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Opinión 11 de mayo de 2018

En las puertas del Infierno

Por Raque Pozzi*

*Analista en Política Internacional y profesora en Historia.

Donald Trump decidió no defraudar a su electorado, crítico con la República islámica de Irán prometió en campaña rever el Plan de Acción Integral Conjunto PAIC “el Pacto Nuclear” con Irán acordado en julio de 2015 entre Irán, los EEUU, Federación rusa, China, Reino unido, Francia, Alemania y el Grupo E3/Unión Europea + 3.

El presidente norteamericano detestaba de antemano el acuerdo porque incomodaba por un lado a sus aliados saudíes que compiten con los iraníes por la hegemonía regional y por el otro al estado de Israel por tratarse de enemigos históricos. Con la salida de Rex Tillerson de la secretaría de estado norteamericano y el arribo de M. Pompeo y J. Bolton en el equipo de seguridad nacional, la política anti-iraní se profundizó en manos de los flamantes halcones quienes gestionaron de manera radical la salida de EEUU del PAIC sin embargo sobrevivían agónicas esperanzas de resistir el acuerdo nuclear en manos del único defensor, el secretario de defensa J. Mattis (de la era B. Obama), pero la tensa situación entre Israel e Irán en Siria aceleró la decisión.

La praxis política amigo-enemigo trumpeana detesta la diplomacia perezosa y de retórica florida y luego de ser gestor importante en la paz inter-coreana decidió abrir la puerta del infierno, incidiendo en el mundo árabe y muy específicamente en el mundo islámico dónde la presencia norteamericana es despreciada, por esta razón los mandatarios de Alemania (A. Merkel) y Francia (E. Macron) insisten en mantenerse dentro del acuerdo con Irán sobre la base de los informes que ha emitido la OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica) dependiente de la ONU sobre el cumplimiento de los procesos protocolares bajo el régimen de verificación nuclear más estricto del mundo.

Como contrapartida el primer ministro B. Netanyahu gestionaba otra versión, para el estado de Israel, Irán incumplía los compromisos de desnuclearización. Entre la guerra mediática y La guerra en Siria Irán salió fortalecido junto a su gran aliado, la Federación Rusa.

El escenario internacional alineo a los protagonistas externos, EEUU, la Unión Europea e Israel forcejearon por la victoria en Siria, pero Rusia, Irán y solapadamente Turquía se llevaron el botín de guerra. El contundente fracaso de los occidentales y aliados contra Bassar Al-Assad en Siria y el avance de Irán en la región, gestionó un duro impacto no sólo en decisiones de geopolítica sino también en el orgullo militarista de occidente.

Mentiras peligrosas

Para el Mossad y B. Netanyahu, Irán miente y para los defensores del acuerdo la teocracia persa cumple los protocolos. La verdad es tironeada desde los dos flancos, lo cierto es que Irán debió someterse a negociación en el año 2015 porque Occidente no confiaba en M. Ahmadineyad cuando aducía que sólo enriquecía uranio con fines pacíficos pero sin dejar ingresar a los inspectores de la OIEA para corroborar lo manifestado.

En ese contexto, la política aperturista del re-electo presidente Hasán Rouhaní actuó de manera contundente para lograr el acuerdo, acercándose a Occidente reduciendo 19 mil centrífugas a 5 mil en operación y enriqueciendo uranio sólo al 4 % (valor insuficiente para generar energía atómica) para mitigar con estas acciones las sanciones económicas que Washington imponía al país persa.

La pacificación con Irán se rompe en pedazos con la salida de los EEUU, esto genera que analicemos la incidencia de la decisión: que uno de los integrantes del acuerdo (EEUU) haya decidido la salida no significa que se automatice la decisión de la salida de los otros estados que acordaron con la República Islámica de Irán, lo que sí es contundente es la influencia que ejerce Washington sobre la UE poniendo a Alemania y Francia contra un muro, condicionándolos a retomar viejas sanciones e imponer las que establezca D. Trump de manera caprichosa contra Irán, sin embargo el estado persa tiene socios importantes, China y Rusia, quienes junto a Irán a través de la “estrategia unificada” pueden equilibrar el desfasaje que le proporcionaría el mandatario norteamericano con las sanciones económicas.

Mayo es clave

Alrededor de Siria la región se ha transformado en un polvorín. Israel ha decidido responder los disparos de 20 cohetes que las fuerzas Al-Quds de Irán realizó en los Altos de Golán sirio contra fuerzas israelíes mientras Irán despliega en Siria un importante sistema ofensivo de misiles y cohetes.

En el Líbano, las elecciones parlamentarias resultaron favorables para la Hezbolá, vecino y enemigo de Israel, por otro lado la situación en Franja de Gaza es insostenible de cara al 14 de mayo cuando Palestina conmemore la Nakba (catástrofe o desastre por el éxodo palestino) e Israel celebre el septuagésimo aniversario de la creación de su estado.

Sin cintura diplomática, D. Trump decidió resolver el fracaso de la incursión occidental en Siria proporcionando un duro castigo a Teherán y a su vez Teherán ha decidido dejar a un lado los buenos modales y reprender a los EEUU provocando la ira de Israel. Pero antes que la puerta del Infierno se abra definitivamente existe un factor refrigerante: el mundial de fútbol que se llevará a cabo en el mes de Junio en Rusia.

En este contexto, V. Putin oficiará de árbitro, quien sancionará con tarjeta amarilla a sus amigos socios (Irán-Siria y Turquía) si éstos echan por tierra los fastuosos negocios que se ciernen en torno al campeonato deportivo, pero el factor impredecible estará presente, la tragedia baila su mejor pieza y quienes la danzan no muestran sus verdaderos rostros, pero cuando el silbato del árbitro eche a rodar la pelota la tensión y las ansias de guerra se esfumarán hasta nuevo aviso.



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