Por Hernán Kloosterman

Guillermo Montenegro cuenta que el domingo repetirá la rutina de las PASO. Desayunará con su equipo, irá a votar y luego estará con su familia hasta la tarde cuando vaya al búnker de Juntos a esperar los resultados. El triunfo holgado en las primarias, asegura, no le cambia su forma de pensar y evita arrojar pronósticos. De todos modos, repite que “está claro que hay dos modelos diferentes de país”.

“Uno que tiene que ver con el autoritarismo, con llevarte por delante e imponerte las cosas, y otro que está basado en el diálogo, la escucha al problema del otro para encontrar la solución”, define sobre las legislativas del domingo.

Además de remarcar que “es muy importante que la gente vaya a votar”, el intendente de General Pueyrredon proyecta el día después de las elecciones y destaca que el diálogo será “clave”.

“Espero que después del domingo todos trabajemos para los vecinos”, afirma en referencia a la oposición en un mano a mano con LA CAPITAL, en el que también habló de la reactivación, la temporada, los próximos años de gestión y el aumento de tasas.

-En la PASO, su espacio logró un triunfo holgado. ¿Imagina un escenario similar?

-No sé. Es hacer futurología. Así como el día ese dije que me sorprendía la diferencia, no hago análisis, es trabajo de los periodistas. Pero creo que la gente en septiembre dijo ‘basta’. Basta a los privilegios, a imponer, a llevarse puesto todo. Hubo un grito fuerte de ‘basta’ que tiene que ver con escuchar. Si vos estás con la gente, te das cuenta lo que está necesitando. Después si lo podés resolver o no, es otra cosa. Lo que quedaba claro es que no se estaba escuchando a la gente y la gente cuando no la escuchás, lo plantea. La realidad es lo que marca la gente, no hay otra.

-¿Cómo imagina el vínculo con Provincia y Nación después de las elecciones?

-Siempre el dialogo es clave. Creo que es realmente importante tener un buen diálogo. Discuto con Kicillof de la misma manera que puedo discutir con Rodríguez Larreta. Yo voy a defender los intereses de mi ciudad y quiero que se me escuche, pero no porque Montenegro es importante sino porque soy el intendente de esta ciudad y quiero que escuchen a los marplatenses.

-Habló del inicio de clases en CABA. ¿Da por cerrado el tema o cree que se puede revertir?

-Yo cerrado no lo doy nunca: soy insistidor y voy a seguir hasta último momento. Entiendo la decisión. Probablemente si yo hubiese sido jefe de gobierno, hubiese tomado esa decisión, pero soy intendente de Mar del Plata y eso significa que haya más posibilidades de laburo en mi ciudad. Defendí siempre el laburo y lo voy a seguir haciendo. Por eso, cada que vez que lo veo a Horacio o a Soledad (Acuña), les digo, o les mando un mensaje. “Véanlo, el 2 es una buena fecha”, les digo.

-¿Qué espera del funcionamiento del Concejo Deliberante con la nueva conformación?

-Al margen de la conformación del nuevo Concejo lo que uno pretende es que todos tengamos la vocación de trabajar para los vecinos, no importa de qué espacio política sea. Cuando a vos te eligen, dejás de pertenecer a un espacio. No podés pensar en trabajar para que al otro le vaya mal. Entonces, lo único que uno pretende es que la responsabilidad sea con los marplatenses y a partir de ahí generar una discusión constructiva. Si me decís que no a tal planteo, ¿cuál es la opción superadora que hay? Me parece que esa es la forma de construcción. De hecho, nosotros hemos cambiado decisiones en el Concejo porque entendíamos que era mejor lo que planteaban otros espacios.

-¿Cómo encara los próximos dos años de gestión tras la pandemia? ¿Empieza una nueva etapa?

-Hubo una decisión muy clara al mes y medio de la pandemia, de decir: el empleo es clave. Generar empleo y sacar trabas históricas que tenía Mar del Plata. Otro desafío tiene que ver con el distrito tecnológico, que es importante por todo lo que genera, ni hablar de la transformación del puerto y el cordón frutihortícola. Son muchas cosas; y también el día a día del vecino. En cualquier barrio escuchás: la plaza, la calle, la luminaria, la seguridad y el laburo. Está claro que ahí hay una deuda que es histórica.

-¿La reactivación se siente en la ciudad?

-Sí. Lo que se siente es que la gente entiende que todo el esfuerzo que significó este año y medio está empezando a dar algo de frutos. Muchos te dicen: ‘recién ahora podemos empezar a prever algo de lo nuestro’. Yo tengo mucho orgullo de cómo trabajamos los marplatenses en la pandemia.

-Todo hace pensar que la temporada será la mejor de los últimos años. ¿Coincide?

-Todo hace presumir que sí, pero por como se trabajó antes. No vamos a tener una buena temporada mágicamente. Hubo un esfuerzo de toda la ciudad y ese esfuerzo se ve ratificado todos los fines de semana, por lo cual, naturalmente va a terminar siendo un buen verano.

-Próximamente se presentará el presupuesto 2022 ¿Cuál es la estimación para el aumento de tasas?

-Primero hay que ver de dónde arrancamos. Nuestra actualización fue la más baja de la provincia porque entendíamos que veníamos de un lugar muy complejo como la pandemia y la cuarentena y no le íbamos a pedir al vecino algo ilógico. Tampoco lo vamos a hacer ahora. Sí vamos a esperar a Provincia por los distintos cálculos y el trabajo que está haciendo a Universidad para el cálculo de la TSU, con mucha responsabilidad. Todo el mundo me decía que estaba loco de plantear la tasa más baja de la provincia en un año electoral. Pero yo tengo una responsabilidad.

-Habrá cambios obligados en el gabinete cuando asuman los que son candidatos en sus nuevas funciones. ¿Cómo los piensa?

-Somos un equipo. Fernando (Muro) va a seguir trabajando en la producción por más que sea concejal, el “Ruso” (Rabinovich) va a seguir trabajando en Mar del Plata por más que sea senador. Esto es un equipo de laburo y en los equipos te toca cumplir una función pero no es algo que me desvele. El equipo está consolidado, pero con los vecinos.

“No me gusta hacer política con la seguridad”

Guillermo Montenegro destacó la importancia de la llegada de efectivos de fuerzas federales a Mar del Plata y consideró que la problemática de la inseguridad “no se va resolver de un día para otro”.

“No me gusta hacer política con la seguridad: es faltarle el respeto a la gente en general y al que sufre en particular, sobre todo cuando hay angustias y hablar de números es casi faltarle el respeto. Hay que ser sumamente serios en esto y no buscar ningún tipo de beneficio político en un tema tan sensible”, remarcó.

A principios de mes llegaron a la ciudad un centenar de efectivos de la Prefectura Naval Argentina tras ser destinados por el Gobierno de la Nación.

“Había hablado hace un mes y medio con las autoridades nacionales de la necesidad que teníamos de, no igualar lo que teníamos porque eran más de 350 gendarmes los que había en el gobierno anterior, pero sí tener más efectivos, sobre todo para poder generar una mayor fortaleza a lo que había”, explicó Montenegro.