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La Ciudad 17 de mayo de 2020

“Este barco se va a hundir”: la fuerte denuncia de una tripulación que ingresó al puerto de la ciudad

El Orión 2 regresó a Mar del Plata porque uno de los tripulantes manifestó síntomas gripales. Aseguran que viven en condiciones "infrahumanas". Fuertes videos y reclamos por la ausencia de controles de seguridad.

Con fuertes videos e imágenes, la tripulación del Orión 2, que ingresó hoy a la ciudad después de haber estado once días en altamar, denunció condiciones de trabajo “infrahumanas” y exigieron hisopados antes de regresar a sus hogares, luego que uno de los tripulantes manifestara síntomas gripales.

Las imágenes del interior del buque desde donde aguardan cerca de 30 personas ingresar a la ciudad son fuertes. Muestran lo que desde hace años trabajadores de la pesca, familiares y organizaciones como la multisectorial Ningún Hundimiento Más denuncian: hacinamiento, mala infraestructura, filtraciones y escasa higiene.

La espera en rada se debió a que desde hace cinco días uno de los tripulantes manifestó tener síntomas compatibles con COVID-19. De todas maneras, los trabajadores (que en su mayoría son marplatenses, salvo cuatro personas de Corrientes y dos de Entre Ríos) fueron autorizados a ingresar luego un chequeo sanitario realizado por Prefectura Naval.

Según señalaron fuentes consultadas por LA CAPITAL, todos los trabajadores fueron hisopados previo a zarpar el 6 de mayo desde la ciudad y los resultados dieron negativo. Además, aseguraron que los controles sanitarios efectuados tras el arribo del buque no arrojaron la necesidad de activar el protocolo del SAME.

Desde el barco, en cambio, manifiesta temor y un pedido desesperado: no quieren volver a sus casas sin ser hisopados previamente. 

“Nos quieren mandar a nuestras casas así como estamos y no lo vamos a permitir. No queremos bajar del barco hasta que nos den una respuesta coherente y nos paguen, porque encima no nos depositaron la plata que nos prometieron”, señaló Nazareno Julián, el tripulante que desde hace cinco días asegura tener síntomas gripales.

Según detalló en una entrevista telefónica con LA CAPITAL, desde hace días presenta un cuadro de “diarrea y vómitos” y aunque no tuvo fiebre, asegura que “transpira mucho” y le “duelen los músculos”. “Estuve durmiendo en condiciones infrahumanas, todo es infrahumano acá. Está todo mojado, húmedo”, aseguró.

Sus palabras fueron acompañadas por imágenes y videos que las respaldan. En medio de una emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus, en la que la higiene de los espacios es considerada esencial para combatir la enfermedad, las condiciones del barco son deplorables.

“Estamos todos juntos, entre la mugre y el agua. Todos tenemos familia, pero venimos por necesidad. Queremos que el barco no salga más porque se va a hundir, entra agua por todos lados, no está en condiciones. No hay matafuego, no hay nada, se rompió la cocina hace dos o tres días que no comemos. No tenemos seguridad de nada”, señaló Julián, abordo del barco, mientras otros compañeros pedían el teléfono para ser ellos también quienes denuncien la situación de abandono.

Según señaló el tripulante afectado, esta mañana personal de prefectura se dirigió en lancha hasta la embarcación y le realizaron un chequeo médico que no incluyó hisopado. “Me tomaron la temperatura y la presión arterial y se fueron”, señaló y exigió, al igual que el resto de la tripulación, que les realicen un hisopado.

“El 6 de mayo, nos hicieron el hisopado y zarpamos para el área de pesca. No esperaron los resultados y me pidieron un mail para enviármelos, pero nunca llegó, aunque nos dicen que dieron negativo”, señaló. Vale destacar que fuentes consultadas por este medio, confirmaron los más de 30 negativos, al tiempo de que no se activó el protocolo del SAME.

De todas maneras el temor no baja. Si bien todos esperan que se trate “simplemente de un principio de neumonía por dormir en colchones mojados”, el fantasma de que alguno podría estar contagiado de la enfermedad que hoy desvela al mundo entero los mantiene en alerta.

“Yo tengo miedo, no quiero infectar a nadie en mi casa, tengo un hijo de 4 años”, aseguró Nazareno.