Un confidente oficioso cercano al gobierno municipal se esforzaba, ante esta página, por reducir el vergonzante episodio que en rápida seguidilla ascendente, comenzaba a parecerse a la contienda altamente sospechada de politiquería que venían sosteniendo el gobernador Axel Kicillof y el Jefe del Gobierno del CABA Horacio Rodríguez Larreta de cara al Presidente de la Nación, Alberto Fernández.

El informante de marras decía que “las diferencias están centradas en el .sistema de Fases que aplica Provincia”.

Primero fue un bombazo que hablaba de la falta de camas en del HIGA. Sólo tres días antes, la Subsecretaria de Salud bonaerense en visita e inspecciones en Mar del Plata decía que el histórico hospital “Doctor Oscar Alende”, tenía el 50 por ciento de su capacidad libre.

Sin decir “agua va” un avión sanitario recoge a un paciente de 56 años, para ser internado en Buenos Aires. Luego se sabe que va a la Clínica Antártida,la del gremio de Hugo Moyano que fue reinauurada por el Presidente y puesta al servicio del Gobernador.

Nadie y menos que nadie las autoridades y los medios periodísticos fueron debidamente informados. Pero la cuestión se había filtrado . Y “a los premios” llegó el dato de que la carencia de respiradores en nuestro hospital motivó el misterioso traslado.

Las cavilaciones habilitaban variadas explicaciones y sospechas, tal vez por el muy grave y administrativamente imperdonable “olvido” de cumplir con el cansador requisito del permiso o de la mera información a la autoridad local correspondiente.

Infructuosamente -ya era tarde- surgieron voces, hasta alguna de prestigio, para hablar de otras falencia, de fondos mal administrados y de la renguera de la tía.

Gollán que es uno de los más caracterizados “fighter” de Kicillof, salió con el tema de los centros con más riesgo: Mar del Plata, Bahía Blanca, Saladillo… casualmente, las tres plazas en manos de la oposición.

¿Y las plazas sureñas?

 
El fin de semana fue un hervidero de versiones de uno y otro bando que van desde la interpretación interesada de sucesos acaecidos o imaginados como de los disparatados hechos usados para alimentar a la politiquería interesada.

En el oficialismo comunal hay temas de qué prenderse porque ofende a los propios, avergüenza a los oficialistas provinciales y terminar por definir a los neutrales.

La indignación creada al conocerse la ridícula cifra asignada a Mar del Plata en la coparticipación de fondos por el gobierno provincial no fue reparada por el anuncio de un complemento anunciado por Kicilloff.
Mientras tanto, desde el inefable espacio del ministro Gollán, vuela otro piedrazo para la gestión de Montenegro,como para compartir la desgracia. A él,a su equipo, al gobernador, responsable final, le surge una diferencia de más de 3300 víctimas fatales de la pandemia.

Más del 30 por ciento de la cifra conocida al momento en todo el país.

Hasta ahora las balbuceantes explicaciones del Frente de Todos no satisfizo ni a los más fervorosos partidarios. Pero ya está instalada en la legislatura un pedido de informes al gobernador por parte de un legislador opositor.

Menos mal que, casualmente y desde luego, desde el apostadero del ministerio de Salud, tenían lo que se habrá considerado una “bala de plata”: al gobierno de Guillermo Montenegro se le habían escapado 160 fallecidos.Y perdón porque el tono puede parecer de irresponsable ironía, pero no hay otra manera de encarar la desvergüenza del accionar político-administrativo, para manejar una cuestión que en países serios hubiera merecido no el cese de funciones sino la huida de noche y a las escondidas de los responsables.

El colofón también le falló al agresivo equipo platense, porque la secretaria de Salud de Mar del Plata Viviana Bernabei presentó papeles demostrando que el ” extravío” no es suyo sino de demoras en la papelería de establecimientos privados y que la cantidad de la que se hace responsable la administración pública oscila entre 60 y 70.

Da para mucho más, pero casi todo es el aquelarre del cruzamiento de declaraciones militantes de la política no muy calificada. Sólo queda una piedra preciosa hallada en la búsqueda de explicaciones, para entender la bronca inenarrable de Montenegro y sus allegados.

Pasa que Mar del Plata y su gobierno merced a gestiones oportunamente realizadas ante el ministro de Defensa Agustínl Rossi, tiene concedidas 7 plazas en el hospital militar en Tierra del Fuego, para emergencias como la que se arguyó para el caso del avión fantasma y su paciente del HIGA.

Más al desnudo y menos clara queda la cuestión, porque en el hospital marplatense conocía esta posibilidad. Hay más: desde este establecimiento ya ha habido traslados al sur y este mismo fin de semana hubo siete.

La política y el bien común

Algunos pescadores de aguas revueltas pareciera que habían creído que llegó el momento de la pelea total.Algunos políticos de alto vuelo blandían a falta de armas palabras duras y filosas. El intendente tras un yerro privado captado por algún teléfono,se apresuró a pedir disculpas y a ratificar que su terreno es el del consenso y no el de la pelea.

Rápidamente convocó a los suyos para avisarles que no aprobaba ninguna manifestación de abrazo al edificio municipal en respaldo a su gobierno y les pidió que no realizara tal acto anunciado para ayer.

Un frente de tormentas y las aguas turbias aprovechadas para la pesca oportunistas quedaron desairadas.

Y qué bueno que un frente necesitado no de grietas y enfrentamientos hayan contado en estas horas hayan de dos políticos que entiendan que el consenso es juego para el bien común de terceros:la gente que no es una figura de cartón pintado sino un ser vivo,necesitado que requiere de servidores y no de aprovechadores.