La Ciudad

Encuentros, desencuentros, enojos y celebraciones en el sprint final

Juntos por el Cambio logró llegar a fin de año con el paquete presupuestario aprobado en el Concejo. Pero antes expuso sus costuras. Tregua entre Kicillof y Montenegro.

Por Ramiro Melucci

La recta final del año del Concejo Deliberante tuvo todo lo que se esperaba. Y más. Desde el cumplimiento del acuerdo por los tiempos del presupuesto y la fiscal e impositiva hasta los contrapuntos por el contenido. Desde el consenso por la ordenanza que digitaliza y simplifica las habilitaciones comerciales hasta el quiebre por las licitaciones de los balnearios del norte. Desde el esperable rol de los aliados del oficialismo hasta la descoordinación interna a la vista de todos.

Aquel paisaje legislativo se fue pintando en los últimos días con la foto del intendente Guillermo Montenegro y el gobernador Axel Kicillof de fondo. Al cabo de un año cargado de desavenencias, el encuentro enmarcado en el Operativo Sol le sirve al mandatario bonaerense para mostrar sintonía con los intendentes opositores y acallar los gritos de discriminación en la antesala del año electoral. El jefe comunal lo usufructuó para reflotar el mantra del trabajo conjunto en materia de seguridad, donde tiene a su principal aliado en el gobierno bonaerense: el ministro Sergio Berni.

Nada de eso pasa inadvertido en cuerpo legislativo, donde casi todo salió como estaba en los planes. El Frente de Todos se abstuvo en los presupuestos y votó contra los aumentos de tasas, mientras que Acción Marplatense aportó otra vez los votos claves para entregarle a Montenegro las ordenanzas que necesita para gobernar. Esta vez, el acuerdo legislativo se reeditó sin pompa mediática. El partido de Gustavo Pulti se vio en la obligación de explicar por qué, pese a que no se cumplió el pacto por el presupuesto 2022, igual votó el de 2023. “Para que no haya excusas, para que el intendente no se victimice”, dijo.

Por lógica política, cuando AM levanta sus manos Nicolás Lauría las baja: aprovecha el momento para exhibir autonomía. Es lo que sucedió con los últimos incrementos. Es muy probable que año electoral vuelva a invertir ese juego de brazos.

 

Kicillof y Montenegro compartieron el acto de lanzamiento del Operativo Sol en Playa Grande.

 

El paquete presupuestario quedó aprobado en los tiempos que concertaron el oficialismo y la oposición. Todo hace prever que los incrementos quedarán por debajo de la inflación, como sucedió este año. Los más críticos no negaron lo evidente, sino que apuntaron contra la falta de segmentación y dudaron que los servicios estén a la altura.

Por el resultado de las votaciones, Juntos por el Cambio solo hubiera tenido motivos para celebrar si no fuera por lo que sucedió dos días antes de la sesión con los pliegos para las playas del norte. La secuencia, que tuvo lugar en una reunión conjunta de las comisiones de Legislación y Hacienda, expuso los pliegues de la coalición.

Sin acuerdo sobre la incorporación de un artículo para prohibir la nocturnidad, Virginia Sívori (Frente de Todos) pidió que el expediente quedara en comisión. La solicitud llegó con un dardo: dijo que, entre el Mundial y las Fiestas, el oficialismo local pretendía cambiar el destino de esas licitaciones y generar un negocio que no estaba pensado. El montenegrista Fernando Muro se mostró proclive a acompañar la moción, pero el radical Daniel Núñez consideró que el momento de las modificaciones y el dictamen era ese.

¿Por qué el apuro, si ya estaba claro que los pliegos no llegaban a aprobarse para ponerse en marcha esta temporada? Núñez aportó dos razones. Una vinculada al interés que podrían generar las playas en la época del año en que más movimiento generan, el verano. La otra de funcionamiento legislativo: hasta marzo no volverá a haber sesiones del Concejo Deliberante. Su compañera de bloque y titular de la bancada, Marianela Romero, arrimó la tercera, eminentemente política: en el año electoral no habrá margen para acuerdos en asuntos como estos. “No nos mintamos a nosotros mismos”, les reclamó a sus pares. Qué habría que esperar, bajo esa óptica, sobre el pliego del transporte, cuyo tratamiento continuará el 30 de enero. 

Pero esas cuestiones no fueron las que más agitaron el ambiente interno, sino la propuesta de archivar los expedientes de las playas para darle lugar a la generación de nuevos pliegos. La intención del bloque radical fue disipar el manto de sospechas que había tendido el Frente de Todos. Apeló a un golpe de efecto que no tenía posibilidades de concretarse (el oficialismo estaba en desventaja numérica), pero la maniobra sorprendió al resto de los socios en Juntos por el Cambio. Dejó en offside al PRO, que ya había dicho que era razonable mantener los expedientes en comisión, y descolocó por completo a la Coalición Cívica, el partido del presidente del Emtur, Bernardo Martín, principal impulsor de los proyectos. “¿Cómo vamos a votar por el archivo de expedientes que Bernardo defendió tanto?”, se preguntaron.

La votación final reflejó la descoordinación. A sabiendas de que no sería aprobado, pero con la intención de simular uniformidad, el PRO terminó apoyando el pedido de archivo. La Coalición votó con la oposición para que los pliegos se mantengan en tratamiento, que fue lo que finalmente ocurrió. “No era la imagen que queríamos dar en la previa del tratamiento del presupuesto”, reconocieron en Juntos por el Cambio.

 

La maniobra radical dejó en offside al PRO y descolocó por completo a la Coalición Cívica. “¿Cómo vamos a votar por el archivo de expedientes que Bernardo defendió tanto?”, se preguntaron.

 

Pero los fantasmas que sobrevolaron la sesión por el paquete presupuestario no hicieron de las suyas. Además de los aumentos (del 73% para las tasas y del 80% con cláusula gatillo para Obras Sanitarias) y de los cálculos de gastos, el interbloque también celebró la aprobación antes de fin de año del proyecto que permite habilitar comercios en un día. La unanimidad que logró muestra el rasgo colaborativo de la oposición.

Envalentonado, el gobierno municipal hizo suyo el 7% de desocupación del tercer trimestre, el índice más bajo para ese período del año desde que el Indec realiza la medición en la ciudad. Sacó a relucir los cursos, talleres, capacitaciones y asesoramientos orientados a la promoción del empleo. El kirchnerismo, en cambio, reclamó más inversión para la Secretaría de Desarrollo Productivo y anudó el dato satisfactorio a las políticas nacionales y provinciales. El contrapunto tuvo un paso fugaz por el recinto. Comparado con lo que promete el año electoral, apenas una minucia.  

 

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