El calendario electoral 2025 ya está en marcha. El 7 de septiembre, los bonaerenses elegirán concejales, consejeros escolares y legisladores provinciales con el método de siempre, el de la boleta partidaria, que en este caso tendrá solo dos cuerpos. El 26 de octubre, en cambio, debutará la Boleta Unica de Papel (BUP) en la elección de diputados nacionales.

Aunque para ese segundo turno electoral todavía falta, la Cámara Nacional Electoral (CNE) comenzó un proceso de capacitación sobre cómo serán los primeros comicios sin la llamada “boleta partidaria”.

De visita en Mar del Plata, el coordinador de Procesos Electorales, Manuel Mogni, y la jefa de Capacitación y Educación Electoral, Gloria Ramonet, subrayan que, desde el plano instrumental, es el cambio más notorio desde la sanción de la Ley Sáenz Peña (1912).

“La gente tiene que saber cuál es el funcionamiento de la Boleta Única de Papel. Es un gran desafío”, asegura Mogni a LA CAPITAL antes de participar de distintas actividades coordinadas por el Observatorio Electoral de la Universidad Nacional de Mar del Plata.

Mogni considera que “este instrumento –la BUP– es mucho más ágil para el elector”. Será una sola boleta en la que estarán contenidas las diferentes opciones electorales. “Ya no habrá más cuarto oscuro, sino una cabina de votación que estará cercana a la mesa. La boleta va a ser entregada por el presidente de mesa junto con una lapicera. Ahí el elector elige el partido de su preferencia con una marca en el cuadrado correspondiente, después la dobla y la deposita en la urna”, explica Ramonet. Y aclara que solo va a estar firmada por el presidente de mesa y no habrá más sobre de votación.

Gloria Ramonet y Manuel Mogni, de la Cámara Nacional Electoral.

La primera experiencia con BUP tiene a priori dos ventajas: se suspendieron las PASO, lo que de por sí reduce la oferta electoral, y se desdoblaron las elecciones en la provincia, por lo cual solo se elegirá mediante este nuevo sistema una categoría: la de diputados nacionales por la provincia de Buenos Aires.

“Tenemos allanado el camino para esta primera experiencia”, admite Mogni, pero de todos modos advierte que “es la primera vez que la gente se enfrenta a esto”.

“Es importante saber que la gente tiene que ejercer su preferencia en un espacio”, apunta en referencia al cuadrado que estará disponible para marcar la propuesta que cada uno prefiera. De todos modos, la intención es favorecer “la voluntad del elector”. “Si la marca está corrida un poco ese voto no va a ser inválido. Al contrario, se va a tratar de que la autoridad de mesa y las agrupaciones políticas colaboren en darle sentido al voto”, explica Mogni.

Ramonet aporta otro dato: si un votante marca la boleta y, antes de depositarla en la urna, advierte que se equivocó, podrá decirlo a la autoridad de mesa, que le dará otra boleta para que realice nuevamente el voto. Según la ley, en cada mesa habrá la cantidad de boletas de los electores que le correspondan más un 5% para hacer frente a este tipo de inconvenientes.

Las autoridades de la CNE también enfocan sus capacitaciones en las autoridades de mesa y el escrutinio. “Se va a proveer a la autoridad de mesa de un afiche borrador. El presidente abrirá cada una de las boletas que extrae de la urna y va a ir cantando el voto. El vocal de la mesa va a anotar en ese borrador, y luego esos datos se van a trasladar al acta de escrutinio”, menciona Mogni.

El coordinador de Procesos Electorales de la CNE no cree que vaya a ser más “complejo” ser autoridad de mesa el 26 de octubre. “Va a ser distinto”, diferencia.