“Es nuestra Paul McCartney, no lo podemos creer”, dijo Mery Vanborder, intergante de Las Magdalenas, sobre la cantante colombiana Marta Gómez, quien sumó su voz al segundo disco de las marplatenses.

Se trata de “Canciones chiquitas”, un disco en el que Vanborder y su compañera musical Julieta Dorronsoro decidieron cantarle a la maternidad y a la experiencia de vivir con los hijos e hijas muy pequeñas.

Podés escuchar “Canción de cuna” acá:

El nuevo disco lo presentarán este domingo a las 17 en Chauvín Centro de Creación (San Luis 2849). Y lo harán en formato banda, junto a César Monzón (guitarra y arreglos), Aine (flauta, acordeón y coros), Amalia Torres (batería y percusión) y Cote como invitada.

“Canción de cuna” es la composición que comparten Mery y Julieta con Marta Gómez. “A Marta la conocimos en pandemia, asistimos a un recital virtual y luego unas amigas chilenas nos regalaron un meet and greet en el que pudimos charlar con ella. Y le dijimos que soñábamos hacer una canción juntas. ‘Cuando quieran’ nos dijo”.

Así comenzó la relación que terminó con esta canción sensible y amorosa. “Marta es como su música, accesible, hermosa, fue un lindo encuentro y ahora ya estamos pensando en hacer un video”, indicó.

En el recital de este domingo pasarán las nuevas canciones, pero también las de su primer disco que, ahora, adquieren nuevo ropaje bajo el paradigma de la banda. “Toman ahora otra dimensión, nuestros hijos están más inquietos, las canciones han evolucionado y crecido con ellos”, narró a LA CAPITAL.

Y recordó: “Canciones chiquitas nació junto con nuestros hijos, con nuestro puerperio y maternidad, les cantamos a ellos y a otras mamás”.

Vanborder entendió que las inspira a componer esa forma intensa de ser mamás. “Hay iguales cantidades de amor y emoción, ponemos el foco en lo que nos moviliza, en los miedos, en los sueños, en lo fuerte y arrasador” que es la experiencia de maternar. “Es como cuando te revuelca el mar”, comparó.
Desde 2015, cuando forjaron el dúo, ambas artistas marplatenses aprendieron a traducir ese caudal de sensaciones en música. Así debutaron con el disco “Canciones para crecer jugando”, que se presentó en distintos teatros a lo largo del país y Latinoamérica.

Ahora, siguen acompañadas por su voz, el ukelele y la guitarra y las canciones que versan sobre ese mundo de la vida cotidiana que se activa con las infancias que corren y demandan. Su música también está sostenida por el acordeón, la flauta traversa y la percusión: todo un universo sonoro acorde a la emoción de esa etapa de la vida.