La Ciudad

En un emotivo acto, se despidieron los concejales salientes

Doce ediles recibieron su medalla en reconocimiento a los cuatro años de mandato. Solo dos de los homenajeados renovarán su lugar en el Concejo y formarán parte de la nueva composición.

Ante un recinto repleto y en un acto cargado de emoción y discursos de agradecimiento, los doce concejales salientes recibieron hoy, en el marco de una sesión pública preparatoria, sus medallas en reconocimiento por los cuatro años de mandato cumplido en el cuerpo deliberativo.

Así, fueron homenajeados el actual presidente del Concejo Deliberante, Guillermo Sáenz Saralegui, el hijo del jefe comunal saliente y presidente de la bancada de Agrupación Atlántica, Guillermo Arroyo, y sus correligionarios, Marcelo Carrara y Patricia Serventich. También recibieron su distinción Alejandro Carrancio (Crear), Marina Santoro, Balut Tarifa Arenas (Unidad Ciudadana), Mario Rodríguez, Natalia Vezzi (UCR), Claudia Rodríguez, Marcelo Fernández (Acción Marplatense) y Santiago Bonifatti (Sumar).

Por ser la despedida del Concejo para la mayoría de los dirigentes (solo Carrancio y Santoro renovarán sus bancas por un segundo mandato), no faltaron las palabras de agradecimiento (tanto a la sociedad en general como al arco político en su conjunto) y de emoción por el camino compartido.

La primera en tomar el micrófono fue Natalia Vezzi (UCR), quien recibió su medalla de la mano de su marido e hijo. Intentando contener las lágrimas, la edil saliente hizo un breve recorrido de su trayectoria política, iniciada en simultáneo con su ingreso a la Facultad de Derecho, a los 17 años, y donde, aseguró, se despertó su militancia.

Tras agradecer a los marplatenses por la oportunidad de ocupar una banca y a sus compañeros de partido por el trabajo mancomunado en estos cuatro años (con especial hincapié en el dirigente radical Nicolás Maiorano, a quien le adjudicó el puntapié inicial de su carrera política), Vezzi destacó la labor de los trabajadores de planta del Concejo y del resto de los concejales con los que compartió ejercicio. “Los mejores proyectos son los que surgen del consenso”, aseguró.

Quien también destacó la importancia de la unidad política fue Mario Rodríguez, quien tras ocho años, se despidió hoy del Concejo, recibiendo su correspondiente medalla junto a su madre y sus dos hijos.

“Me emociono y confío en que los argentinos comencemos a transitar otros caminos que no sean los del desencuentro y el agravio”, señaló e hizo referencia a la misa que compartieron en Luján Mauricio Macri y Alberto Fernández. “Eso es lo reclama la ciudadanía. Hay quienes viven de la confrontación y la grieta, pero eso no es bueno ni para el país, ni para la provincia y ni para la ciudad”.

En este sentido, Rodriguez aseguró que espera que “el nuevo concejo transite el camino del diálogo y el consenso, que a nosotros a veces nos faltó”. “Soy optimista de eso, vienen otros tiempos. Hay señales desde la oposición y el oficialismo”, destacó.

Por su parte, Santiago Bonifatti, que se despide del Concejo pero no de la gestión pública ya que mañana asumirá como jefe de gabinete del intendente electo Guillermo Montenegro, recibió su distinción junto a su esposa y dos hijos y destacó sus cuatro años en el cuerpo deliberativo, donde tomó la decisión de abandonar el bloque de Acción Marplatense y conformar el unibloque Sumar.

“En estos años tomé una decisión política, y si bien algunos lo interpretaron de una manera y otros de otras, asumí la responsabilidad de esos cambios y quiero agradecerles a todos”, indicó.

La siguiente en hacer uso de la palabra fue Patricia Serventich. Tras haber recibido la medalla junto a su padre, la concejal saliente agradeció al intendente Carlos Arroyo por la confianza depositada en ella en 2011, cuando decidió comprometerse en política. “Él confió en mí y me ayudó en un momento difícil”, señaló.

Balit Tarifa Arenas también se despidió hoy del Concejo Deliberante y lo hizo junto a sus padres. De pie y emocionado, en su discurso contó que, en sus inicios en la política, su madre no estaba contenta con su decisión.

“Sin embargo, entendió lo que siempre sostuve: que la política es una herramienta de transformación y hoy me acompaña firmemente”, señaló y lanzó una afirmación a todos los presentes: “Vale la pena luchar por lo que uno quiere”.

En la misma línea se pronunció Marcelo Fernandez, quien tras ocho años se despide de la banca de Acción Marplatense.

Con palabras de agradecimiento al partido vecinalista del que forma parte desde 2008 y su líder político, Gustavo Pulti, Fernandez aseguró su labor en el Concejo siempre estuvo marcada por “tratar de hacer algo por el otro, por el que no conocemos, pero por el que podemos hacer algo y no ser indiferente”, señaló y agradeció a su familia “por entender que lo que uno lleva adentro tiene que encontrar un lugar donde expresarse, y ese lugar es la política”.

En la misma línea se pronunció la edil Claudia Rodriguez, quien agradeció a la ciudad, a Acción Marplatense y Pulti por la oportunidad y confianza.

“Me voy con la satisfacción de haber ganado experiencia, conocimiento y de haber compartido cosas buenas y malas con muchos de los presentes”, aseguró. También destacó la importancia de que Cristina Coria lidere el cambio hacia un “concejo más femenino”. “Hay una gran fuerza que va a dinamizar la ciudad”, aseguró.

Claudia Rodríguez (Acción Marplatense) junto al ex presidente del Emder, Federico Maidana

A quien también se lo vio emocionado hasta las lágrimas fue a Marcelo Carrara, quien tras cuatro años se despidió del Concejo Deliberante. “Quiero agradecer a cada uno de lo componentes de este cuerpo deliberativo”, indicó y destacó el esfuerzo para arribar a consensos en estos últimos años.

Guillermo Arroyo fue el ante último concejal saliente en hacer uso de la palabra. Tras recibir la medalla de la mano de su padre e intendente (y luego de sumergirse ambos en un abrazo profundamente conmovidos), destacó: “Es la primera vez que sucede que un intente le entrega la medalla a un concejal que es el hijo”.

En su discurso, también aprovechó para agradecer a los trabajadores del Concejo Deliberante, con quienes reconoció haberse distanciado en el último tiempo, y a los concejales tanto del oficialismo como de la oposición. Sobre el final, se emocionó al agradecer por su acompañamiento a su mujer e hija, presentes en el recinto.

El último en hablar fue el presidente del Concejo, Guillermo Saenz Saralegui, quien para culminar una sesión que se extendió más de lo programado, intentó ser breve.

“Fueron cuatro años arduos pero felices en el sentido de que los 23 concejales que he tenido como compañeros han sido compañeros de trabajo”, dijo y agregó: “Siempre llegamos a los consensos pese a que la situación parecía difícil”.

Si bien Santoro y Carrancio renovarán su banca por cuatro años más, ambos ediles hicieron uso de la palabra y despidieron a la composición del cuerpo.

En un encendido discurso y luego de haber recibido su medalla por compañeros militantes del Frente de Todos, Santoro recordó que pertenece “a una generación que sumó a la política creyendo en valores y convicciones”, y consideró necesario recordarlo, “en tiempos donde dictadura y democracia están presentes en la región latinoamericana”.

“Si algo tiene que defender la política es la democracia”, aseguró, y en ese sentido celebró el trabajo de los concejos a base de “conflictos y consensos”.

Por su parte, Alejandro Carrancio aseguró ser “un convencido de su camiseta política”, por lo que siempre “militó con los mismos”, y brindo un agradecimiento especial al legislador Lucas Fiorini, por su apoyo y confianza.

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