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Deportes 2 de diciembre de 2018

El fútbol marplatense de luto: falleció Jorge “Gato” Mignini

Tenía 72 años y estaba luchando contra el cáncer. Formó parte de la organización de los torneos de verano en la década del 80 y era dueño de una reconocida parrilla en la ciudad.

El "Gato" Mignini y una clásica pose de entrevista en la vieja redacción. Fue sinónimo de Kimberley y de fútbol.

El histórico dirigente de Kimberley y empresario gastronómico Jorge Mignini falleció este domingo en esta ciudad, a los 72 años, a causa de una cruel enfermedad contra la que peleaba desde hace varios meses.

Desde pibe, ya en el colegio, por la semejanza entre su apellido, Mignini, y “minino”, fue apodado como el “Gato”. Un sobrenombre que eclipsó largamente al nombre. “Ni me doy vuelta si me dicen Jorge”, confesó una vez.

La pasión por Kimberley y su amistad con el “Gordo” Oscar Martínez lo metieron de lleno en el fútbol.

Apasionado, emprendedor como pocos, intentó ser futbolista y DT, pero lo pensó mejor y desde muy joven se vinculó a la dirigencia deportiva. En su club y en la organización de los torneos de fútbol de verano de esta ciudad.

“El primer partido que organicé fue el Boca -Cosmos del 16 de noviembre de 1978. Había 32.000 personas en el Mundialista…Después dicen que en invierno no se puede organizar fútbol en Mar del Plata. Pero aquellos torneos no se pueden comparar a los de hoy. Pertenecen a épocas distintas y alguien alguna vez me dijo que las épocas no se juntan”, reflexionó hace alrededor de un año en una de sus últimas entrevistas, concedida al programa “Dame Fútbol” que se emite todos los miércoles, de 20 a 22 en Radio Residencias.

Por esa época el “Gato” llegó a la vicepresidencia de su club y se puso a la cabeza de uno de los proyectos futbolísticos más ambiciosos en la historia de Mar del Plata: el armado de un equipo importante, con Carlos Timoteo Griguol al frente, con la ilusión de perpetuarse como representante de la ciudad en los viejos Nacionales.

El intento duró lo que la luz de un fósforo, apenas el Nacional de 1979, aunque los hinchas de Kimberley todavía no se olvidan del triunfo 2-1 en el Mundialista sobre el River de Angel Labruna, reciente campeón del Metropolitano.
Con mayor o menor participación, Mignini continuó ligado a Kimberley después de aquella empresa. Pese al fallecimiento de Oscar Martínez, siguió trabajando en los torneos de verano mientras los organizaron la empresa Recova y Constancio Vigil. Nada menos que durante quince años.

Tipo querible, con mucha calle, gran anfitrión, esos años lo relacionaron con empresarios, dirigentes, entrenadores y jugadores del fútbol argentino. Así se le abrieron las puertas para incursionar como empresario futbolístico.

Con Jorge Cysterpiller -el primer representante de Diego Maradona-, uno de sus buenos amigos, organizó toda la gira de la Selección Argentina previa al Mundial de México 1986. Con suerte dispar. Solía contar risueñamente que a lo largo de esos años organizó seis partidos con Maradona como figura más convocante y no pudo ganar “ni un peso”.

Mejor le fue como empresario gastronómico. Su carisma era un imán y sus distintos emprendimientos encontraron por lo general buena recepción. No sólo las sobremesas de los futboleros eran bien largas en “lo del Gato”. También le gustaba mucho el básquetbol y le tomó particular cariño a Peñarol. Su parrilla era para los dirigentes de ese club la cita obligada de todos los lunes. El lugar de la cena y, de paso, de la reunión de Comisión Directiva.

Era una usina interminable de historias y anécdotas. Fue hombre de consulta hasta sus últimos días. No hubo amigo al que le diera la espalda. Ya se lo extraña al “Gato” Mignini.