Hay canciones que atraviesan el tiempo y se convierten en clásicos. Los Rancheros, la banda formada en 1990, tiene una larga lista de ese tipo de temas que suenan en acontecimientos especiales, que son apropiados como himnos y, cada vez que se escuchan, disparan recuerdos.

A “Casualidad”, el primero de esos éxitos, le siguieron títulos como “El Che y los Rolling Stones”, “La mujer que amo”, “Mujer”, “Será”, “Sin Solución”, “Lástima”, “Mala vida”, “El mensaje del río”, entre otros que cimentaron una carrera que lleva 30 años.

Lejos de renegar contra los “hits” que el público siempre pide, Los Rancheros siguen tocando, orgullosos, en los alrededor de 100 shows que hacen al año, estas canciones que se encuentran en la memoria colectiva.

La historia del grupo de rock con impronta romántica, sus canciones, sus integrantes, será rememorada este sábado, a las 22, en un streaming en vivo que realizará Meno Fernández. “Vamos a hacer un recorrido por la historia de Los Rancheros y básicamente de mi vida, cómo arranqué con esto, voy a cantar la primera canción que escribí, un relato de la trayectoria, desde la aparición de Andrés Calamaro hasta el día de hoy que estamos a full con proyectos y con la gira” definió Fernández, voz líder y guitarrista de la banda, que se completa con Miguel Gabbanelli, Julián Meza y Riqui González.

-Imagino que cerrás los ojos y se vienen un montón de recuerdos y anécdotas para compartir…

– Hay para escribir un libro, vamos a tratar de contar algunas cositas, algunos recuerdos, algo que tenga que ver con la trayectoria tan linda que pasamos gracias a este proyecto de Rancheros.

– 30 años en la escena ¿cómo se sostiene la vigencia por tanto tiempo?

– No es para nada fácil. la convivencia tiene que ser muy especial para poder vivir tanto tiempo con un grupo y comprendernos, aceptarnos, pero nos dimos cuenta que todos estamos en el mismo camino, nos encanta subirnos a un micro o a un avión para salir de gira, nos encanta subir a un escenario, necesitamos de la gente, nos encanta la música que hacemos y nos gusta compartirla con el público. Eso hizo que 30 años parezcan un día, porque parece que pasaron rapidísimo y estamos cada vez más contentos de haber emprendido este camino.

-¿Cómo ha sido la experiencia de tocar antes o con figuras tan diversas como Calamaro, Sting, La Mona Jimenez, James Taylor y Marc Anthony, por mencionar algunos?

-La experiencia de tocar con artistas importantes a nivel nacional e internacional te hace crecer, te hace entender. Empezás a descubrir cómo se mueven, cómo se manejan ante el público, ante la gente y sobre todo entendés que los grandes de verdad son gente muy respetuosa, también son gente muy sencilla en el fondo.
Hemos tocado y compartido con todos, Miranda, David Lebón, Moris, Otero, Adrián Barilari, Los Pericos, Kapanga, Marco Antonio Solis. Conocer gente de tu ambiente, que te acepte, que te quiera y quiera compartir contigo un escenario, la verdad que es maravilloso.

-¿Cómo llevan el camino en una época en la que los éxitos son tan efímeros a diferencia de la explosión que tuvieron ustedes, con temas que se convirtieron en himnos?

-De una manera u otra a nosotros nos sostienen esos grandes hits que pegamos en determinado momento de nuestra trayectoria. Creo que tenemos un montón de canciones que han superado el tiempo, se han hecho populares y quedaron ahí.
Y en realidad no nos afectan demasiado los cambios musicales que se suceden a través del tiempo porque creo que cuando vos hacés las cosas con corazón y le ponés tu impronta y sintiendo verdaderamente lo que hacés, en el fondo no terminan pasando de moda porque se convierten en clásicos que quedan para siempre. nosotros en estos 30 años vimos aparecer y desaparecer muchos estilos pero nosotros siempre tenemos nuestro lugar para seguir llevando nuestra música a la gente.

-¿Cómo surgió grabar “ni una muerte más”?

-“Ni una muerte más” es una canción que en primera instancia grabamos hace un par de años con Los Tekis. Es una canción muy profunda, con mucho sentimiento y muy real. Su única pretensión es tratar de colaborar de alguna manera, abrir un poquito de cabezas. La volvimos a rehacer en un formato acústico desde nuestros hogares y quedó una versión que a mi particularmente me gusta mucho y, con esa intención de ser un ‘destapa cabezas’. Siempre pienso que con que a una sola persona le haga efecto y le haga meditar, ya valió la pena la canción.

-¿Y “Lagrimita”?

-“Lagrimita” habla del desenfreno de una relación bastante actual en donde hay muchos rasgos de locura y modernidad. creo que es una letra que tiene la oscuridad de la modernidad de hoy.

-Tan acostumbrados a hacer giras, a tener muchos shows en vivo al año ¿Cómo los impactó este parate?

-La cuarentena nos agarró en medio de la presentación de los 30 años de Los Rancheros, presentando un EP nuevo en gira. Ahora estamos bancándola y esperando con muchos deseos el volver a encontrarnos con el público. A las giras uno se termina acostumbrando, al principio es todo una aventura porque es la primera vez que encarás las rutas, los cielos, llevando tu música y conociendo lugares, espacios, gente y termina siendo placentero. Después hay un momento… nosotros hacemos aproximadamente 100 shows al año y recorremos el país y parte de Latinoamérica y a veces se hace un poquito estresante la cuestión de los vuelos suspendidos, problemas en el camino, lo lógico que pasa cuando uno está mucho en la ruta, pero la verdad que es un placer.

Podés ver el video de Regreso a México:

-¿Qué incluye el EP? ¿Siguen fieles al rock romántico o andan buscando otros caminos?

-Son cuatro canciones, arrancamos con la presentación de Una carretera, uno de los cortes mpas importantes, que es una balada bastante típica del sonido Rancheros. Fugitivos que es una canción dinámica y energética, con una muy buena historia y Regreso a méxico, sobre un tema que me impactó.

-¿Podés contar cómo es la historia de “Regreso a México”?

-Es una canción muy especial. Tuve la posibilidad de vivir en una comunidad de mexicanos, unos días en Florida y ahí comprendí la angustia que a veces tienen las personas que no son legales viviendo en Estados Unidos. Me contaron esa historia de un papá que fue a buscar trabajo, dinero para mantener a su familia, cruzó la frontera, se quedó en los Estados Unidos y después de haber sido sometido por lo que ellos llaman los “gringos” un yankee, acabó con su vida. Como consecuencia un chico, un niño, fue a buscar las cenizas de su papá para llevarlos a descansar a México. Y me pegó mucho porque el niño fue a buscar a su padre de la misma manera que su padre un día se fue, de manera ilegal, cruzando el río y es es una historia de las dificultades que tiene que pasar el ser humano cuando en su país, en su lugar, no encuentra la manera de poder mantener a su familia de concretar sus ideales de vida y las busca en otro lado. Nunca es fácil.

Podés ver el video de “Una muerte más”: