MOSCU.- España busca regresar a la brillantez perdida, una vez alejada la presión de pasar de grupo con planteamientos defensivos rivales que la impulsaron a una pérdida de identidad pero no del liderazgo del grupo, que le sitúa en un camino sin grandes hasta la final, pero con la selección local como primer examen.

Encara la selección española el momento de demostrar el gen competitivo que le impulsó a dominar el mundo en cuatro años recientes de gloria. En la llegada del todo o nada, asoma Rusia como primer rival de un camino liberada de selecciones campeonas del mundo.

Casi ocho años después regresa a los cruces de un Mundial con la necesidad de rememorar la imagen de una inmaculada eliminatoria y la mostrada en los amistosos importantes que disputó. Siempre con un sello intocable, asociando los buenos resultados al mejor de los tratos al balón.

España sigue tocando (líder del Mundial con 2.294 pases y segunda con un 66% de posesión), pero su mal repliegue defensivo y la falta de intensidad, con menos de diez faltas por partido, son aspectos a corregir con urgencia si quiere seguir en la competencia.

Es el momento de Hierro. Los focos apuntan al director deportivo que pasó a ser entrenador cuando menos esperaba. La hora de demostrar si tiene madera de buen técnico con los retoques que su equipo pide a gritos. Tácticos y de nombres.

Su coartada al sufrimiento fueron los espacios que se generan por la soledad de Busquets. Es donde aparece el nombre de Koke como novedad para reencontrar el equilibrio.
El foco de la crítica apunta a un David Silva intrascendente. Lejos de su nivel puede dejar paso a Asensio.

Rusia recuperó a tiempo a todos sus jugadores para los octavos de final, con el regreso de Dzagóev y Yerokhin al grupo. En principio ninguno de los dos volantes volverán al once, con Chéryshev asentado y siendo una de las sensaciones del torneo con su magnífico rendimiento en la primera fase y tres goles que le garantizan la titularidad.

Todo apunta a que el seleccionador ruso, Stanislav Cherchésov, repetirá el equipo de la segunda jornada, con el regreso a la titularidad de Alexandr Golovín tras descansar ante Uruguay.