Por Sebastián Plaza

BALCARCE (Corresponsal).- El calado del hierro dando figuras que van marcando una identidad visual a la ciudad de la mano del artista Manuel Pastorino se transformó en tendencia en los últimos tiempos.

Los balcarceños fueron los primeros en apreciar sus obras. Ahora les toca el turno a los turistas que visitan la ciudad. Entre sus trabajos, se destacan el “Monumento a La Madre” en la plazoleta de Favaloro y calle 30 bajo la figura de la planta comúnmente conocida como “diente de león” y otro sobre sierra “La Barrosa” un cartel de Balcarce.

“El primer contacto con la naturaleza es siempre jugar con un panadero: cuando soplaste y jugaste te enganchas con la planta. Tenés una conexión”, contó Manuel sobre su experiencia de chico en la sierra “La Barrosa”.

Allí fue generando un vínculo con la naturaleza que de grande derivó en que pueda realizar figuras que acompañan una imagen natural y a su vez sin perturbar el medioambiente.

En ese marco, comentó que “trabajo mucho con la naturaleza vegetal. El hierro va trabajando y un día va a desaparecer. Un día va a cumplir el ciclo de volver a la tierra y convertirse en otra cosa”.

La Madre

La idea surgió del vecino Juan Bodega de buscar algo que reemplazara el monumento a la madre que por un hecho vandálico desapareció del cerro “El Triunfo”. “Nunca había hecho algo tan grande. Nunca había doblado o trabajado sobre caños de seis metros o con cierto espesor”, contó sobre la obra.

En tanto conceptualmente indicó que “simboliza el amor, que es un pilar básico para cualquier madre. Se pudo hacer algo abstracto sin necesidad de hacer un busto. Gustó la idea y se fue armando con muchísima ayuda, desde gente que colaboró con cosas hasta aquellos que trabajaron”.

Balcarce

“En el Mirador tuvo una iniciativa la Municipalidad: vinieron y me dijeron que querían algo que dijera Balcarce. Primero se había pensado en la letra grande que está en todas las ciudades. En lo personal, como tengo el amor y cuidado sobre la sierra, no quería invadir tanto. Entonces propuse que fuera lo más transparente posible para que se pueda ver lo que está atrás y no en un plano”, apuntó sobre el cartel en sierra “La Barrosa”.

El artista identificó los tres tipos de naturaleza que hay en el partido de Balcarce: “de campo por la espiga de trigo, de sierra por la hoja de chilca que es un arbusto nativo y de ciudad, una hoja de plátano que está en los cuatro bulevares”.

Manuel Pastorino en su taller.

Y agregó que “las hojas salen desde una silueta que está en la parte inferior que representa al Sistema de Tandilia a través de los cerros Amarantes y Paulino y la Barrosa”.

En tanto reflexionó que “se la da una identidad y una forma. Ojalá esto motive a otros chicos que tengan ganas que queden cosas que queden para la ciudad y lo vean las generaciones que vengan”.

Positivismo

Manuel va más allá y reconoce que sus obras generan sentimientos y que tienden a la positividad. “La parte artística y cultural se transmite. Si uno va por la calle y ve algo que te transmite se suma al estado de ánimo de todos. No soluciona nada pero es un aporte para que todos estemos mejor”, aseguró.

También consideró que Cuánto más trabajos haya la ciudad se va a ver mejor. “Algo que pueda generar una buena charla es arte. Que te quedes pensando en algo bueno y no sean tantas pálidas. Es buena la crítica para mejorar pero está bueno que pensamos en cosas positivas”, puntualizó.

Toda su impronta nació viendo a su abuelo funerario tallar placas. Se considera autodidacta, ya que de chico comenzó a arreglar cosas en su casa. Luego ya más grande habiendo hecho un paso por la aviación comenzó a trabajar el hierro en figuras tradicionales como  parrillas, tachos de basura o rejas.

“La idea es crear cosas abstractas y luego venderlas. Siempre me interesó la cuestión de hacer calados y flashé con la idea de ir cortando y poder dibujar sobre el hierro. Un tanque, una garrafa o lo que se te ocurra que pueda ser intervenido. Algo de hierro que tenga forma le podemos hacer algo abstracto”, argumentó.

También mencionó que para él ir de shopping es ir a una chatarrero donde está la materia prima de la próxima creación. Dijo que le gusta que la gente aprecie sus creaciones y tenga buenas devoluciones pero le gusta seguir con su perfil bajo. “Es un mimo que la gente te aplauda pero cuando estoy trabajando solo pienso en lo que va a salir y no en el resultado”, concluyó Manuel.