Un avión C-130 Hércules de la Fuerza Aérea Argentina sobrevoló esta tarde en reiteradas ocasiones la ciudad y llamó la atención de gran cantidad de marplatense que se preguntaron si se trataba de una sola aeronave o eran varias diferentes.

En realidad el Hércules con su tradicional pintura gris celeste realizó un ejercicio llamado “toco y despegue”, por lo cual quienes lo vieron en más de una oportunidad vieron el mismo avión.

El ejercicio de “toco y despegue” (o “touch-and-go” en inglés) en aviación es una maniobra de entrenamiento fundamental donde un piloto aterriza una aeronave en una pista y, en lugar de detenerse por completo y salir de la misma, inmediatamente aplica potencia y vuelve a despegar. Esta técnica es crucial en la formación de pilotos y para mantener la habilidad en pilotos ya certificados, permitiendo la práctica repetida de múltiples aterrizajes y despegues en un período corto de tiempo, maximizando así el uso del tiempo de vuelo y el consumo de combustible.

La esencia del toco y despegue radica en el refuerzo continuo de habilidades. Ayuda a mejorar la técnica de aterrizaje, especialmente la fase final conocida como “flare” o redondeo, y la transición rápida y fluida de la configuración de aterrizaje a la de despegue. Más allá de la destreza manual, este ejercicio desarrolla la capacidad de tomar decisiones rápidas, preparando al piloto para situaciones que exigen una acción inmediata, como un “go-around” (ida al aire) en caso de una aproximación inestable o una pista ocupada. Además, familiariza al piloto con el patrón de tráfico del aeropuerto, el circuito de vuelo que se sigue para aterrizajes y despegues.

Generalmente, el proceso para realizar un toco y despegue implica una aproximación normal a la pista, seguida de un aterrizaje suave. Sin embargo, en lugar de aplicar frenos, el piloto aumenta la potencia del motor a fondo, ajusta los flaps para el despegue (a menudo retrayéndolos parcialmente) y acelera la aeronave. Una vez que se alcanza la velocidad de rotación necesaria, la aeronave vuelve a despegar, y el piloto, por lo general, se reincorpora al patrón de tráfico para repetir la maniobra. Es importante destacar que, en aeropuertos con torre de control, es indispensable que el piloto solicite y reciba la autorización tanto para el aterrizaje como para el despegue antes de ejecutar un toco y despegue.