio climático y por otro negándolo y poniendo gente en su gabinete con ideas de desacreditar el cambio climático y volver a una matriz de carbón y petróleo. Y en Argentina, en este momento tiene que ver con la poca información a nivel público. Por ejemplo en el caso de Vaca muerta. ¿Cuál es el tipo de exploración, qué problemas puede traer el uso de agua con grandes cantidades de químicos para la extracción de petróleo y gas? ¿En Argentina vamos a ocuparnos realmente de tratar de limpiar ese agua usada? Y no es una cuestión de influenciar, creo que la gente debería estar informada”.

Paso intermedio

En ese sentido apuntó que “Argentina en el pasado ha tenido problemas energéticos serios, cortes de luz masivos, disminución de voltaje, exceso de consumo, problemas con importación de gas de Bolivia, con Chile y Vaca Muerta podría ser un paso intermedio entre la economía de petróleo y carbón clásica y una economía renovable con energía eólica y fotovoltaica, pero que tienen que estar muy bien regulados”.

Mientras, pasó el tiempo, “sin que se trabaje en inversión, ni en energías de las llamadas convencionales, sino en la implementación de energías renovables. Un ejemplo, soy de la primera promoción del Balseiro, antes de que se llamara Balserio. Uno de mis compañeros, hizo en su momento un relevamiento de vientos en la patagonia que fue modelo y por años no se hizo nada con esa información. Estamos con décadas de retraso”.

Por otra parte ejemplificó que “hay un proyecto nuclear, Karem, es un reactor llamado autoextinguible, de esos que no pueden generar accidentes nucleares del tipo de los más conocidos, que empezó en los 80, se supone que va a terminar en 2018, pero en el interín otros países no se quedan dormidos, hay muchas otras experiencias. Hemos perdido ventaja”.

Al respecto también señaló que incluso los avances en energías renovables son significativos: “El costo de producción de energía solar en los últimos 40 años se redujo en más de un 90 por ciento. Es porque quieren hacer plata y la única manera es volverse competitivos con respecto a lo tradicional. Eso, ahora es más urgente porque hay mas países que están compitiendo con energías renovables, por ejemplo en Costa Rica el año pasado el 87% de la producción de energía eléctrica fue renovable”.

“Hay soluciones, hay posibilidades, es eficiente, pero se requiere inversión. En Alemania, hace unos meses, durante una hora y media, toda la energía que se consumió fue producida por métodos renovables. Parece poco, pero es muchísimo y eso se dio por todo un sistema económico, político y social que lo posibilitó”.

Un cálculo difícil

El especialista reconoce que, en Argentina, calcular el recupero de la inversión, no es sencillo. “Mi hijo vive en zona fría en Estados Unidos, invirtió en paneles solares y calcula que en entre 8 y 10 años recupera la inversión. En Argentina el cálculo tiene un problema que no tiene nada que ver con la energía, tiene que ver con el nivel de inflación tradicional, por eso, no hay soluciones que sean solamente técnicas o científicas tiene que ser una solución política, social”.

En ese sentido apuntó con un ejemplo muy de moda: el auto eléctrico. “Se habla muchísimo en todo el mundo, la ‘ventaja’ es que no contamina, pero no contamina en el auto, en el lugar en el que se usa, pero si la generación de la energía eléctrica que la batería de ese auto necesita viene de una central termoeléctrica a carbón, todo lo que se hace es cambiar la contaminación del lugar en el que está el auto al de los pobres desgraciados que viven cerca de donde se está quemando el carbón. Así no se elimina el problema, se mueve de lugar. Ni hablar de la extracción de los metales que se requieren para la fabricación de baterías”.

Por ello insiste en la falta de los gobiernos en cuanto a brindar información.