El hecho había ocurrido el 2 de diciembre de 2024 en un negocio de Magnasco al 1000. Por el ataque ya había sido detenido su sobrino.
El exconvicto asesinado este domingo a la noche en su vivienda del barrio Santa Rita era buscado por la Justicia desde comienzos de diciembre de 2024, cuando junto a su sobrino intentó matar a un comerciante que se negó a venderles bebidas alcohólicas.
Oscar Osvaldo Urbistondo Palavecino tenía 42 años y múltiples antecedentes penales. Luego de múltiples consultas a distintas fuentes, LA CAPITAL pudo establecer que, además, pesaba sobre él un pedido de captura activa emitido por la fiscal Romina Díaz, en carácter de investigadora del “homicidio en grado de tentativa” de Héctor José Lescano (65).
Por ese mismo hecho ya había sido apresado el sobrino de Urbistondo Palavecino, quien al declarar como imputado se desligó de su responsabilidad y dijo que el autor de los disparos que hirieron a la víctima fue su tío.
Todo comenzó cuando Urbistondo y el hijo de su hermana fueron al negocio de Lescano (lleva el mismo apellido del hombre asesinado el domingo a la madrugada, pero en principio los casos no están vinculados) y, enojados porque no quiso venderles vino, uno de ellos extrajo un arma de fuego y le disparó a quemarropa.
El insólito episodio de violencia ocurrió pasadas las 22 del lunes 2 de diciembre de 2024 en el negocio de la víctima, ubicado en Magnasco al 1000. El comerciante explicó que no podía venderles alcohol más allá de las 21, ya que está prohibido por ley.
Entonces, Urbistondo Palavecino comenzó a discutir con Lescano y, ante su sostenida negativa, extrajo un revólver de entre sus ropas y le disparó en dos oportunidades: una bala impactó en el abdomen del hombre y otra en el codo izquierdo. El agresor huyó del lugar y la víctima fue trasladada de urgencia al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA), donde quedó internada hasta recuperarse.
El hecho comenzó a ser investigado por la fiscal Díaz, quien ordenó a la policía que identificara a los agresores y los detuviera. Personal de la comisaría decimosexta estableció que los agresores habían sido Oscar Osvaldo Urbistondo Palavecino y su sobrino, Marcos Gustavo Manuel Urbistondo.
Es que, como la víctima estaba lúcida y consciente, pudo prestar declaración y aseguró estar en condiciones de reconocer a los autores del ataque, tras lo cual aportó la descripción y la información necesaria al respecto.
En ese contexto, el menor de los sospechosos fue descubierto primero y diez días después los policías que lo buscaban lo interceptaron en la vía pública. Sin embargo, tras descartar su arma de fuego, logró escapar.
Fue el jueves 12 de diciembre por la tarde, cuando personal del Gabinete Técnico Operativo de la mencionada seccional visualizó en Ortiz de Zárate y Magnasco al sobrino del exconvicto, por lo que se acercaron para interceptarlo e identificarlo. El sospechoso, al notar que los policías iban hacia él, extrajo un arma de fuego de entre sus ropas y disparó contra los uniformados para cubrir su huida.
En la fuga el hombre descartó el revólver, marca Galand calibre 22, que fue secuestrado por la policía. El arma contaba con cinco cartuchos intactos y tres vainas servidas. Además, también incautaron un celular marca Samsung. Al verificar el número de serie del arma, arrojó que tenía un pedido de secuestro activo desde 1992.
La fiscal Díaz ordenó que se intensifiquen las tareas para identificar a los dos sospechosos del delito de “tentativa de homicidio agravado” y que se los busque por toda la ciudad. Finalmente, el menor de los Urbistondo cayó hace algunas semanas, mientras que su tío logró mantenerse prófugo hasta que fue asesinado.